La revolución mexicana en la laguna

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 Juan Martínez Veloz.

*Fragmentos reelaborados mi libro “Torreón; Historia y Prospectiva de la Ciudad de los Grandes Esfuerzos” Editora Laguna, México, 2004.

El libro La Sucesión Presidencial de 1910 escrito por Francisco I. Madero en San Pedro de las Colonias, Coahuila en 1908 tuvo una enorme resonancia por su tiempo.  El texto de Madero contribuyó a desatar la Revolución.

            El líder y paisano coahuilense quería un cambio político, convencido de que todas las transformaciones (económicas y sociales) que el país necesitaba vendrían como consecuencia. Llamó a tomar las armas en octubre de 1910 para el 20 noviembre próximo de ese año (no cualquiera se atreve).

En este contexto, Madero expide el 5 de octubre de 1910 el Plan de San Luis Potosí para tomar las armas contra el gobernante Porfirio Díaz el 20 de noviembre siguiente.

El levantamiento inicial se realizó en varios lugares de Chihuahua, Coahuila, Durango y Sonora.

En la Laguna los hechos sucedieron así:

Al caer la noche del 19 de noviembre de 1910 en una hacienda abandonada de Gómez Palacio  (Santa Rosa) fue llenándose de vida: 40 conspiradores maderistas de la Comarca Lagunera y  de Cuencamè se habían dado cita para echar a andar la rebelión convocada por Francisco I. Madero[1] para el día siguiente.

 Los insurrectos se habían fijado el objetivo de apoderarse en la madrugada del 20 de noviembre de Torreón, orgulloso símbolo de la modernidad porfiriana, pronto hubieron de modificar su propósito inicial, ya que al lugar acudieron menos de la mitad de quienes se suponían llegarían. Así las cosas, los jefes maderistas decidieron tomar Gómez Palacio en lugar de la vecina Torreón[2].De esa forma empezó la rebelión en la Comarca Lagunera, que asumiría proporciones nacionales y que aportaría numerosos soldados a la revolución[3].

La concentración de la tierra y los conflictos de los terratenientes con los pueblos libres no eran nuevos, pero la dictadura porfirista los agudizó, sacando a la superficie viejos problemas y creando otros nuevos. Esos conflictos convirtieron a la región lagunera en un foco revolucionario de gran potencial en las agonías del Porfiriato.

Inicialmente, los trabajadores permanentes de las haciendas (peones) no participaron significativamente en la lucha armada a pesar de que el jefe de la Revolución, Francisco I. Madero, era un prominente hacendado que, como ocurrió en otras regiones del país, pudo haber armado a sus empleados conduciéndolos a la revuelta, pero no lo hizo. Sin embargo, los campesinos libres y los jornaleros eventuales de la Comarca sí tomaron las armas.

            En la Laguna existían una gran cantidad de haciendas, hoy quedan las ruinas de algunas de ellas en la Loma, San Fernando, San Fernando, Tlahualilo, Rodeo, Pedriceña, Mapimí,  en los municipios de la Laguna de   Durango; Jimulco, Santa Ana de os Hornos, Finisterre, Hacienda del Coyote en Francisco I. Madero,  Hormiguero en Matamoros  y en varios ejidos de San Pedro de las Colonias en  Coahuila.

 Los jornaleros eventuales vivían hacinados en los lugares cercanos a las estaciones de ferrocarril (no en las ciudades, porque Torreón, Lerdo y Gómez Palacio  se incorporaron a la rebelión cuando ésta ya había iniciado.

            Numerosos jefes y oficiales revolucionarios surgieron en la Comarca Lagunera (originarios o residentes en ella) entre ellos podemos citar a: Eugenio Aguirre Benavides (de Parras), Juan Pablo Estrada Lozano, Gregorio García (de Matamoros, Coahuila), José Isabel Robles (de Jalpa, Zacatecas), Manuel Medinabeitia (de Mapimí, Durango) Pedro Rodríguez Triana y José María Rodríguez. Mención especial requieren Federico y Roque González Garza, cercanos colaboradores de Francisco I. Madero y después de Francisco Villa.

