José C. Serrano Cuevas.
En algunos países regidos por el derecho islámico, existe el gran código de conducta llamado Sharia, que contiene las acciones prohibidas y permitidas entre los integrantes de la sociedad. En los códigos especiales que lo conforman están los relacionados con la pena de muerte, la lapidación, la flagelación y la mutilación.
Aunque, con frecuencia, el gran código es objeto de disputas, puesto que su aplicación no es dogmática y funge más bien como guía moral de comportamiento, está instituida en estados islámicos como Afganistán, Irán y Pakistán.
Las acciones penadas son concebidas como Hadud, e incluyen adulterio, homosexualidad, consumo de alcohol, asaltos y robos. Cada pena se determina según el crimen. El robo sin homicidio es el que impone la pena de amputación de la mano con la que el infractor cometió el delito.
Un salto considerable en el tiempo y en el espacio, permite recordar que en el primer debate presidencial, que tuvo lugar el domingo 22 de abril de 2018 por la noche, el candidato independiente a la Presidencia de la República Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, “El Bronco”, atrajo los reflectores por una sola declaración: “Tenemos que mocharle la mano al que robe en el servicio público”.
Suena a una propuesta que atenta contra todo derecho fundamental, pero en el contexto de otros códigos penales no sólo es verosímil, sino vigente.
“El Bronco”, en un ataque de amnesia, pretendió enterrar su pasado priista y el costal de mañas que trae adherido a la espalda.
Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón es originario de Galeana, Nuevo León, donde nació el 28 de diciembre de 1957. Su carrera política arranca cuando se afilió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1980. El ingeniero agrónomo fitotecnista fue nombrado en 1990 como secretario de la División de Acción Juvenil de la Confederación Nacional Campesina (CNC), uno de los tres sectores del PRI.
Su carrera política siguió en ascenso, pues de 1991 a 1994 fue diputado federal como militante del PRI; de 2009 a 2012 estuvo al frente de la alcaldía de García, Nuevo León, al amparo de dicho partido. Buscó la gubernatura de Nuevo León bajo las mismas siglas, pero el otrora partidazo le negó el apoyo. Esto dio pie para que “El Bronco” se lanzara por la vía independiente, y ganó el cargo el 7 de junio de 2015.
Pero, la suerte no es para siempre. El 23 de octubre pasado, Samuel García Sepúlveda, senador de Movimiento Ciudadano (MC), presentó tres denuncias contra el gobernador de Nuevo León, Heliodoro Jaime Rodríguez Calderón. Las denuncias las realizó en la Ciudad de México ante la Fiscalía Anticorrupción de la Fiscalía General de la República, la Unidad de Investigación Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Procuraduría Fiscal.
Los presuntos delitos cometidos por el gobernador son compraventa de facturas, evasión fiscal, peculado y cohecho. El senador denunciante dijo que ya tienen “arrinconado” a Rodríguez Calderón por las diversas denuncias penales presentadas en su contra. Además, aseguró que cuentan con suficientes pruebas que dan soporte al proceso que ya está en marcha.
Según la trayectoria de los acontecimientos impulsados por el MC, Rodríguez Calderón puede ser el destinatario de la profecía que lanzó la noche del domingo 22 de abril de 2018. ¿Quién le cortará -simbólicamente- la mano?