No estamos solos

Profesor Evaristo Velasco Álvarez.

Todos estos días fríos (y los que faltan), nos han comprobado la fragilidad del ser humano y lo mucho que hemos afectado a nuestra “CASA”, llamada planeta TIERRA; tercero de dentro hacia afuera de los planetas que componemos el sistema planetario solar, después de Mercurio y de Venus. Un planeta al que de manera consciente o de inconsciente, buscando el progreso hemos fastidiado y lastimado el equilibrio de la naturaleza del mismo.

Carl Sagan nos dijo una vez, que en el infinito del universo, flota una arenita pequeña llamada Tierra, nuestra casa, que apenas si alcanzamos a distinguir en fotos de la galaxia de “La vía Láctea”; hogar de millones de sistemas planetarios solares, como el nuestro, que así conforman a nuestra galaxia, la que junto con millones de galaxias tachonan de estrellas el universo.

En la película “Contacto” la imaginación del director y productor, nos permitió vivir una experiencia magnífica, en donde nos muestran la presencia (¿?) de seres vivos de otros mundos, de otros lugares; inteligencias más avanzadas tecnológicamente que la nuestra. Ahí se construye una máquina del tiempo que lleva a la protagonista a visitar otros lugares, donde se entera que hemos sido visitados y observados desde el espacio por millones de años. También en ella se nos pone en la disyuntiva de afianzar o modificar nuestra fé, motivados por los acontecimientos y las evidencias científico tecnológicas.

Indiscutiblemente que el universo no se hizo por sí solo, y que Dios nos ha permitido vivir y desarrollarnos en su creación, cultivando nuestro espíritu y desarrollando nuestra mente. ¿Cómo podemos negar la existencia de El Gran Arquitecto del Universo, Dios, Jehová, La Fuerza Suprema, El Gran Hacedor, Nuestro Padre, o como se nos antoje llamarle, porque seguramente nadie puede saber el verdadero nombre de tal ser.

Así comenzamos el año 2018, tratando de olvidar los horrores de la presencia de la naturaleza y su fuerza avasalladora, con los terremotos y mega desgracias que en todo el planeta se han sentido. Y así, con el alma adolorida por la pérdida de seres queridos, hoy estamos agradecidos por la vida que tenemos y la oportunidad de corregir nuestros errores; aunque sé que habrá otros que no tan solo no agradezcan las oportunidades de ser mejores, sino que continuarán en su labor destructiva para amasar cantidades de dinero y sumar fuerza a su “PODER” (¿?).

Pero no podemos desconocer los hechos, la historia, los signos, los vestigios que a través de millones de años de estar poblando este planeta, civilizaciones extraterrestres nos han visitado, y dicen algunos que se han quedado a vivir entre nosotros (¿?), explicando con ello que existan tantas variedades de seres humanos esparcidas en la Tierra. Dicho de otra manera: NO ESTAMOS SOLOS”.

En medio de nuestros asuntos para la sobrevivencia o supervivencia de nuestra propia familia no olvidemos que estamos aquí de paso y que nuestra casa será el hogar de nuestros hijos, nietos y bisnietos, y que sabiendo que queremos lo mejor para ellos, obraremos conforme mejor nos convenga para hacer ¡Que Viva México!

velasco_alvarez@yahoo.com