- La OCDE informó que la pobreza extrema en México, afectará a 19 millones de personas.
- De acuerdo con el INEGI, en nuestro país hay más del 50 por ciento de habitantes pobres.
- 15 millones de mexicanos no cuentan con el servicio de agua entubada.
Pascacio Taboada Cortina.
En una actitud filantrópica, más orientada a «una enseñanza evangélica» que a una «orientación didáctica», el presidente Manuel López Obrador emitió un «decálogo» de recomendaciones para «paliar» efectos de la pandemia de Coronavirus 19, que ya ha aplicado la «guadaña» a cerca de 20 mil personas en el país.
Incluyó de manera destacada, recomendaciones para una sana y completa alimentación de los mexicanos. Como cualquier hijo de vecino, el presidente se atrevió a puntualizar el consumo de alimentos como hortalizas, tortillas y frijol; tomar agua en abundancia y frutas de temporada.
En sus reflexiones «sesudas», en ningún momento el primer mandatario (esta expresión significa que «es el primer mandado por el pueblo», no «el primer mandón) precisa cómo le van a hacer los hambrientos y sedientos para alimentarse bien y tomar agua en abundancia.
Unos cuantos datos nos podrán dimensionar el tamaño de los problemas alimentarios y de falta de agua en México.
De acuerdo con información del INEGI, en nuestro país se tiene más del 50 por ciento de habitantes pobres, mismos que padecen, en diverso grado, desnutrición.
Por otra parte, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) informó que la pobreza extrema en México, afectará a 19 millones de personas, parte por la pandemia y rezagos anteriores.
Con relación al recurso agua potable, el gobierno tiene que reconocer que más de 15 millones de mexicanos, no cuentan con el servicio de agua entubada. Dependen, en gran medida, del reparto en pipas, con alto costo para las familias necesitadas.
Los gobiernos estatales, incluida la ciudad de México, no costean este ingente servicio, y no se cuenta con planes de construcción en el corto plazo.
La Comisión Nacional del Agua no cuenta con presupuesto para nuevos proyectos, de manera que gran parte del trabajo que realiza es la reparación de los acueductos y resane de fugas de los sistemas conductivos de agua, proveniente de pozos, y de acueductos como el Sistema Cutzamala, Linares-Monterrey, Guaymas- Empalme, Rio Colorado-Tijuana y otros.
En otro orden de cosas, hay que recordar al Presidente López Obrador, que México es deficitario en alimentos. Se ha llegado a un nivel de importación del 45 por ciento, entre maíz, con 16 millones de toneladas; arroz, con 2 millones; soya, con 2.5 millones, trigo, arriba del millón y ya no digamos de leche, carne de cerdo, res y aves.
El campo mexicano está abandonado. No cuenta con nuevos proyectos de desarrollo, de infraestructura, de productividad, de extensionismo, de reconversión productiva, etc.
Hay mucho que hacer en sector primario, pero se requiere voluntad política y que el gobierno lo apoye en lo productivo, comercial, agroindustrial y de exportación, así como en el aspecto financiero.