Javier López Medina.
Es la historia de la conquista contada por los indígenas a través de diálogos, pinturas, poemas, cantos; donde dejaron constancia de los momentos de asombro, miedo, confusión, tristeza, rabia, valentía, guerra, victoria y derrota. De todo, solo una cosa queda clara: vendimos cara la conquista.
La ruina empezó por nuestra cosmovisión y cosmogonía del universo, años antes de la llegada de los españoles a nuestras tierras, se presentaron fenómenos naturales que fueron interpretados por los consejeros de Moctezuma como presagios funestos, los cuales anunciaban el fin del imperio mexicano y con ello, la llegada del Dios Quetzalcóatl, a quién por mucho tiempo habían estado esperando para entregarle el reino, y diera inicio a una nueva era.
En esa cosmovisión del universo que rodeaba a los indígenas, los españoles fueron avistados cerca del mar. Cuando Moctezuma fue informado, entró en dudas, inquietudes, confusiones, y profundas reflexiones.
Se estacionó por unos días en el terreno de la incertidumbre para esclarecer si aquellos hombres que se veían en grandes barcos, era la llegada de los dioses o eran seres terrenales que podían venir en “son” de paz, o en “son” de Guerra.
Consultó su círculo de consejeros, hechiceros, brujos y nadie pudo dar razón; al fin sus consejeros dijeron que no los recibiera; pero Moctezuma dubitativo y temeroso de los dioses, decidió recibirlos.
Mandó una avanzada para que les llevara presentes, obras de arte decoradas en oro y las cosas más hermosas que tenían para ofrecer a los españoles.
Cortés las tomó, antes de que se fueran hizo sonar los cañones como muestra de lo que les esperaba a los indígenas. Y luego los dejó ir.
Los indígenas contaron lo que vieron a Moctezuma: hombre blancos, barbudos, cubiertos de armaduras, con caballos, cañones y otros armamentos desconocidos para los indígenas. Moctezuma se puso dubitativo, nervioso, confuso y empezó a imaginar el peor de los escenarios para su pueblo.
De ahí tomó la decisión de que Cortés entrara y fuera recibido como un Dios. Conforme Cortés avanzaba a México-Tenochtitlan, iban saliendo al paso los príncipes de los pueblos y los llenaban de oro y atenciones.
Cuando llegaron a México-Tenochtitlan, Moctezuma lo recibió como el Dios que habían esperado sus ancestros durante mucho tiempo para entregarles el reino que ahora cuidaba él.
Los españoles, a través de Moctezuma daban las órdenes de lo que querían. Mientras el pueblo los atendía. Pero los españoles querían el reino. Y reinar.
Todo cambió en la fiesta de Toxcatl que se celebraba en el templo mayor; cuando los españoles decidieron matar a todos los guerreros, mujeres y niños.
Una vez que estuvieron dentro del templo, mientras los indígenas celebraban y bailaban; Pedro Alvarado conocido como el “sol” por su color de piel, dio la orden de que cerraran todas las salidas y diera inicio la matanza.
Cuando iniciaron los asesinatos, los indígenas que estaban fuera del templo se dieron cuenta y a un solo grito inició la guerra contra los españoles.
Moctezuma quedó rebasado por las circunstancias y los guerreros indígenas dieron inicio a la guerra sin él.
Desconocieron a Moctezuma como su rey, empezaron la batalla. En ese momento comprendieron que Cortés, no era un Dios, sino un conquistador de carne y hueso que venía por el oro.
En la batalla cuerpo a cuerpo, los españoles junto con sus aliados, quedaron dentro del templo, rodeados por los indígenas, los mantuvieron cercados por varios días. Ahí pudo haber cambiado la historia.
Pero los españoles con el apoyo de los tlaxcaltecas, de Malitzin y de otros aliados, pudieron romper el cerco y salir huyendo.
La guerra continua, hasta que los españoles y sus aliados cercaron a los indígenas; los dejaron dentro de Tenochtitlan, taparon las salidas y los dejaron morir de hambre y de sed. A los indígenas que iban saliendo de sus guaridas, los iban matando.
Al fin, Cuauhtémoc el nuevo rey de los indígenas se entregó. Lo obligaron a que entregara el oro. Y Después lo mataron.
Así se escribió la historia, según la visión de los vencidos.
La obra que aquí resume, consta de los siguientes temas:
- Presentación.
- Introducción.
- Presagio de la venida de los españoles.
- Noticias de la llegada de los españoles.
- Las idas y venidas de los mensajeros.
- Actitud psicológica de motecuhzoma.
- Los españoles se ponen en marcha. Llegada a Tlaxcala y Cholula.
- Nuevo envío de presentes y la aparición de Tezcatlipoca en las cercanías del Popocatépetl
- El príncipe Ixtlilxóchitl recibe favorablemente a los españoles.
- Llegada de los españoles a México-Tenochtitlan.
- La matanza del templo mayor en la fiesta de toxcatl.
- Regreso de Cortés: la noche triste.
- Comienzo el asedio de México-Tenochtitlan.
- Incursiones de los españoles en la ciudad sitiada.
- Rendición de México-Tenochtitlan.
- Una visión de conjunto. Relación de la conquista (1528) por informantes anónimos de Tlatelolco
- Cantos tristes de la conquista.
La importancia de la obra viene en la presentación, dice lo siguiente:
“Visión de los Vencidos ha marcado el inicio de una nueva forma de historiografía cuyo propósito central es mostrar «la perspectiva y la imagen del otro». No es extraño, por tanto, que este libro concebido y estructurado por Miguel León Portilla, haya sido inspiración de otros. Esta obra en la que hablan quienes contemplaron el enfrentamiento con los hombres de Castilla, ha sido traducida ya en muchas otras lenguas como el inglés, francés, alemán, italiano, polaco, sueco, húngaro, serbo– croata, hebreo, japonés, catalán y portugués. Además de las numerosas reimpresiones que de ella ha hecho la Universidad Nacional, otras más han aparecido en castellano, Cuba y España. Como lo expresó José Emilio Pacheco, es éste “un gran poema épico de los orígenes de nuestra nacionalidad…un libro clásico y una obra indispensable para todos los mexicanos”.
*Esta reseña se escribe en el marco de los 500 años de la conquista. Que se cumplirán el 13 de agosto del 2021.