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Diciembre 8, 2010
DICIEMBRE 2010, No. 261

Corrupción en la Casa de Coahuila

Los coahuilenses radicados en la ciudad de México siguen inconformes con el Licenciado Pedro Martínez Estrada, Presidente de la Casa de Coahuila en el Distrito Federal por los ilícitos que ha cometido en su gestión. Varias agrupaciones y asociaciones han dado a conocer en diversos escritos una serie de irregularidades realizadas por la actual dirigencia del Consejo de Administración, entre otras las siguientes:

-Corrupción por desvío y malversación de recursos económicos.
-Omisión en el pago de impuestos.
-Robo de energía eléctrica.
-Violación a los estatutos al modificarlos para no rendir informes mensuales financieros ni  de actividades.
-Falta de transparencia.
-Convertir la Casa de Coahuila en un negocio privado y usufructuarlo para fines personales.

Lo anterior ha generado una grave división entre los coahuilenses radicados en el Distrito Federal. Desde hace meses se espera una auditoría de la Contraloria del Estado, que no resistíría la administración de Pedro Martínez Estrada, quien fue impuesto por el anterior presidente del Consejo de Administración Francisco Guzmán Arzola, sin reunir el requisito de antiguedad que señalaban los estatutos vigentes, y que no cumplía el mínimo de honorabilidad por tener antecedentes penales por haber estado preso en un penal del Estado de Hidalgo, de lo cual él mismo se vanagloriaba.

Importantes grupos y asociaciones que aglutinan a cientos de paisanos como: “Círculo de Coahuilenses radicados en el Valle de México”, “Asociación Cívica Francisco L. Urquizo”, “Aso- ciación de Hijos y Cuates de Coahuilenses Priístas radicados en el Distrito Federal” han solicitado que se cumpla el acuerdo que motivó al gobernador Oscar Flores Tapia cuando su Gobierno compró el predio ubicado en la calle de Prolongación Xicoténcatl #10 en la Colonia Coyoacán del Distrito Federal, en el cual se ordenaba:

-Que la Casa de Coahuila fuera un centro de reunión, de convivencia, que fomentara la unidad de los paisanos radicados en la ciudad de México.
-Que se nombrara un administrador que diera participación equitativa a todos los grupos o asociaciones de coahuilenses.
-Que este predio, propiedad del Gobierno del Estado, fuera un centro cultural, turístico, de promoción económica y artesanal de la entidad, de los 38 municipios y de las paraestatales.
-Que no se lucrara con sus instalaciones.

Don Oscar Flores Tapia conocía el deseo de los fundadores de la Casa de Coahuila, A.C., entre ellos don Nazario S. Ortiz Garza, don Eduardo Hernández Elguézabal, Dr. Mario Dávila Garza y otros ilustres coahuilenses, y en reconocimiento a ellos su gobierno compró este predio.

Pero en los últimos diez años, la Casa de Coahuila fue invadida por un grupúsculo de vividores que se ha adueñado de sus instalaciones que explotan como una mina de oro, rentándola todos los días para fiestas que se prolongan hasta la madrugada, lucrando, alquilándola a los mejores postores sin importar que no sean coahuilenses, desviando a cuentas personales el subsidio que tanto trabajo y años costó conseguir, para el pago de gastos elementales como predial, agua, luz, teléfono, mantenimiento.

La escritura o Título de Propiedad de la Casa de Coahuila está a nombre del Estado y el Gobierno estatal puede disponer en todo momento de ella para corregir las irregularidades.

Actualmente el repudio a Pedro Martínez Estrada es total de los aproximadamente 25 mil coahuilenses que radican en el D.F., por tal razón sólo 50 ó 60 acuden a las conferencias, actos o comidas los miércoles de cada semana, y a algunos eventos únicamente asisten 10 o 15 personas.

Pedro Martínez Estrada, trabajó en la Cámara de Diputados cuando Humberto Roque Villanueva fue diputado federal, y desde entonces es un propagandista e incondicional del zedillista Roque Villanueva, al grado que ha convertido la Casa de Coahuila en la “Casa de Campaña” de Humberto Roque quien aspira a ser Gobernador del Estado, senador, diputado o lo que sea.

Pedro Martínez y su grupo son antimoreiris- tas. Por eso José Inocencio Rodríguez, Roberto Martínez, Francisco Guzmán Arzola le han vendido la idea al Presidente de la Casa de Coahuila que otros coahuilenses, como el rector de la UNAM, José Narro Robles, también puede ser Gobernador de Coahuila y le han rendido varios homenajes en la Casa de Coahuila. De igual manera hace unas semanas brindaron una cena en honor de Armando Guadiana Tijerina con quien también simpatizan, pues algunos son perredistas y otros panistas.

Para consolidar el apoyo que les otorga a los corruptos el subsecretario de Gobierno Sigfrido Macías, quien les ha ayudado a frenar la auditoría solicitada, Pedro Martínez con oportunismo está tratando de convencer a los consejeros de la Casa de Coahuila para que se le otorgue este año al diputado Rubén Moreira Valdez -que radica en Coahuila- la presea “Nazario S. Ortiz Garza” con la que tradicionalmente se distingue a un coahuilense radicado en la Ciudad de México.

El Contralor del Estado tiene una deuda con los 25 mil coahuilenses radicados en la ciudad de México, tan fácil que es nombrar un administrador que ponga orden, termine con la corrupción y brinde participación equitativa a todos los paisanos.