Dionisio Reyes (de Durango capital avecindado en Gómez Palacio), Jesús Agustín Castro (de Lerdo), Orestes Pereyra (del Oro, Durango), Sixto Ugalde (de Matamoros, Coahuila), Enrique Adame Macías (de San Pedro de las Colonias), Calixto Contreras y Severino Ceniceros (de Cuencamé, Durango), Juan Pablo Estrada (De las Nieves, avecindado en Gómez Palacio), Epitacio Rea (de Lerdo, Durango), Benjamín Argumedo (de Congregación Hidalgo, Coahuila).

Debido a su estratégica posición geográfica y económica, la región fue un punto de interés para todos los bandos en la lucha revolucionaria, al ser un lugar imprescindible por el cruce de los trenes; el Ferrocarril Central (México- Ciudad Juárez), Ferrocarril Internacional (Durango-Piedras Negras) y Ferrocarril Torreón- Monterrey con una gran cantidad de ramales.

            El fin de la pizca de algodón reactivó de tal modo la rebelión en la Comarca Lagunera que para fines de enero de 1911 había más de 2,000 hombres armados.

            En febrero de 1911 la guerrilla rural fue creciendo en número e importancia. Antes de que terminara el mes el campo lagunero estaba en manos de los rebeldes y el gobierno había abandonado a su suerte la línea del ferrocarril de Torreón a Durango, concentrando sus esfuerzos en la defensa de las vías Saltillo-Torreón y Torreón-Chihuahua.

            En este contexto, el 15 de mayo de 1911 fue tomada por primera vez la ciudad de Torreón por las fuerzas maderistas al mando de los generales laguneros Sixto Ugalde, Orestes Pereyra, Gregorio García y Agustín Castro, lo que implicó, junto con la derrota de las tropas federales en Ciudad Juárez a manos de Francisco Villa y Pascual Orozco, el triunfo de la rebelión que puso fin al régimen de Porfirio Díaz.

Luego de varias escaramuzas y tomas de ciudades en el norte del país, la caída de Ciudad Juárez el 10 de mayo de 1911 en manos de los revolucionarios el régimen porfirista se derrumbó. Ante ello, el presidente Díaz renunció.

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BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA.

ARREDONDO MUÑOZLEDO, BENJAMÍN: Historia de la Revolución Mexicana, Porrúa, México, 1977.

GARCÍA DIEGO, JAVIER: Introducción Histórica a la Revolución Mexicana, Secretaria de Educación Pública y el Colegio de México, México, 2006.

GUERRA, EDUARDO: Historia de Torreón, Ayuntamiento de Torreón, Coahuila, México, 2002.

MACHUCA MACIAS, PABLO: 1910, La Revolución en una ciudad del Norte, COSTA-AMIC Editor. México, 1977.

MARTÍNEZ VELOZ  JUAN: Torreón, Historia y Prospectiva de la Ciudad de los Grandes Esfuerzos, Editora Laguna, México, 2005.

RODRIGUEZ LAPUENTE, MANUEL: Breve historia gráfica de la Revolución Mexicana, ediciones G. Gil  S.A. de C.V., México, 1987.

SALMERÓN, PEDRO: La División del Norte, Planeta, México, 2006.

SILVA HERZOG, JESÚS: Breve Historia de la Revolución Mexicana, Fondo de Cultura Económica, México, 1966.

TERÁN LIRA, MANUEL: Historia de Torreón, Editorial Macondo, Torreón, Coahuila México, 2000.


[1] Francisco I. Madero se involucró en la política local hacia 1904. En la elección de alcalde de San Pedro de las Colonias formó el Club Democrático Benito Juárez.

[2]  Salmerón, Pedro, “La División del Norte”, Planeta, México, 2006, p.p. 153-154.

[3] Los detalles de la Toma de Gómez Palacio pueden verse en la obra de Pablo Machuca; 1910; La revolución en una Ciudad del Norte, COSTA-AMIC, México, 1977.