Armando Guadiana Tijerina, Marcelo Torres Cofiño, Claudio Bress Garza y Lenin Pérez Rivera son algunos perdedores en el proceso electoral 2021 en Coahuila. Los tres primeros anhelaban dirigir municipios como Saltillo, Torreón y Piedras Negras, pero fracasaron.
Los resultados demuestran que los coahuilenses decidieron inclinarse por el PRI, pero no porque sus candidatos representaran la mejor opción, sino por la estructura social que tiene, la que controlan con la entrega de apoyos mensuales, y los billetes de 200 y 500 pesos que repartieron en las votaciones del 6 de junio, lo que fue un factor determinante para que alcanzaran el triunfo esperado.
El PRI ganó 25 alcaldías, incluida Saltillo, Torreón y Piedras Negras. Subirá de 18 a 25 el número de municipios que dirigirá. El PAN dejó de ser la segunda fuerza política en la entidad. Gobernaba 10 municipios y ahora solo gobernará cuatro. Monclova será su único bastión.
Otro gran perdedor es la Unidad Democrática de Coahuila (UDC) que fundó Evaristo Pérez Arreola, que heredó a su hijo Lenin Pérez, que no solo lo hizo pedazos, sino que los llevó a que perdiera el registro como partido local al no conseguir el tres por ciento de la votación, como lo señala el Código Electoral. UDC perdió en los 14 municipios donde postuló candidatos y solo alcanzaron 6 mil 329 votos, que es un 0.49 por ciento de la votación.
No obstante, Emilio de Hoyos ganó en Ciudad Acuña, pero con el escudo de Morena, después de que en los tribunales se decidió cancelar la alianza con la UDC.
El PAN hundido por la ambición
Como alguna vez lo dijo el panista Lorenzo Burciaga, los neopanistas se han equivocado “buscan el poder solo para obtener beneficios propios”. Y no se equivocó.
Guillermo Anaya Llamas, Marcelo Torres Cofiño, Jesús de León Tello, Ernesto Saro Boardman y Jorge Zermeño Infante, son algunos de los culpables de que el PAN vaya en picada, y se encuentre lejos de ser lo que algún día representó en Coahuila.
Por si fuera poco, permitieron que Tere Romo Castillón y Marcela Valdés Carbonell, por citar algunas, fueran las candidatas “de a modo”, para que sus contrincantes políticos en Saltillo y Arteaga les ganaran arrolladoramente. Incluso, desde ahora sus mismos colaboradores afirman que en un futuro cercano se afiliarán al PRI, para ver cristalizados sus sueños políticos.
Manipulación en Morena
Sin duda, a Morena en Coahuila la manejan unos cuantos políticos locales que poco a poco se van consolidando. Ellos ponen y quitan candidatos a su antojo, y ahora buscarán el control de la dirigencia estatal del partido de Andrés Manuel López Obrador.
A algunos de estos políticos su mala reputación no les favorece. Saltillo y Ramos Arizpe son los puntos en donde sus operadores, convertidos en legisladores y regidores, hacen y deshacen en Morena. Ahora buscarán manejar al comité estatal. Y como se visualiza el escenario, es posible que lo logren.