¿Qué dejan los debates? ¿Seguridad o confusión?

Jesús M. Moreno Mejía.

El epígrafe que aparece arriba a la derecha de esta colaboración es una síntesis del pensamiento filosófico de Miguel Francisco Crespo Alvarado, quien asegura que “los mexicanos no hemos sido educados para la democracia, sino para el adoctrinamiento”.

Tomando en cuenta los resultados del primer debate de los candidatos presidenciales, programados por el Instituto Nacional Electoral (INE), existe la opinión generalizada de quienes escucharon y vieron que sólo dejó una mayor confusión en la mente de todos, en vez de haber logrado una seguridad de pensamiento, o bien una rectificación, de lo que creíamos respecto de los aspirantes a Primer Mandatario de la Nación.

Antes de continuar este artículo, aclaremos el significado de la expresión “Primer Mandatario de la Nación”: Mandatario es, ciertamente, la persona que ocupa por elección un cargo muy relevante en la gobernanza y representación del Estado, pero a su vez significa que es la persona que acepta del demandante, o sea del pueblo, representarlo para el logro de una auténtica justicia, paz social y mejoramiento económico.

El caso es que, como afirma Crespo Alvarado, no hemos aprendido hasta ahora a construir nuestros propios razonamientos, sino a repetir argumentos de otras personas, sean éstas de los políticos o de quienes reconocemos como nuestros maestros o más cercanas amistades, y por lo mismo concluimos que en ese primer debate sólo se logró una mayor confusión de pensamiento, pues no vimos ni escuchamos argumentaciones sólidas en ninguno de los aspirantes que nos permitieran decidir por quién habremos de emitir nuestro voto el 1 de julio próximo.

La comentarista en asuntos políticos, Adela Noriega, identificó a cada uno de los presidenciables del primer debate, sin mencionar su nombre, de la manera siguiente: “Un candidato que habló a pausa; otro con un tono tan parejo, que duerme de solo oírlo; una señora en pleno ataque hormonal; un mini Hitler duro para el debate pero sin convencer, y un norteño “entrón” con propuestas de merolico demente”.
Ella al menos supo condensar lo poco que se captó de los participantes en dicho debate, de los cuales al final de cuentas nada se obtuvo, pues el mismo se desarrolló en medio de una serie de descalificaciones inútiles, que no arrojaron ni vencedor ni vencido.

Es preocupante que del circo que armaron dichos “contendientes” en el debate, sólo fue un recurso mediático para exhibir de manera distorsionada quiénes son en la realidad los aspirantes, todos ellos de pésima calidad como aspirantes a la Silla Presidencial.

Jorge Cepeda Peterson, destacado analista político, señala en relación a lo anterior: “La visión que arrojan los debates no es sólo fragmentada, en el sentido de que sean leídos como evidencia de capacidad de los expositores para llegar a ser estadistas. Peor aún, el debate arroja perspectivas distorsionadas o incluso, falsas”.

Porque los debates sacan lo peor de los candidatos, al no dar propuestas de solución a los males que aquejan a la Nación, y en cambio insisten en asentar el mejor golpe al contrario para derrotarlo, o bien buscar la manera de tapar la boca al aspirante rival.

Esperemos que en el próximo debate, contemplado para el domingo 20 del presente mes en Tijuana, Baja California, a las 21.30 horas, el escenario sea con resultados diferentes, pues el nuevo formato contará con la participación de ciudadanos que podrán formular preguntas a los candidatos.

Para ese debate el INE acordó hacer una selección de electores con ciertas características, entre ellas que aún no hayan tomado la decisión de votar por uno de los cinco aspirantes, y en esa ocasión serán sólo dos los moderadores: Yuriria Sierra y León Krause. Hubo quien propuso como un tercer moderador al periodista mexicano-estadounidense, Jorge Ramos, pero no fue aceptado.

Los ciudadanos seleccionados harán inicialmente una pregunta general a los candidatos y la respuesta de éstos no deberá exceder un minuto, en tanto los moderadores tendrán a su cargo las preguntas de seguimiento.

En el primer bloque se deberán abordar los temas: “Comercio Exterior e Inversión”. En el segundo bloque el tema versará sobre “Seguridad Fronteriza y Combate al Crimen Trasnacional”, y el tercer tema, “Derecho de los Migrantes”.

En un segundo segmento de cada bloque se realizará un diálogo entre los candidatos, con una bolsa a su favor de dos minutos y al final de cada bloque el candidato tendrá un minuto para dar un mensaje final.

El tercero y último debate de los presidenciables, está programado para el domingo 12 de junio en Mérida, Yucatán.

¡Hasta la próxima!