¿Quién gana la próxima elección? La censura del presidente o la censura al presidente

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Luis Fernando Hernández González.

“El destino incierto de la nación en una sociedad enfrentada y en conflicto, el ejemplo son las mujeres y su represión de libertad”

Definitivamente  en México todo mundo tiene la apreciación de que el activista y opositor  que fue en su momento el actual presidente, era más que efectivo al encabezar mítines y protestas con las cuales en plazas, barriadas y diversos sitios de la república, agitaba para buscar un cambio en las conciencias y apreciaciones de operación por una mejor sociedad  democrática para todos, más cabe aclarar que el López Obrador,  en el que confiaba la gente y esperaba  respuestas de avance evolutivo que satisficiera a toda la sociedad, se colapsó al llegar al poder.

Sus ideas anticorrupción, su lucha contra la deshonestidad, sus esquemas de apreciación económica y política, su apreciación de impartición de justicia, agregue usted la falta de impericia  frente a la pandemia en salud y el agravio permanente a mujeres que luchan por el respeto a sus derechos, muestran de pies a cabeza a un individuo obcecado en su forma y estilo de pensar, alejado del estadista que requería la nación, para dar pasos adelante en  sus  esquemas de modernización y progreso  que demandaba  la sociedad en su lucha de justicia social y búsqueda de bienestar.

Son definitivamente  su estilo personal de gobernar, cimentado en la autodefensa personal en donde basa su activismo operativo como mandatario, conjugando su alineación sobre conceptos de apoyos discrecionales  de una  distribución de la hacienda pública, producto de todos los mexicanos generadores de contribuciones e impuestos, que él como mandatario aplica discrecionalmente  en favor de sus esquemas mentales, dentro de un quehacer político que hasta ahora, no ha dado muestras de mejorar la calidad y eficiencia  en la vida de  la sociedad.

 Por esa razón,  los parámetros de medición en simpatía y evaluación de su persona y de su administración cada día se deterioran y van a la baja, al mostrar a sus correligionarios y seguidores  la carencia de elementos que den soporte a su defensa como partido y gobierno;  facilitando con toda claridad a adversarios y opositores, razones argumentadas que les permiten hablar de  ineficiencia y dilación, agregando el tiempo perdido que como nación y sociedad se aprecian en este tiempo  de dificultad en el conjunto del país.

Son sus peroratas mañaneras con audiencias y medios informativos cautivos, junto a la escasez de resultados evidentes, lo que muestra con toda claridad lo agotado del presente ejercicio gubernamental, generando con ello, exposiciones de verdades a medias y en más de los casos razonamientos basadas en mentiras que distintos medios de comunicación informativa le cuantifican y desmiente semana tras semana.

 Muestran en cada mañanera a un presidente tóxico, ojeroso, cansado, contestatario y  abrumado, carente de razonamientos y visión de estadista, refutando argumentaciones tribales y sin sustento de fondo, convirtiendo el ejercicio de comunicación social, en un deshago  emocional de angustia en su lenguaje y semblante del mandatario que comprende su reproche de juicio a conservadores, neoliberales, mafia del poder y fifís que solo apoyaron según el mismo López Obrador al antiguo régimen de la rapiña y el saqueo de la nación del cual asevera el presidente, fueron beneficiarios en su momento.

 De esta forma lanza su sermón  y reprimenda de verborrea  tanto a opositores, empresarios comunicadores, analistas, mujeres, editorialistas, intelectuales, árbitros del INE  y críticos de su gobierno, sobrepasando sus facultades y sugiriendo la actuación a otros poderes de la unión, sobre todo a aquellos que desde un punto de vista discordante y censor  se  muestran antagónicos a su desempeño como autoridad, sean jueces, evaluadores o legisladores, lo mismo a medios de comunicación nacional que de apreciaciones informativas de corte internacional Financial Times, Washington Post  o LatinUS.

Rayando en el absurdo, la actual administración federal al limitar la libertad de expresión en medios nacionales como Excélsior, Milenio y distintas radiodifusoras en donde ya han pagado sus consecuencias Brozo, Loret de Mola, Ricardo Alemán, Ángel Verdugo y otros, por el solo hecho de disentir con lo errático en la actuación del actual gobierno. 

Es el uso de la liberad en la expresión, el motivo fundamental que da sentido al debate y a la deliberación de ideas, haciendo que una sociedad analice, critique y evolucione en parámetros de distinción, superación, modernización y cambio para bien general, nunca cancelando la misma.

Al buscar imponer sanción y censura a las redes sociales, es buscar castrar a la sociedad; por ello destaca el trabajo realizado por la Sala Especializada del Tribunal del Poder Judicial Federal que desechó en una ponencia de la Magistrada Gabriela Villafuerte, quien fortaleció la libertad de expresión en México, pues fundó su resolución en la Constitución, la Convención Americana de Derechos Humanos y resoluciones del Consejo de la ONU. Con esto se impidió censurar y regular las redes sociales en México.

Es en sí, un mal, que definitivamente con la intervención que practica el censor en el contenido de una obra, atendiendo a razones ideológicas, morales o políticas lo que viene a afectar la evolución de la sociedad.

México se cansa y el Presidente agota su bono democrático, esta próxima elección marcara un parteaguas en la historia de la sociedad mexicana.