Algunos legados del 2017
Fidencio Treviño Maldonado.
Parece que al fin llegamos al término de un año y al principio de lo que será otro, otro panorama, otro encuentro y cientos de ofertas y demandas, de triunfos y derrotas, de navidades y años nuevos fallidos, esto y más en los llamados retos que tendremos en el 2018. No se puede devolver lo que sucedió en el 2017, eso es historia, como tampoco se puede leer lo que en el año 2018 nos depara. Los mexicanos somos tradicionales por naturaleza y, son estos mitos en lo que están basados nuestras costumbres, sin olvidar que estamos labrados por circunstancias y casualidades, dados a creer en supersticiones, en presagios, en milagros, y aunque suene a sarcasmo, culpar al destino de los desastres y calamidades que nos acontecen.
El año 2017 fue igual al de hace uno o dos siglos, al menos en México, para la gente que por generaciones ha vivido en la miseria, nada ha cambiado y parece ser que 2017 siguió el ritmo que le marcaron hace años los gobernantes en turno. Desde que Fox entregó el changarro ya los tigres tienen hambre, llega Felipe Calderón y le abre la jaula y además le estira la cola a esta fiera, Peña Nieto les muerde la oreja y es fecha que el crimen, los robos, y todo lo inherente a la delincuencia tomó fuerza como huracán de categoría 10.
Las reformas fracasaron, fueron llamarada de petate viejo, ninguna funcionó y ya se olvidaron. Los asesinatos subieron en el año que se nos fue, incluyendo nuevo récord desde que Calderón le estiró la cola a los tigres organizados, y también movió el avispero. En 2017 fueron un promedio de 60 personas asesinadas diariamente. Fue el peor año para niños y mujeres, sus crímenes llamados femicidios y infanticidios forman parte de este tenebroso catálogo, y son también permanentes e imparables y más allá de que en este u aquel Estado se den estos casos, esto se vivió en todo el país en el 2017, la vergüenza nacional para algunos convertida en una estupidez colectiva. Muchos periodistas asesinados y sus investigaciones duermen el sueño de los justos en polvorientas carpetas de las instancias judiciales.
Panorama desolador y de pobreza, el número de miserables en el país aumentó, mientras la canasta básica subió a más de un 25 %, el salario llamado mínimo llega a 88 pesos, los productos básicos para millones de familias quedaron prohibidos. La gasolina, diésel, aceites y otros productos que vende el monopolio nacional e institucional Pemex fueron en aumento y siguen elevándose.
El impacto de la vanidad y las mentiras a los mexicanos nos costó en el año 2017 dos mil millones de pesos, como publicidad del Presidente Peña Nieto, el llamado efecto “exaltación a la figura” o sea el culto a la personalidad, y que en lo que va del sexenio se han gastado 36 mil millones en publicidad de la Presidencia de la República. La corrupción fue constante y permanente en todos los rublos desde altos funcionarios y ex funcionarios hasta pequeñas ratas, en donde la impunidad campea olímpicamente en los juzgados por lo que estos corruptos que roban 20 mil millones con una multa o fianza de dos millones salen libres. Nos tocó ser los únicos campeones, sin empate con otra nación a nivel internacional en el caso de corrupción y respecto a los fraudes, en bancos, de empresas fantasmas y dejar las grandes deudas en todos los Estados, las pillerías en Pemex y 16 ex gobernadores en plena huida, es decir la cleptomanía de nuestra Clase Política en este año 2017 rebasó toda imaginación.
Los fraudes en los distintos comicios con un INE y sus tentáculos vendidos al mejor postor y con una democracia simulada y muy escondida, aunado a esto con un gasto tremendo y los sueldos de sus integrantes muy altos y que no van acorde a su trabajo, pero si a su corrupción. Tomado en cuenta que el mejor negocio en este país es gobernar y aunque sea una rascuache aldea se desató un plaga de candidatos y candidatas a todos los puestos habidos y por haber, de ahí que nazcan partidos a pasto y los llamados candidatos independientes son epidemia en este pobre país, con campañas ricas.
El fracaso del Presidente Peña Nieto en justicia, en seguridad, en paz social, es sólo una muestra de cómo principió y terminó el año 2017. Para desgracia del pueblo nos cayeron por la naturaleza ciclones, inundaciones, sequías y sismos, y que lo lamentable en estas tragedias fueron el deceso de personas. Sería interminable el formar cuando menos un delgado anuario de los acontecimientos que en el año 2017 se vivió en el país, en donde desgraciadamente poco o nada positivo para el pueblo en general se puede contar. Y en el año entrante 2018, no se vislumbra una pizca de bonanza para los habitantes de este aun rico país, inclusive vamos -para variar- a vivir otras tragedias en los comicios para sacar al nuevo presidente de esta aldea en la que nos tocó vivir.
Respecto a los acontecimientos mundiales, en el año 2017 un año convulsionado, entre guerras, asesinatos masivos, atentados en donde los muertos se dieron por centenas; sólo en los USA se cuentan por decenas de atentados con funestas consecuencias. Los huracanes, tifones, terremotos y otras gracias de la naturaleza fueron también causas y motivos para que regiones del planeta fueran declaradas en ruinas. Sin descartar que un loco gobernante de Corea del Norte le está picando la cola al otro orate de apellido Trump, quien se considera jefe del país más poderoso del mundo, aquí si que queda el refrán “cuando dos locos andan sueltos que se cuiden los cuerdos, porque siempre son los que la llevan”.
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