Cifra a la alta; 12 asesinatos de
periodistas en México en 2017
Jesús M. Moreno Mejía.
Ningún crimen se funda en la razón.
Tito Livio. |
No cabe duda que México es la nación más insegura para los que damos información veraz de hechos de trascendencia, y que por ese motivo hay quienes reciben amenaza de muerte de parte de quienes les incomoda lo que de ellos se dice o se revela.
En 2017 se registró una docena de asesinatos de ese tipo, según cifras oficiales, sin tomar en cuenta los que permanecen desaparecidos, o de víctimas de personas afines a los comunicadores, tales como sus hijos o esposa de periodistas, a los que se les sacrificó por error o como una forma de amedrentar a los amenazados.
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Sin embargo, considerando que fueran sólo 12 los asesinados, es una cifra que en 2017 iguala en número a los periodistas muertos en Siria, cuyo país permanece en guerra y existen comunicadores que son considerados enemigos de alguna de las partes en pugna. Afganistán, por su parte, fueron liquidados el año pasado ocho periodistas, dentro de la violencia que se vive en ese país.
En México es la cifra más alta de compañe- ros muertos a mansalva, ya que en 2016 fueron once; siete en 2015; cinco en 2014 y cuatro en 2013. O sea que la cantidad de asesinatos de comunicadores ha ido en aumento.
Y lo peor del caso es que la casi totalidad de esos casos permanecen impunes, a pesar de existir Fiscalías Federales y Estatales que conocen de esos crímenes, por lo que bien se puede afirmar, sin exageraciones, que el 99 % de ellos no han sido esclarecidos, y en algunos casos se “descubre” a los autores del crimen de algunos, pero nunca sus autores intelectuales.
Existen organismos no gubernamentales, tales como asociaciones de periodistas y correspon- sales del grupo internacional “Reporteros sin Frontera”, que se atreven a denunciar que autoridades federales y estales regularmente señalan que los comunicadores asesinados “son víctimas colaterales” de miembros del crimen organizado o del fuero común, para evadir la responsabilidad a los auténticos autores intelectuales.
La asociación de defensores de la libertad de expresión, identificada como “Artículo 19”, ha sido clara en afirmar que las fiscalías en referencia evitan investigar exhaustivamente los asesinatos de periodistas, porque no consideran que el móvil del crimen haya sido por actividad periodística, sino por otros motivos.
El estado de Veracruz es la entidad que registra el mayor número de asesinatos de periodistas en lo que va del siglo (24 casos), en su mayoría ocurridos durante la administración del gobierno de Javier Duarte, o sea de 2010 a 2016, y obviamente sin que se hayan esclarecido esos ilícitos.
Pero no sólo ocurren casos de muerte de comunicadores, también existen otro tipo de agresiones a elementos del gremio periodístico, como amenazas, ataques severos a la integridad física o privación de la libertad de compañeros e incluso de sus familiares.
La organización “Artículo 19” estima que fueron 277 agresiones a igual número de compañeros en 2017, de las cuales el 53 % fueron cometidas por policías y personas contratadas por funcionarios públicos, pero sin que nada se haya hecho para castigar a los responsables.
También señalan voceros de esa agrupa- ción, que la doce muertes de periodistas se enmar- can en un contexto de incremento de la violencia en el país, pues de enero a noviembre de 2017 se registraron no menos de 23,000 homicidios de todo tipo en México, lo que constituye la mayor cifra de crímenes en los últimos 20 años.
La nueva Ley de Seguridad Interior, promulgada por el presidente Enrique Peña Nieto, ha dicho que pretende abatir la violencia en el país, pero hay quienes se muestran pesimistas y opinan que será a la inversa, ya que el soldado es entrenado para matar al agresor, sin tomar en cuenta los principios de los Derechos Humanos. ¿Pero usted, amable lector, qué opina sobre el particular?
¡Hasta la próxima! |