La partidocracia, sustento de la corrupción
José Guadalupe Robledo Guerrero.
El circo electorero está en su apogeo, todos los partidos políticos mantenidos con el erario, insisten en engañar a los mexicanos con falsas promesas y simuladoras frases en contra de la corrupción. Pero todo es mentira, incluso las encuestas que muestran que hay competencia entre estas organizaciones parásitas que juega a la democracia electorera.
Los partidos de oposición al PRI han levantado como principal bandera la promesa de luchar contra la corrupción, aún cuando son parte de ella, pero todo se vale para atraerse el voto de los ciudadanos hartos de la triada que asola a México: la corrupción, la impunidad y el cinismo.
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Los candidatos priistas por su parte, tienen prohibido hablar de corrupción, porque pueden hacer olas en el mar de excremento en que se encuentran, y eso no es bueno para las instituciones que ellos y sus socios gobiernan.
Lo cierto es que todos los partidos políticos, la partidocracia, tiene secuestrado el poder en México, y por lo tanto son el sustento de la corrupción de la que tanto hablan los candidatos opositores y sus jilgueros incrustados en los medios de comunicación.
El PRI no tiene defensa, siempre ha sido un partido corrupto, desde los cañonazos de 50 mil pesos a los generales revolucionarios, hasta la casa blanca y la venta de Pemex y del petróleo mexicano.
Los demás partidos también son parte de la corrupción priista, no sólo porque han sido sus cómplices y sus asociados, sino porque son beneficiarios en el reparto de poder, privilegios y dinero. El PAN, por ejemplo, es un partido conservador que sirve a los intereses de los más retrógradas, los empresarios y la iglesia católica.
Las izquierdas, “representadas” ahora por el salinista PT, las corruptas tribus del PRD, y Morena, el partido familiar del mesiánico Andrés Manuel López Obrador, son la copia más fiel de las mañas y vicios del priismo, y también obedecen a los mismos amos del panismo. Por algo los fundadores de estos partidos son ex priistas con las ideas de los cristianos empresarios panistas.
La partidocracia se ha apoderado del poder en México, de todos los cargos importantes y no importantes de la nación, del erario público, y entre ellos se reparten la venta de México. La clase política de los partidos se ha enriquecido con la corrupción, se ha beneficiado con la impunidad y se ha solazado con el cinismo.
Pero siguen engañando a los mexicanos, la ignorancia los hace inermes ante las mentiras...
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