Nerviosismo en el
grupo gobernante
Eduardo Ibarra Aguirre.
El nerviosismo distingue al grupo gobernante y su jefe a 9.5 meses de entregar la Banda presidencial a José Antonio Meade -que es la apuesta más importante de Enrique Peña Nieto después de ser presidente-, Ricardo Anaya o Andrés Manuel López Obrador quien sigue en primer lugar de las preferencias ciudadanas y 11 puntos abajo el queretano en segundo sitio, mientras el candidato de Los Pinos persiste en un lejano tercer lugar.
Amigos del nonagenario Partido Revolucionario aseguran en privado que superarán tan difícil coyuntura porque disponen desde 34 mil millones de pesos (EHJ) y hasta de 2 billones de pesos (EMM), cantidad que es una locura, para invertir las tendencias y ganar la silla presidencial para un “candidato ciudadano” y “muy preparado”. Nunca aclaran para qué programas y políticas, pero no pueden ser otras que las inauguradas por Miguel de la Madrid en 1982 y aún vigentes con las actualizaciones pertinentes.
La seguridad de mis fuentes informativas no concuerda con los hechos que exhiben a un gobierno desesperado, en desbandada para poner a salvo a funcionarios que buscan el fuero legislativo para que el brazo de la justicia a secas, pero también la sexenal, no los alcance.
No otra cosa revela la modificación de las medidas cautelares concedidas como parte de la prisión domiciliaria (16-XII-17) a Elba Esther Gordillo, pues ya no podrá recibir llamadas telefónicas, visitas, acceso a internet y a otros medios porque según los argumentos de la Procuraduría General de la República expuestos ante el juez Alejandro Caballero Vértiz: “El uso desmedido de los medios de comunicación que tiene a su alcance, evidentemente (sic), podrían desestabilizar la paz y seguridad del Estado mexicano; por tanto, resulta imperioso que se establezca un régimen de control de comunicaciones”. Y la lista de visitas al domicilio de Gordillo Morales será sometida a la aprobación de la PGR.
Y todo es debido al crecimiento del movimiento diverso para impugnar a Juan Díaz de la Torre como nuevo capo del SNTE, con el padrinazgo del gobierno para imponer la reforma educativa, misma que en el último tramo dispuso a sangre y fuego (Nochixtlán, Oaxaca, 19-VI-16) Aurelio Nuño, el fracasado jefe de campaña de Meade Kuribreña.
Más allá de lo doméstico está la pretensión de Enrique Peña de reunirse con Donald Trump para abordar “la cooperación económica y el comercio, seguridad y procuración de justicia”. Sólo a Luis Videgaray se le ocurre semejante iniciativa bilateral cuando no existe gobernante extranjero más impugnado y hasta despreciado por los mexicanos y terrícolas que el magnate inmobiliario. No aprenden de sus fracasos los gobernantes aztecas, como el sucedido el 31 de julio de 2016, cuando el esposo de Melania fue recibido en Los Pinos como candidato presidencial. Y Peña sigue pagando los platos rotos.
En tanto, suenan y resonarán las conclusiones del informe Evaluación global de amenazas de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, presentado el martes 13 por el director de Inteligencia Nacional, Dan Coates, ante el Comité de Inteligencia del Senado: “Escándalos de corrupción, actividad criminal endémica y bajo crecimiento económico nutren las perspectivas para la oposición en las elecciones en México”. Escándalos que adquirirán sus verdaderas dimensiones, como es costumbre sexenal, cuando EPN concluya el mandato que ganó comprando millones de votos, como fue documentado al Tribunal Electoral del Poder Judicial y éste sencillamente lo ignoró. |