Coaliciones de partidos 2018,
entender el “juego” electoral
Juan Martínez Veloz.
Hoy en día (diciembre 2017) el tema de las coaliciones de partidos políticos rumbo a la elección presidencial de 2018 es uno de los temas muy polémicos en la agenda política del país.
Desde 2013 hemos escrito varios artículos sobre el tema (consultables en Internet), esencialmente manifestamos nuestro disenso en cuanto al tiempo y la forma en que se realizan las Coaliciones en México.
Podemos definir a la Coalición como “… la alianza o pacto, generalmente de carácter temporal, que llevan a cabo distintos Estados, diferentes grupos, actores e instituciones políticas para alcanzar objetivos específicos en áreas de beneficios compartidos…”. (Diccionario Electoral; Instituto Nacional de Estudios Políticos, México 1999, p. 150).
La Ley General de Partidos Políticos (D.O.F. 23-05-2014) regula el tema de las coaliciones de partidos en el título noveno, capítulo II (Artículos 87-92).
A finales de 2017 están ya casi lista las Coaliciones y candidatos (hoy precandidatos) que contenderán en la elección presidencial de junio de 2018:
1.- Andrés Manuel López Obrador por la Coalición MORENA, Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES).
2.- José Antonio Meade Kuribreña por la Coalición del PRI, Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido Nueva Alianza (PANAL).
3.- Ricardo Anaya Cortés por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Movimiento Ciudadano (PMC).
Hay que entender que la lógica que está prevaleciendo en las alianzas es eminentemente electoral (ganar votos), eso hace que se atenúen las diferencias ideológicas o de fondo en partidos que tienen tradicionalmente posiciones distintas en diferentes temas.
Ejemplos: PAN y PRD en temas como el matrimonio igualitario, el uso de las drogas, el aborto y en algunos temas de política económica tienen posiciones diferentes o contrapuestas. Ideológicamente el PAN está más cerca a otros partidos conservadores, pero el PRD tiene una importante presencia en 5 entidades (CDMX, Michoacán, Morelos, Tabasco y Quintana Roo).
Por otro lado, PRD y PAN estuvieron enfrentados en las elecciones de 2006 y 2012 con motivo de la elección presidencial y hoy aparecen como aliados. Esto es lo difícil de entender para los ciudadanos.
El PRI también hace alianzas con dos partidos chicos (electoralmente) el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (PANAL). Son partidos pequeños y relativamente recientes que sólo buscan salvar su registro y conservar sus prerrogativas de ley.
Al PRI seguramente le “saldrá cara” esta alianza en términos de diputaciones y senadurías que tendrá que ceder a estos dos partidos en el Convenio de Coalición, sin embargo creemos que la apuesta del PRI es cerrar la elección presidencial en 2018 entre AMLO Vs. Meade, similar a 2006 que se cerró entre AMLO Vs. FCH, en este escenario cualquier apoyo es relevante para ganar.
Otra coalición muy polémica es la que sostiene Andrés Manuel López Obrador (MORENA y PT) con el Partido Encuentro Social (PES), un partido nuevo de corte conservador. También le costará a MORENA varias diputacio- nes y senadurías que le ceda a ese partido que sólo busca salvar su registro como partido.
Sin embargo AMLO tiene ya mucha experiencia y sabe que la elección de junio de 2018 probablemente se va a cerrar mucho, y un apoyo de 3 o 5 % de votos que le dé el PES puede ser suficiente para ganar la elección. La Alianza de AMLO con el Partido del Trabajo es más natural, pues este partido siempre lo ha acompañado en sus anteriores contiendas electorales.
No obstante a estos polémicos casos, debemos estar tranquilos y no sobredimensionar el problema. En México hasta ahora en la Ley Electoral, las coaliciones (alianzas) entre partidos políticos únicamente son electorales, terminan en el momento que concluye el proceso electoral.
Además, en la boleta electoral cada partidos aparece con su logo y candidato, el elector podrá votar por el partido con el que más se identifique en una coalición. El elector también sabrá castigar a partidos que no lo representen como sucedió recientemente en junio en las elecciones de gobernador, diputados y ayuntamientos, en el Estado de Coahuila donde 5 partidos perdieron su registro como partido político estatal y 4 partidos sus prerrogativas en el estado como partido político
Para finalizar sólo reiteramos nuestras anteriores críticas al sistema de coaliciones de partidos existente en México:
- Las coaliciones de gobierno y legislativas son más propias de los sistemas parlamentarios y no de los presidenciales como en México.
- Lo que existe en México no es Coalición de Gobierno, las coalición electorales de partidos sin segunda vuelta electoral (ballotage) no se justifican, pues el elector ideológicamente puede confundirse entre tantos partidos (grandes y chicos) que apoyan a un candidato.
- Los partidos tampoco consultan a sus militantes ¿Si quieren o no coaliciones electorales? y ¿con quién? Se deciden verticalmente las coaliciones de partidos en los estados y elecciones federales desde la Ciudad de México. ¿Y los derechos de los militantes?
Las coaliciones legislativas y de gobierno tienen sus pro y contra; Maurice Duverger las explica muy bien en su libro clásico “Los partidos políticos” (F.C.E., México, 1987, páginas 355-376).
Giovani Sartori en su libro “Ingeniería constitucional compa- rada”, (Fondo de Cultura Económi- ca, México, 1994, p. 197) propone algunas ideas para resolver estas crisis de gobernabilidad de los sistemas presidenciales.
El politólogo italiano se pregunta: “¿Bajo qué condiciones funcionan mejor los sistemas presidenciales? (México es presidencial).
La respuesta es que prefiero el presidencialismo bipartidista, es más funcional que el multipartidista, y que a medida que disminuyen las diferencias ideológicas, la simplifica- ción bipolar, sino bipartidista, puede ser favorecida por:
a).- El centrismo de la presidencia, es decir la efectividad del poder presidencial;
b).- La existencia de partidos que se desempeñan como competidores principales por la presidencia;
c).- La exigencia al vencedor de mayoría absoluta (con el sistema de doble ronda electoral).
d).- La simultaneidad de las elecciones parlamentarias y presidenciales.
Siguiendo las ideas del gran maestro italiano, sólo sugerimos coaliciones electorales en caso de que se legisle sobre la segunda vuelta electoral (ballotage) en México; es decir, las coaliciones se armarían en un segundo momento para enfrentar la segunda vuelta electoral y obtener una mayoría de los electores.
Lo deseable es que el sistema electoral mexicano siga admitiendo las coaliciones de partidos, pero que se organicen de otra manera, tomando en cuenta a los electores y en segunda vuelta electoral, dándoles también participación en las funciones de gobierno. De otra manera -como están ahora- son intrascendentes para la sociedad.
juanmartinez_veloz@yahoo.com |