Miscelánea. El lenguaje en la era digital

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José C. Serrano Cuevas.

Juan Domingo Argüelles es poeta, divulgador literario ensayista y editor. Cursó los estudios de Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha publicado quince libros de poesía y una veintena de ensayos literarios y estudios sobre la lectura.

En marzo de este año hizo público un ensayo de su autoría, que intitula El nuevo analfabetismo: descuido y deterioro en el uso del lenguaje. En el texto plantea claramente la necesidad de proteger y mantener el sistema que nos permite comunicarnos y entendernos. Retoma palabras pronunciadas por don Pedro Salinas: «comunicarnos y entendernos antes de que sea demasiado tarde y acabemos siendo, en más de un sentido ‘los nuevos analfabetos’.

El ojo experto del lector asiduo advierte los atentados que ha sufrido la lengua española en la ortografía, en la precariedad de vocabulario, el uso y el abuso de anglicismos, el desconocimiento del significado de las palabras y de su uso adecuado para expresar ideas.

«Que la gente hable y escriba a su capricho no quiere decir que tenga razón. La tendrá únicamente, cuando su capricho sea compartido por la generalidad de los hablantes y escribientes de su lengua, ya que entonces se convertirá en norma para todos. En esto consiste la evolución del idioma, impuesta siempre por la realidad», afirma en ensayista.

Los vicios asimilados por los hablantes y escribientes se afianzan a tal grado que eliminarlos resulta muy difícil. Son más empecinados por su carácter cotidiano, por su frecuencia. El deterioro del idioma que causan los malos hábitos comenzó a notarse más claramente a partir de la segunda mitad del siglo XX.

En las décadas previas las personas se esforzaban en hablar y en escribir con corrección, no sólo para darse a entender mucho mejor, sino porque la materia del idioma era indispensable desde la educación básica, y por eso había médicos, abogados, ingenieros, profesores que escribían bien. «Pero hoy no escriben bien ni siquiera los graduados en Letras y, muchas veces, ni siquiera los escritores celebrados y galardonados», menciona el autor del ensayo.

Juan Domingo Argüelles cita en su trabajo al doctor en lingüística, filólogo, investigador y académico experto en el estudio de la lengua española José G. Moreno de Alba: «Una de las más evidentes ventajas de contar con una normatividad lingüística, aceptada por todos, es la unidad del idioma. Y quizá donde esto se manifiesta con mayor claridad es en la ortografía. Así se trate, en su mayoría, de reglas arbitrarias, las normas ortográficas garantizan, en este nivel, la unidad de la lengua».

Instalados en la era digital hablantes y escribientes de la lengua española, se pintan solos para mutilarla despiadadamente. El instrumento más utilizado para cometer tal barbaridad es el teléfono celular equipado con múltiples aplicaciones. Muchos de los códigos inventados por los usuarios son indescifrables. Si la finalidad del aparato es facilitar la comunicación entre las personas, el uso que se le da es diametralmente opuesto. Van estas dos perlas como ejemplo: KIERES SR MI NOVIA/OMG KLARO K SIIIII XD.