Las consultas ciudadanas no son democracia

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por Luis Eduardo Enciso Canales

Organizar consultas ciudadanas, a modo, es solo un espejismo para simular que se avanza hacia una democratización, si esto además va acompañado de un criterio descalificador y de desconfianza para los organismos ciudadanos y/o comunitarios que se han construido en México, entonces representa más un retroceso que un avance. No puede existir una democracia si no hay una verdadera participación de los ciudadanos en la toma de decisiones de los gobiernos, la ciudadanía se deben involucrar activamente en la vida pública del país o de su comunidad puesto que ellos son la piedra angular donde se cimientan los asuntos del pueblo, es por eso que se deben crear condiciones que permitan la participación real y verdadera, y no sólo quedarse en la organización “eventual” de una consulta como la única vía para la participación porque solo representaría un placebo social para atenuar la necesidad de la gente por opinar, el destinar acciones de gobierno para fomentar la organización social obliga a éste a invertir recursos para fortalecer dichas agrupaciones, trabajar en un verdadero proceso de integración de los ciudadanos implica abrir las puertas para que la sociedad entre, se entere, reflexiones, dialogue y decida, en el marco de un empoderamiento de la sociedad para que las discusiones sobre los asuntos públicos se den en igualdad de circunstancias.

La apertura involucra a la transparencia, es quizás por eso que los gobiernos (del partido que sean) les preocupa tanto abrirse a una participación más directa de todos, más activa, más informada y capaz, así el resultado nos haría a todos corresponsables, por eso los gobiernos totalitarios no les gusta compartir ni sus logros, ni sus fracasos, dependiendo del resultado o se cuelgan una medalla, o si fracasan cuentan con un blindaje al no tener testigos externos de sus errores. En materia de democracia no es posible ni deseable aspirar a las soluciones infalibles ni al pensamiento único o terminal, porque en cuanto a la participación mucho es aun lo que debe ser puesto sobre la mesa y ser ensayado. Estamos en pañales en este tema de la participación ciudadana dentro de la vida de las administraciones públicas, la estrategia del gobierno federal de tomar ciertas decisiones, que no todas, a través de “consultas”, no representa que somos más “democráticos”, es en sí solo una “democracia plebiscitaria” y por consiguiente muy limitada ya que esta fórmula, en cierto modo, lo que busca es concentrar poder a partir de la creación de una ilusión que genera una sensación artificial de participación y no es que la participación ciudadana constituya en si un riesgo para la democracia. Lo que constituye un riesgo es el uso discrecional, desregulado y sesgado, de los procesos de una consulta.

Es por esto mismo que se deberían regular dichas encuestas para limitar el riesgo de que “un líder carismático” pueda, desde el poder, interpretar y manipular la opinión de las masas. Amén de continuar trabajando en el fortalecimiento de todas las organizaciones de la sociedad sin descalificaciones por el hecho de pensar diferente. De hecho es la pluralidad de las ideas, las visones y nuestras diferencias sociales la base donde se sustenta la democracia, es lo que le da equilibrio al ejercicio del poder y asegura la libertad, el gobierno actual y su organización política, MORENA, son beneficiarios directos de los avances logrados en el campo electoral en donde los procesos de democratización y de ciudadanización de los órganos electorales abrieron la posibilidad de la llegada de una segunda alternancia en México en el gobierno federal, ahora con un partido de izquierda. Por eso aunque en apariencia las consultas ayuden al fortalecimiento de la democracia, ellas esconden una serie de problemas y dilemas que requieren de nuestra atención. Mal conducidas, las consultas ciudadanas podrían erosionar los mismos fundamentos de la democracia. Por lo mismo, la sociedad debiese estar atenta al canto de las sirenas que señalan que el remedio para nuestra alicaída gobernanza está en el ejercicio directo de las urnas.

luis_enciso21@hotmail.com