Laicidad, el Estado perfecto
Profesor Evaristo Velasco Álvarez.
Algunas definiciones:
a).- http://www.laicismo.org/detalle.php?tg=98&pg=1&pk=1095
1.- Hay que concebir la laicidad no como un producto cultural, surgido espontáneamente de una tradición particular, sino como una conquista llevada a cabo por un esfuerzo de apartarse de una sociedad primeramente sometida a la organización teológico-política tradicional.
2.- El derecho laico y sus exigencias. La laicidad exige condiciones para su verdadera y pura aplicación:
a.- Deberá ser producto de la educación popular, en donde se destruyan todos los fanatismos, políticos, religiosos, tradicionales, etc.
b.- Deberá estar plasmada como un derecho inalienable de la sociedad, donde nada ni nadie es más que la Ley y donde todos los ciudadanos son iguales ante ella.
c.- No habrá ninguna religión o culto determinado por la administración pública. Todo será en perfecta decisión de cada ciudadano, pero nada podrá estar por encima de la Ley.
3.- Respeta varios principios:
a.- La libertad de conciencia es el principio fundador de la laicidad. Cada uno debe ser libre de elegir una religión, una convicción atea o agnóstica. Y el uso de esta libertad no debe desembocar en ninguna estigmatización. Ni credo obligado ni credo prohibido. La libertad de conciencia es primordial, como lo es la libertad humana: no es un bien que se pueda perder, que sería otorgado o no, pues se inscribe en el ser de todo hombre, no en su haber. Es más amplia, más general que la libertad de religión o libertad “religiosa”, puesto que se refiere a la libre elección que permite el conjunto de las opciones espirituales. Escapa a las ambigüedades de la tolerancia política, de la cual Condorcet y Mirabeau han subrayado que implica una desigualdad entre los que toleran y los que son tolerados. Es la libertad de conciencia que asegura el primer artículo de la ley del 9 de diciembre de 1905. Semejante libertad de conciencia puede ser atacada de dos maneras. O bien por la imposición de una religión y el acoso de las demás o del ateísmo y del agnosticismo, o bien, a la inversa, por la imposición del ateísmo y la persecución de las religiones. En este sentido, La Unión Soviética estalinista acosando a las religiones en nombre de un ateísmo oficial ha atropellado en igual modo la laicidad que la España franquista la que imponía el catolicismo como religión de estado (“nacional-catolicismo”).
b.- Está claro pues que la laicidad no es antirreligiosa y que de ninguna manera responde a un ateísmo implícito o explícito.
c.- Si, históricamente, se ha convertido en anti-clerical, no es porque se haya opuesto a la religión como tal sino a la voluntad del clero de imponer un sistema político-religioso opresivo. Está igualmente claro que la laicidad no es hostil al ateísmo como tal: Rechaza simplemente el ateísmo oficial que quisiera imponerse políticamente.
b).-http://www.erikerikson.edu.uy/publicacionmensualdeprofesores/laicidad_copia(1).htm
1.- Si la laicidad comprende además “la convivencia de individuos distintos en un ámbito común donde puedan libremente expresarse”, entonces no habrá tanta seguridad como en la definición anterior, pero se abrirá un campo de discusión, de discernimiento, de contraposición, un ámbito donde se destaque la sana critica de las ideas.
2.- Si bien en un primer análisis o lectura estos conceptos podrían aparecer como definiciones correctas, con las que todos en menor o mayor medida podríamos estar de acuerdo, creemos que igualmente estamos en un concepto de laicidad conservador, que está sin terminar. Como veremos no son precisamente estos ámbitos los espacios más adecuados para la formación de la personalidad humana, pues en uno faltará la expresión del pensamiento y en el otro la gradualidad objetiva de la enseñanza.
3.- Veamos, en la primera definición que hemos dado sobre la laicidad se conseguía una sensación de seguridad estable, pero en cuanto a nuestra capacidad de elección esta no sería mejor que el que podríamos obtener de cualquier ámbito público del Estado en donde los individuos de una sociedad no hacen más que compartir determinados servicios básicos, nada tendrá lógicamente que ver con la formación del ser humano, estos tendrán que ver más bien con ámbitos de respeto básico.
4.- En la segunda definición un poco más acabada en la medida que se nos permite expresar nuestras ideas es decir existe una convivencia activa entre personas, igualmente debemos advertir que son situaciones un tanto peligrosas ya que la falta de oportunidades para acceder al conocimiento hará que se impongan necesariamente los más convincentes, los más fuertes en sus ideas quienes en definitiva procurarán captar adeptos con el afán de convertirse en líderes o caudillos de una causa, generalmente la suya propia. O sea que se generarán igualmente vicios en esta práctica liberal.
5.- Ciertamente el espíritu de laicidad moderno, es forjar hombres libres y la verdadera libertad es la de poder lograr una elección cotidiana personal por si mismos, lo menos contaminada posible de la influencia de un grupo de valores predeterminados. Esa elección solamente podría lograrse en ámbitos donde no haya solamente un espíritu de tolerancia hacia la diversidad de ideas, sino donde haya una real exposición y análisis de todas y cada una de esas formas de pensar de manera respetuosa, y esto como paso previo a la elección del camino a seguir.
Aunque son cuestiones de la ideología y son concepciones de la vida y sus aspectos, podemos ver que la laicidad es el estado perfecto, donde todos respetan a todo y a todos; donde los ciudadanos, en lo individual y en lo colectivo, viven en una paz real garantizada por el honor de todos, enfocados en el engrandecimiento de la patria, como el inicio primordial de la convivencia. Defendamos esto para ¡Que viva México!
velasco_alvarez@yahoo.com
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