El Primero de julio, una fecha clave

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Armando Montalvo Olivo.

Para un grupo de políticos, los moreiristas, 12 años no fueron suficientes para acumular poder y dinero que nunca imaginaron tener. Y todavía se dieron el lujo de acomodar a familiares, amigos y compadres en importantes puestos dentro del organigrama estatal.

Hay quienes aseguran que el resultado electoral del próximo 1 de julio, cuya victoria final quedará entre José Antonio Meade Kuribreña, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés, definirá el futuro laboral de muchos moreiristas a pesar de que algunos de ellos se niegan a aceptarlo. Saben a la perfección que la fortuna que juntaron difícilmente se les acabará a menos que alguna autoridad judicial se las asegure o decida abrirles un proceso de investigación, situación que parece difícil más no imposible.

Según se dice Armando Luna Canales, José María Fraustro Siller, Víctor Zamora Rodríguez, Miriam Cárdenas Cantú, Hilda Flores Escalera, Verónica Martínez García, Tereso Medina Ramírez, Blas Flores Dávila, Francisco Saracho Navarro, Homero Ramos Gloria y Fernando de las Fuentes Hernández, son sólo algunos personajes coahuilenses que se juegan su permanencia en la política y en la burocracia.

En los corrillos políticos se dice que el gobernador Miguel Angel Riquelme Solís espera el resultado de las elecciones, para cortar con los funcionarios desleales en los que no confía y que siguen dentro de la nómina estatal desde hace dos sexenios.

Se insiste en que el gobernante sabe lo urgente que es hacer los reemplazos en algunas áreas cruciales como son la seguridad pública, las corporaciones policiacas estatales, los grupos de elite, la Fiscalía General del Estado y el área de finanzas, entre otras.

También se sigue insistiendo que son contados los que pueden hablarle al oído al Ejecutivo: Fernando Simón Gutiérrez Pérez, Eduardo Olmos, Xavier Herrera Arroyo, Lauro Villarreal, José Ignacio Máynez Varela y Jorge Luis Morán Delgado, quienes ya conocen a los funcionarios incrustados dentro del gobierno que deben salir por ir en contra de las políticas del mandatario estatal.

Incluso, hay ex gobernadores incómodos como Rogelio Montemayor Seguy con su Clúster de Energía y sus recomendados y Eliseo Mendoza Berrueto con su cónyuge Lucila Ruiz Múzquiz que representan desde hace años un lastre para el gobierno coahuilense.

Es cierto que estos ex gobernadores pertenecieron en su momento a grupos importantes de la política nacional. Sin embargo, los años ahora le pesan a Eliseo, y a Rogelio los negocios a la sombra del poder. Ahora nada aportan a la entidad que les dio mucho durante sus gestiones.

Por otro lado, han transcurrido seis meses desde que Riquelme Solís tomó las riendas de la entidad y la sombra de los ex gobernadores Humberto y Rubén Moreira sigue sin desaparecer del escenario político coahuilense.

Desde ahora el gobernador advierte quienes serán los candidatos ganadores y perdedores en las senadurías, diputaciones federales y alcaldías. Sabe que las derrotas de algunos de ellos serán el ocaso de sus carreras políticas por lo menos en la presente administración y todo porque no fueron los candidatos idóneos del PRI, que vive incertidumbre sobre su futuro.

El lunes 2 de julio se conocerá si Ricardo Aguirre Gutiérrez, Sonia Villarreal Pérez, Olivia Martínez Leyva, Miguel Mery Ayup, José Antonio Gutiérrez Jardon, Juan Carlos Ayup, José Jorge Ramón Montemayor, Lourdes Kamar Gómez y Everardo Durán Flores, entre otros, continúan en el aparador político o de plano se refugian en sus municipios o aceptan como premio de consolación alguna dirección de segundo nivel en el Gobierno Estatal.

Algo que sobresalta a los detractores del PRI que siguen incrustados en las dependencias gubernamentales es la lealtad y amistad de Miguel Ángel Riquelme hacia Rubén Moreira. Sin embargo, el ex mandatario sabe que en política todo puede suceder. Y como muestra basta un botón: lo que sucedió entre él y su hermano Humberto.

La fecha se aproxima, y las encuestas elaboradas por empresas serias y otras que no lo son, favorecen por 20 puntos arriba para que Andrés Manuel López sea el virtual ganador en la elección presidencial, pero se dice que existen planes A, B, C, para que el resultado beneficie al partido que ha dirigido al país desde hace casi 9 décadas. Pero nadie atina a decir cuáles son dichos planes mágicos que harían que ganará la elección José Antonio Meade Kuribreña.

El ex gobernador Rubén Moreira y sus colaboradores que participan en forma directa en la estrategia política-electoral de “Pepe Meade” saben desde hace tiempo que conquistar el triunfo no es fácil si se considera que el candidato priista se mantiene en tercer lugar y en ningún momento se le ha acercado a sus adversarios que continúan ganando adeptos.

Pero la unica verdad es que la “moneda está en el aire” y todavía hay quienes piensan que cualquiera de los tres principales candidatos citados puede resultar triunfante por una sola razón: en México todo puede ocurrir, porque se vive en una vulnerabilidad diaria y donde las leyes de todos los niveles pueden ser “pisoteadas” por cualquier delincuente de “cuello blanco” o de “barriada”.