Ahora resulta que no entienden porqué perdieron las elecciones

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Jesús M. Moreno Mejía.
ed. 354, agosto 2018

Después de 70 días al frente del CEN del PRI, René Juárez Cisneros renunció al cargo que se le había encomendado para hacer triunfar a José Antonio Meade, candidato de ese instituto político, sin éxito. Fue sustituido por Claudia Ruiz Massieu, quien declaró que el PRI tendrá un período de reflexión sobre las causas que influyeron para obtener la derrota en la elección de nuevo Presidente de México.

Al anunciar René Juárez que dejaba el puesto de presidente para atender su nueva enco- mienda como legislador, se preguntó públicamente en relación a la respuesta del electorado: “¿Nos cambiaron porque no cambiamos?” para luego responderse a sí mismo: “Creo que no entendimos a la sociedad”, no obstante que a inicios de mayo de este año afirmó ser “un priísta de cepa al rescate de nuestro partido” y “pobre de aquel se derrote antes de tiempo” (¿¿??).

Claudia Ruiz Massieu. No se atrevió ha hacer una limpia.

El hecho es que México se movió el 1 de julio de 2018, para dar paso a lo que se afirma es el inicio de la “Cuarta República”, dados los anunciados cambios de estructura gubernamental, dejando atrás el sistema político caduco establecido desde hace décadas.

Un priísta de años (Samuel Aguilar Solís), dedicado ahora a analizar la situación política de los últimos años, afirmó en reciente artículo titulado “El cambio político”, que dados los resultados de la reciente elección de nuevo Presidente de México deberíamos recordar lo señalado por Carl Marx a mitad del siglo XIX: “Todo lo sólido (en política) se desvanece en el aire”, y por lo tanto “el cambio que habrá de producirse en el sistema político mexicano, será y está siendo de una magnitud tan profunda que sin duda una nueva arquitectura política habrá de surgir en el corto plazo”.

Pero volviendo a las declaraciones de Claudia Ruiz Massieu, aparte de indicar que el PRI está obligado a reflexionar las causas que influyeron para obtener el resultado en la pasada elección, donde los votantes fueron claros al rechazar el proyecto que propuso el tricolor, planteó posteriormente la posibilidad de refundar ese partido, sin descartar la posibilidad de cambiar hasta el nombre de ese instituto político.
La nueva líder del Revolucionario Institucional se manifestó a favor de que el partido que se proclamó heredero de las causas revolucionarias, se acerque en un futuro próximo a la social democracia.

Al ser entrevistada recientemente por el diario “Reforma”, Claudia Ruiz Massieu se refirió (ahora sí) a los errores que llevaron al PRI a la crisis por la que atraviesa, así como a la necesidad de llevar a cabo una limpia al interior del partido y de su propio futuro tras el rechazo de la ciudadanía.

También se admitió que todos los integrantes de la cúpula del PRI tuvieron alguna responsabili- dad en el resultado del proceso electoral pasado, pero lógico es que sin dar el nombre de ninguno de dichos políticos, dentro de los cuales quedarían incluidos Enrique Peña Nieto, Enrique Ochoa (ex líder del partido que llevó a cabo la mayor parte de la campaña de José Antonio Meade), y sin embargo Claudia no se atrevió a realizar “una limpia” en el Revolucionario Institucional.

Prueba de esto último es que queda como nuevo secretario general del PRI, Rubén Moreira Valdés, ex gobernador de Coahuila (no obstante estar señalado públicamente como un político corrupto), simplemente por ser un elemento protegido por Enrique Peña Nieto.

Por otro lado, el resto de los partidos políticos principales (Acción Nacional, Verde Ecologista de México, de la Revolución Democrática), están en un vilo de refundarse o incluso de desaparecer, cuando menos a nivel estatal, por no tener el mínimo requerido para mantener su registro.
Lo que sucede con dichos partidos es que se encuentran divididos hacia el interior. Muestra de ello es que en el PAN existen nueve prospectos para encabezar la dirigencia ese partido: Ernesto Ruffo Appel, senador por Baja California; Héctor Larios Córdova, senador y consejero nacional y estatal de ese partido; Juan Carlos Romero Hicks, actual senador y próximo diputado federal; Marco Adame Castillo, ex gobernador de Morelos; todos ellos del ala conservadora del PAN).

Pero también están Roberto Gil Zuarth, senador con licencia, ex secretario particular del ex presidente Felipe Calderón; Jorge Luis Preciado, senador por Colima, identificado como anayista; Marco Antonio Cortés Mendoza, coordinador parlamentario de los diputados de su partido identificado como anayista. Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla; y Francisco Búrquez, senador por Sonora.

Finalmente comentaremos que el PRD se encuentra en etapa crítica, debatiéndose si se disuelve o se refunda, pues mientras Juan Zepeda se pronuncia por un nuevo partido, Manuel Granados propone su reconstrucción. El primero de ellos es integrante de la corriente “Alternativa Democrática Nacional” del propio partido, quien reconoce que su partido está en etapa crítica, para luego afirmar categórico: “lo real es que está en un momento terminal”; mientras Granados se pronuncia por refundar , crecer y recuperar su partido.

Todo lo anterior es un breve recuento de cómo se encuentra el caduco sistema político nacional, que con los cambios anunciados por el virtual nuevo presidente del país se avizora, ciertamente un cambio estructural a nivel nacional. ¿O usted que piensa sobre el particular, amable lector?

¡Hasta la próxima!