El rapto de las Sabinas

Juan Ramón Jiménez de León.
Este pequeño relato inicia cuando las hermanas Ana Lilia y Helena fueron raptadas por los hijos de la familia Echeverria, entonces en el poder. Ellas eran hijas del fundador de LALA y exgobernador de Coahuila, Román Cepeda, quien tenía dos familias, una -la oficial- en Saltillo y otra, la no oficial en Torreón, aunque se dice que ambas hermanas eran hijas de diferentes madres, ya que Helena era una rubia preciosa, mientras Ana Lilia era una morenaza.

El hecho está en que Ana Lilia se casó con uno de los hijos del expresidente Echeverría y se separó posteriormente. Actualmente se dice que es una de las preferidas de AMLO, ya que está encargada del Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, pero que en unos años pasará a ser de propiedad de Carlos Slim, quien no sólo tiene fuertes intereses inmobiliarios en esa zona, sino que es el impulsor del Senador Alejandro Gutiérrez (a) “La Coneja”, para ser gobernador de Coahuila, o sea que si este personaje que se ha dedicado a proteger a los bancos y a promover la venta de nuestros energéticos, especialmente el gas natural de Coahuila a los intereses del grupo bushiano, este personaje sería un títere de los intereses del “Midas Mexicano” que busca incursionar en otras áreas y nuestro querido estado se le cambiaría el nombre de Coahuila de Slim.

Sólo observe que Slim tiene a coahuilenses como Ana Lilia Cepeda y Alejandro Gutiérrez en posiciones claves, una en el PRD y otro en el PRI. En Monclova tiene a los descendientes de Pepe Harb y en Piedras Negras a su nefasto Alfredo Elías Ayub en la CFE. ¿Y Helena? Bueno ahora está casada con Graco Ramírez, el grillo del desprestigiado PST (Partido Socialista de los Trabajadores) que recibía grandes cantidades de dinero de LEA para abrir los espacios a la izquierda. Este personaje es uno de los asesores de AMLO.

Siguiendo con las Sabinas: Ana Lilia Cepeda de León cursó la Licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana plantel Xochimilco y la Maestría en Economía Política (con especialidad en Demografía y Recursos Laborales) en la Universidad de La Habana, Cuba. Asimismo, cursó estudios de doctorado en Economía Política en Belgrado, Yugoslavia, esto nos dice que es uno de los contactos directos de AMLO con Cuba.

Hay que recordar que LEA inauguró verdaderos bunkers en las embajadas de Cuba, Japón y China, lo cual habla muy bien del personaje que fue el primer occidental en abrir las relaciones con China Comunista, y en apoyar a Cuba y a Japón, en 1995.

Ana Lilia Cepeda fue integrante de la delegación mexicana en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada por la ONU en Beijing, China, aunque también se dice lo mismo de Julieta Campos (cubana), esposa del exgobernador de Tabasco y asesor de AMLO, Enrique González Pedrero, y su hijo del mismo nombre se dice que es hijo del mismísimo Fidel Castro, por ello se especula que alrededor del Primer Peje está una unidad de élite cubana dirigida nada menos que por la hija del Che Guevara, Aleida y con objetivo de proteger a AMLO.

Por el lado de Cuauhtémoc Cárdenas también hay intereses cubanos, como es el caso de Lázaro Cárdenas Batel casado con una cubana y que le ha traído muchos problemas en Michoacán de donde es gobernador, dada la cantidad de cubanos incrustados en la Administración Estatal.

Todo ello concuerda con las ideas de que en una nueva política de Seguridad Nacional deberían estar todos los nexos de México con Cuba, no en el sentido neoliberal, sino en el sano sentido de México primero y luego las ligas geopolíticas de la Seguridad Nacional de México con Centroamérica. Por ejemplo, ahora que se dice que si va el Plan Puebla-Panamá al que se acaba de incluir a Colombia, podría estarse preparando la balcanización de México con el posible próximo presidente (2012) Mario Marín de Puebla. Es decir, que en esta nueva política de Seguridad Nacional habría que incluir a Colombia, ya no sólo por problemas de seguridad policíaca (narco, esmeraldas, carbón mineral de Santa Martha, textiles, etc.) sino por el mini-TLC firmado por México con Colombia y Venezuela ( petróleo, aluminio, hierro, piedras preciosas, etc.)

Por ello la mirada al sur debe de ser seria y profunda, no se trata de amiguismos sino de geopolítica real para la defensa de México; luego que nuestras comunidades mexicanas en los Estados Unidos, que según últimas cifras, ya son dueños del 40% de las casas nuevas de esa nación. Hay miles de empresas con ganancias netas de 300,000 millones de dólares, que ocupan a cerca del 50% del empleo mexicano emigrado, y con un poder de compra de 700,000 millones de dólares, superando ya el PIB de México de 650,000 millones de dólares. Por ello hay economistas que dicen que habría que regresar al término Producto Nacional Bruto para comprender el poderío de los Mexicos Plus y Bis que ya es de 1.3 trillones de dólares, es decir el 10% del PIB de EUA.

Un tema espinoso es la enorme emigración de libaneses a México y el hecho de tener al México-libanés más rico del mundo y casi dueño de la mitad de México, Carlos Slim. Sus empresas producen más del 43 % del PIB nacional, generando más empleo que CFE y PEMEX juntos. Ese grupo tiene que ser controlado, de lo contrario en próximas décadas tendremos los problemas de Medio Oriente en México, así tenemos que empaparnos de la cultura de Siria, Líbano e Israel, en especial en mi estado Coahuila, que tiene en Torreón la mezquita más grande y moderna de México. Con todo lo bueno y lo malo que ello tenga, debemos crear nuestros Centros de Información, Inteligencia y Contra-inteligencia para lidiar con estos nuevos paradigmas de la Seguridad Nacional.