Hernán Cortés y su familia

Rigoberto Losoya Reyes.

Don Hernán Cortés, es sin duda uno de los personajes históricos más estudiados por los historiadores de México y extranjeros. Todos ellos han citado con sus análisis la personalidad del conquistador español. Una fuente interesante de información sobre este tema fue publicada en 1935 por el Archivo General de la Nación bajo el título de “Documentos inéditos relativos a Hernán Cortés y su familia”.

En esta fuente bibliográfica, se menciona un archivo particular de Cortés que se ubicaba en el Hospital de Jesús hasta el 17 de enero de 1930, fecha en que fue trasladado por disposición superior al Archivo General de la Nación. Los expedientes encontrados permiten conocer con mayor veracidad sobre la vida de este personaje.

Un expediente que llama la atención en lo particular es el Sumario de la causa seguida por Doña María de Marcayda, en contra de Cortés y sus descendientes, por gananciales (1529-1600). Los autos procesales seguidos por doña María de Marcayda, madre de doña Catalina Juárez, ya difunta, es una fuente de información sobre la vida de Cortés y de los bienes que adquirió posteriormente y sobre todo de las cantidades reclamadas por la suegra de Cortés.

Otro expediente hace referencia a un proceso que el Ayuntamiento inició en contra de Cortés, sobre la tributación de piezas de ropa impuesta a los indios, lo que reflejaba un verdadero monopolio en el comercio de las prendas de vestir.

La imagen de Cortés a través de estos documentos refleja un personaje bien inquieto y pleitero, a quien nunca le faltó alguna demanda que contestar, y en algunos casos, recurrir a recursos legaloides para evadir la acción de la justicia.

Don Hernán Cortés recibió de parte del Rey el título de Marqués del Valle de Oaxaca como reconocimiento a sus logros de conquista y durante su estancia en México, logró acumular una fortuna personal integrada por mobiliario, alfombras, tapices, etc. Así como las tierras de labranza, huertas, aperos, esclavos negros e indígenas, caballos y en general toda clase de semovientes. Algunos de estos bienes bien habido y otros no tanto.

Cortés también fue demandado por los indios de Coyoacán, quienes lo acusaron de emplear a los aborígenes como bestias de carga, una clara violación a las Leyes de Indias. Don Hernán Cortés, contaba con los servicios jurídicos de su primo, el licenciado Juan Altamirano, quien trabajaba por tiempo completo contestando todas las demandas.

En suma, esta fuente bibliográfica publicada por el Archivo General de la Nación en 1935, puede ser de mucho interés, para analizar con mayor detenimiento la personalidad del conquistador.