Los candidatos y sus adversidades
Luis Fernando Hernández González.
“México país de todos, los nativos de ayer, los mexicanos del pasado y las generaciones de hoy”. |
Las palabras pronunciadas por el premio nobel de la literatura Mario Vagas Llosa con motivo de su reciente exposición literaria “La llamada de la Tribu” realizada en España, aprovechó para defender su posición liberal frente a lo que él consideró las asechanzas del populismo, tanto de izquierda como de derecha que hoy en día busca mediante la democracia establecerse en el mundo, en América Latina y en particular en México.
Al ser enfático en su participación, señaló “El populismo es una enfermedad de la democracia. Nace dentro de la democracia, es un fenómeno escurridizo que a veces adopta características de movimiento de extrema izquierda y a veces de extrema derecha”, agregando que de esta forma surgió en Venezuela como una corriente reivindicadora en lo social, que después se deformó con las practicas chavistas deformando sus característi- cas que tienen hoy en día su muestra más clara de insatisfacción social y de pobreza, después de haber sido esta nación venezolana una de las más prósperas y ricas del sur del continente americano.
Al referirse en particular a México, dejó en claro este riesgo por el cual transita la política electoral de este país y los señalamientos que proyectan las encuestas en donde muestran una tendencia, que favorecen a Andrés Manuel López Obrador, que de hacerse realidad traerá graves consecuencias tanto en el ámbito social, económico y político para la sociedad mexicana, puntualizando: “Mi esperanza es que haya suficiente lucidez como para ver a dónde conduce ese suicidio de votar por el populismo, de votar por la demagogia, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero”, el ejemplo “Uno de los países potencialmente más ricos del mundo es hoy un país que muere literalmente de hambre”, expuso.
En lo referente a la participación del candidato de derecha conjugado en una extraña alianza con la corriente “izquierdista” representada tanto por el PRD como por Movimiento Ciudada- no, su joven candidato Ricardo Anaya Cortés, lanzándose a diestra y siniestra, fue incisivo calificando a sus adversarios de prácticas corruptas y señalamientos provocadores además de pendencieros, mas nunca imaginaba que por sus propias expresiones, caería bajo las redes de la investigación y la duda en cuanto a la conformación de una riqueza que la misma autoridad califica de dudoso origen y que hoy en día está sujeta a una exhaustiva investigación tanto por su origen como por su procedencia de acumulación con una gran sospecha de supervisión fiscal.
Al haber transitado la circulación de este dinero por distintos países del mundo, al amparo de prestanombres, generó una suspicacia de temor para quien lo hacía, obligándose por muto proprio el acudir a la autoridad y realizar los señalamientos correspondientes de su origen y propiedad de estos caudales financieros, recayendo que eran de un señor Manuel Barreiro, persona cercana a Ricardo Anaya quien se habrá encargado de hacer estas operaciones fraudulentas para después traerlo a las cuentas bancarias del candidato del PAN.
Hoy Anaya Cortés, se encuentra en una difícil encrucijada que el mismo se labró, bajo traiciones políticas con los correligionarios de su partido, alianzas tormentosas con sus ayer enemigos y hoy aliados, con un conjunto de mentiras económicas en sus declaraciones de gastos e ingresos, empresas fantasmas, embustes y patrañas mediáticos con los cuales pretende justificar al victimizarse, aduciendo persecución judicial para sacarlo de la contienda política.
Mas sobre todo buscando pasar sobre el estado de derecho y el enriquecimiento injustifiicable de quien busca ser una autoridad popular, obligado está para él, el calificar sus hechos turbios que le descalifican para participar y contender en este proceso electoral de 2018, situación que se aprecia comprometida a comparecer ante la justicia y la ley para aclarar su espinosa situación.
Para el aspirante a la presidencia de la república José Antoni Mede Kuribreña, del PRI, las cosas no han resultado nada sencillas y mucho menos tersas, dado el grado de animadversión y odio social provocado por sus adversarios en torno a las actividades de gobierno, el partido en el poder y sobre la misma personalidad del candidato, situación de inquina que transferida a una guerra sucia, sólo ha provocado división, odio y animadversión entre los ciudadanos, la política y el mismo interés que se debe de tener sobre las causas socia- les y los problemas por los que transita la nación.
Las encuestas muestran la radiografía del momento y sobre todo también es el resultado del estado simplista de quien las contesta, en donde hasta ahora un porcentaje de la población se identifica con el bote pronto y el castigo de la política, cayendo inclusive a la irreflexión sobre las propuestas de fondo y planteamientos de trascendencia que vengan a clarificar el sentido y rumbo en el que debe de transitar la nación.
Meade a diferencia de los otros aspirantes, se ha obligado a formalizar sus objetivos, llamar a la unidad, generar discursos de presencia, fuerza y aliento por un México de mayor justicia, equidad y oportunidades para todos, invitar a la superación educativa de los jóvenes y dar el lugar que les corresponde a las mujeres para generar el cambio social y de desarrollo que demanda el país.
Los candidatos independientes como Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, Margarita Zavala Gómez del Campo y Armando Ríos Piter, reúnen la cantidad de firmas que la autoridad del INE les obliga y con ello, piden a las mismas autoridades electorales, los espacios de difusión publicitarios y las prerrogativas correspondientes para estar en posibilidades reales de participar en la contienda, cada uno de ellos, conforme a la apreciación de los analistas electorales de continuar hasta el final, provocará deterioro tanto a las fuerzas de izquierda de centro y de derecha que existen en el mosaico hasta hoy prevaleciente y en disputa.
Después de todo esto, sólo le queda al ciudadano hacer sus propias deducciones y valorar su sentido del voto, para impulsar el proyecto de su conveniencia y determinar la construcción de una mejor nación. |