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Diciembre 8, 2010
DICIEMBRE 2010, No. 261

Poder popular

Salvador Hernández Vélez.
Adolfo Orive no fue ni es un facilitador para que la gente resuelva sus problemas, ni un asesor de movimientos populares. Tampoco un consejero-consultor, mucho menos un proveedor de servicios o un samaritano. Adolfo fue y es un organizador-sistematizador en el proceso en el cual las masas construyen su propio poder: el poder popular. Es organizador y promotor de la acción ciudadana y comunitaria. De sus propias palabras, sólo mencionaré la siguiente cita: “La teoría es un arbusto pequeño y gris; la práctica es un enorme árbol multicolor”.

Respetuoso hasta el tuétano, se apegó a las experiencias de los movimientos populares, promovió que los campesinos y los obreros contaran sus propias historias. Define a las masas como los sujetos de poder popular, los protagonistas. Investiga un problema integrado con la gente, viviendo con ellos, así fue con los campesinos y los colonos, lo analiza desde una posición social endógena, la que permite incidir en la coyuntura y transformarla. He sido testigo de ésta práctica, desde hace cuatro décadas, que tengo la fortuna de conocerlo.

Después de investigar conviviendo e interactuando con la gente, se tiene el diagnóstico de la situación, a partir de la gente y con la gente y el compromiso de transformar la realidad. Promoviendo siempre que los ciudadanos asuman su papel, al que tienen derecho y que reclaman en el espacio público de su comunidades. Orive vivió y vive con y dentro de la tensión de la lucha social.

El poder popular no es para abusar de los demás, es del pueblo, para exigir reconocimiento, reciprocidad. Es la habilidad de actuar para ser reconocido y respetado. Por eso, el método de pretextos y objetivos no es para ayudar a resolver un problema o una demanda. Va mucho más allá, es para construir la organización, luchando, y así desarrollar una base firme de poder ciudadano y comunitario.

La sistematización de lo anterior, de los movimientos sociales en varias entidades de México, las presenta Orive en su más reciente libro, Poder Popular. En las páginas de su obra, nos presenta el método y el estilo de trabajo con el cual la gente aprenda de la gente, y también describe cómo organizar un poder permanente, construyendo ciudadanía y comunidad.

A través de los protagonistas de esos procesos político-sociales conocemos las luchas de los campesinos de Chiapas para mejorar sus condiciones de vida, organizándose en uniones de crédito. Describe el esfuerzo de transformación y de apropiación de los procesos productivos de los campesinos de Bahía de Banderas, hoy Riviera Nayarita, en el cual pasaron de cultivar parcelas individuales de maíz y frijol a producir colectivamente hortalizas para exportación.

El documento da testimonio del proceso de participación de los campesinos de Sonora para constituir sus ejidos colectivos, organizados en una unión de crédito que llegó a ser la más grande del país. Tanto por el número de socios como por el monto de los recursos que administraban los propios compañeros. Nos enseña en voz de los campesinos de la Montaña de Guerrero los procesos de lucha y de organización social que campesinos de ese estado realizaron para mejorar sus condiciones de existencia.

La lucha obrera de la sección 147 del sindicato minero en la Planta 1 de Altos Hornos en Monclova, nos la transmiten los propios obreros. Relatan sus experiencias de lucha, de organización, de estrategias y de formación teórica, a partir de los propios procesos de transformación mediante un método y un estilo de trabajo. El método es el de “pretextos y objetivos” a través del cual se atienden las demandas y necesidades de la gente, teniendo en mente que lo principal es construir organización social, con la lucha empoderarse del espacio público para fortalecerse, y defender sus intereses y de esta manera, construir poder popular.

Los anteriores conceptos y muchos otros planteados en el libro Poder Popular, de Adolfo Orive y José Luis Torres fueron compartidos por el primero. Juan Monrreal y el que esto escribe fuimos encargados de realizar la presentación a finales de noviembre en el Museo de la Revolución. Fue un emotivo punto de convergencia de numerosos brigadistas de “Línea de masas”, actores de los movimientos populares, estudiantil, campesino y obrero.

Poder Popular es un libro muy oportuno, después de avanzar en la democracia electoral en nuestro país, ahora en la nueva etapa hay que construir ciudadanía y comunidad, la gente tiene que ir por el rescate de los espacios públicos. La obra nos muestra algunos ejemplos. Al mismo tiempo Torres y Orive nos dejan el reto para rescatar nuevos paradigmas de construcción de ciudadanía. La Laguna debe hacer su aportación. Los autores del mencionado texto, nos impulsan a rescatar ese significativo fragmento de nuestra historia local, del cual no existe ningún antecedente escrito. Ahí está el reto.

 
jshvelez@hotmail.com