La candidatura de Salvador Hernández Vélez para Rector de la UAdeC,
primer acto relevante de autoridad del gobernador Riquelme
Por Jorge Arturo Estrada García.
El grupo Saltillo que durante 20 años se apoderó de la Universidad Autónoma de Coahuila, dejó de ser el dominante en esa institución. La decisión del gobernador Miguel Riquelme de apoyar a Salvador Hernández Vélez como candidato único a la rectoría, marcó el golpe final. Fue su primer acto relevante de autoridad desde que inició su mandato. Inicia una nueva era, con distintos pesos y contrapesos.
La gente de Chema Fraustro y Blas Flores trató de oponerse apoyando al tesorero Francisco Osorio y desprestigiando al rector interino. Tanto el jefe del grupo, Fraustro Siller, como el ex rector Flores Dávila, actualmente son empleados de Riquelme, en el gobierno de Coahuila, pero aún así buscaron forzar las cosas minimizando la trayectoria de Hernández Vélez, afirmando que “él fue el culpable que el PRI perdiera Torreón, en junio del 2017, ante Jorge Zermeño y Memo Anaya; y operando en medios, sembrando incertidumbres.
El Grupo Saltillo logró carreras políticas y fortunas personales a su paso por la universidad y demás puestos públicos. Aunque también cosechó desprestigio al no lograr el despegue académico de la universidad, ni de la educación de Coahuila de la que fueron secretarios los exrectores Jesús Ochoa y el propio Fraustro.
En el ámbito administrativo, tres miembros del grupo fueron secretarios de finanzas en tramos del Moreirismo: Ismael Ramos, Jesús Ochoa y Blas Flores quienes dilapidaron sus prestigios personales y trayectorias al participar, con cinismo, en la opacidad que caracterizó a esa época de la entidad. Definitivamente, la universidad entra en una nueva etapa. También, inicia el declive del influyente Grupo Saltillo, y ha cambiado la correlación de fuerza políticas en Coahuila.
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