Fraude al Fondo para el Retiro
de los Trabajadores del Estado
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
El fraude es por 406 millones de pesos porque “algunos” permitieron que se compraran acciones por 21.2 millones de dólares de una empresa que estaba a punto de quebrar. Las condiciones financieras de la Constructora ICA de la familia Quintana eran públicamente críticas tres años antes de perpetrado este fraude al Fondo para el Retiro de los Trabajadores del Estado. No es difícil saber quienes fueron los causantes de esta pérdida cuantiosa de los trabajadores. CONSAR es una institución descentralizada de la Secretaría de Hacienda y tiene las siguientes funciones: Regular las normas a las que se sujetarán los participantes del Sistema de Ahorro; Vigilar que se resguarden debidamente los recursos de los trabajadores; Supervisar que se ofrezca la información requerida por los trabajadores, y que se invierta de acuerdo con los parámetros y límites establecidos para asegurar la inversión; Que se envíe tres veces al año el estado de cuentas para su revisión; Imponer multas a las AFORES y sanciones a los empleados que hayan incurrido en alguna violación. Todo esto no fue suficiente para evitar el robo a los trabajadores.
¿Por qué? Porque la CONSAR se rige por una Junta de Gobierno. Está integrada por el Secretario de Hacienda, quien la preside. El presidente y dos vicepresidentes de La CONSAR y trece vocales y ellos son: El subsecretario de Hacienda, el director del IMSS, el Director General del Instituto para la Vivienda de los Trabajadores, el Director General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. Los cinco restantes vocales los designa el Secretario de Hacienda. Como podemos ver, quien lleva la batuta de la Junta de Gobierno es el Secretario de Hacienda, y “curiosamente” también el Secretario de Hacienda es quien designa al Presidente de la CONSAR. Solo falta saber quien fungía como Secretario de Hacienda al momento del trámite y otorgamiento del permiso para la compra de 406 millones de pesos, dinero del Ahorro de los Trabajadores, para ayudar a Bien Quebrar a sus cuates, los de la familia Quintana.
También hay que considerar que el líder del sindicato de los trabajadores del Estado, también es colocado de “líder” por la mano que gobierna, sea éste el presidente de la república o el secretario de Hacienda. Cuando se compraron las acciones, ICA ya estaba en bancarrota. En el 2015 las acciones perdieron el 50% de su valor, y entonces es cuando el Secretario de Hacienda y su chalán el presidente de la CONSAR deberían haber hecho algo y prefirieron esperar a que las acciones valieran el 0%. ¿Es o no, esto, un robo planificado contra los trabajadores? Los secretarios de Hacienda fueron Luis Videgaray y José Antonio Meade Kuribreña. Ambos son responsables.
Mencioné al principio a Moisés Schuartz Rosenthal y a Mario Gabriel Budebo como responsables. ¿Por qué lo hice? Porque ambos pasaron por la secretaría de Hacienda antes de hacerse cargo de la CONSAR, ambos son judíos que trabajan para el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Mencioné también que son judíos porque el Consenso de Bretton Woods, o sea el Banco Mundial (BM) y el (FMI) Fondo Monetario Internacional, suele ocupar judíos para imponer sus reglas y diseñar sus normas en nuestro país en todo lo que atañe a nuestras finanzas de gobierno. En este caso también, también se metieron a diseñar las normas e imponer sus reglas en un organismo descentralizado -o supuesta y falsamente descentralizado- de la secretaría de Hacienda como es la CONSAR, en la que tenían como obligación vigilar y hacerse cargo de cualquier acción que pusiera el riesgo el dinero de los trabajadores.
Moisés Schuartz Rosenthal y Mario Gabriel Budebo no son los únicos judíos que el FMI y el BM ha enviado a México a hacerse cargo de los destinos de nuestro dinero, de nuestra hacienda. Supongo que tienen ese derecho porque México les debe sumas tan cuantiosas -yo diría impagables- que tiene que someterse al escrutinio y los designios de Bretton Woods. Otros dos judíos enviados como subsecretarios de Hacienda en México, son Martín Werner y Alejandro Werner su hermano, los que junto a Gabriel Budebo y a Moisés Schuartz Rosenthal, se hicieron cargo no sólo de la secretaría de Hacienda y la CONSAR, sino también de Pemex y la CFE. Estos cuatro enviados por la secretaría del Tesoro de EEUU, se encargaron de -domesticar- darles clase e instrucciones a Luis Videgaray, a José Antonio Meade, ambos secretarios de Hacienda; a Enrique Ochoa Reza director de la CFE y a Emilio Lozoya Austin, director de PEMEX.
Concatenando los casos de la venta de PEMEX a la oligarquía y a trasnacionales, la venta de nuestra energía eléctrica (CFE) a plutócratas nacionales y a multinacionales y el robo a los trabajadores de 406 millones de pesos, 21.2 millones de dólares al precio de cambio de la fecha de la compra de las acciones a ICA, por medio de engaños y ocultaciones al pensionissste, se puede establecer el patrón delictivo de las acciones de los funcionarios públicos en el gobierno de Peña Nieto, particularmente de los secretarios de Hacienda, podemos suponer que hubo sobornos de por medio, como en los casos de Odebrecht y la constructora HIGA del compadre de Peña Nieto que le obsequió La Casa Blanca de 7 millones de dólares, a cambio de contratos de obras públicas, y de otros más que han sido documentados. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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