El contenido de esta página requiere una versión más reciente de Adobe Flash Player.

Obtener Adobe Flash Player

Julio 20, 2010
Julio 2010, No. 256
El paraiso de los insectos

José Flores Ventura.
Los insectos, por si no lo había notado, son de los animales más numerosos que existen en el planeta, llegando a representar hasta un 40% de la biodiversidad agrupados en 30 órdenes y más de ¡500,000 especies! Y aún se siguen descubriendo nuevas formas alrededor del mundo. Por estas épocas es más que evidente su presencia ya sea en la ciudad o en el campo ya que con el florecimiento de la foresta y de las primeras lluvias salen en grandes cantidades, a veces constituyendo auténticamente una plaga.

Es de sorprender la cantidad que de la nada parecen surgir, los hormigueros se ensanchan para dar paso a ejércitos de miles de hormigas que se abren paso en el suelo buscando alimento, marcando su paso por senderos delimitados por las hojas secas y granos de arena a lo largo de decenas de metros alrededor de sus madrigueras. En el cielo, mientras tanto, con la humedad evaporizándose por el sol extenuante, enjambres de millares de abejas o avispas cruzan velozmente el firmamento en gran cantidad que a veces ensombrecen el suelo por donde van pasando en sordo zumbido encabezadas por las reinas en busca de nuevos lugares para hacer sus panales.

También numerosas son las chicharras que con su característico sonido ensordecen las cañadas y barriales de mayo a junio en busca de pareja, ésta es la última actividad que harán pues luego se posan inertes en las ramas de arbustos para morir desecadas bajo el sol esparciendo sus cuerpos por el suelo para ser comidos por reptiles, aves, arañas y otros insectos devolviendo a la tierra ricos nutrientes, ésta es una época de abundancia en el desierto a pesar de las inclemencias del clima.

En una ocasión viajando de la región Lagunera a Saltillo en un lugar conocido como Cerro Bola de repente el cielo se obscureció por una gran nube formada por millones de langostas (acrídidos) que a su paso tapó el radiador de los vehículos que por ese momento cruzaban. Ante tal fenómeno poco usual me detuve a contemplar su apresurado paso hacia el sur mientras devoraban todas las plantas de hoja comestible que hallaban, principalmente
en las orillas de la carretera.

También por ese lugar, pero internados en la laguna de Mayrán, son comunes en los tiempos de calor las grandes concentraciones de zancudos que tratan de picar al visitante posándose en cualquier parte del cuerpo desnudo por docenas tratando de sacar la sangre, una pesadilla para los que no están acostumbrados a ello sobre todo en las noches.

Es de sorprender que los escarabajos, que son el orden más numeroso de los insectos, ocupen tan diversos nichos ecológicos; lo mismo hay que en una sola flor de cactácea conviven en reducido espacio alimentándose de su polen, crecen, se desarrollan y se aparean mientras la flor se mantiene abierta, hasta aquellos que del estiércol de vaca hacen bolitas para llevarlos a sus guaridas subterráneas o los que hacen de su hábitat las vainas del mezquite, hojas frondosas o suculentas.

Como no recordar las bellas “mariquitas” que en las plantas de maceta se posan a descansar, o los “mayates” que con su colorido verde metálico nos llegan a recordar la niñez de hace muchos ayeres, hace poco tuve el agrado de ver muchos de ellos posando en los elotes tiernos de un campo vecino a la ciudad, una especie que creía extinta de estos lugares.

Mencionar también a las mariposas, un orden que comprende solamente en nuestra región unas 400 especies distintas; este año fueron numerosas las de la familia Papilionidae o papillos que son de las más grandes que llegan a visitarnos con su distintivo colorido con fondo negro y forma de sus alas; cruzaron los campos y la ciudad por miles, decenas de ellas se agrupaban bien en las inflorescencias de agaves como en los truenos en flor de la ciudad, llegando a contabilizar decenas en solo un árbol junto a otras especies especialmente los denominados comúnmente “gallitos” (Libytheana carinenta).

Es también el tiempo de ballet grácil de los caballitos (Odonatos) con su característico vuelo van y posan en los extremos de los tules contiguos a los charcos tratando de atraer pareja, es común verlos en casi todos los lugares donde el verdor se aglutina, al ras del suelo y en el cielo cruzando como flechas que trae el viento.

En la base de la estructura piramidal de la biodiversidad y junto a las plantas, el manto de la Tierra, los insectos han jugado desde épocas muy antiguas un papel fundamental en el desarrollo y evolución de ellos mismos y en la foresta; día a día trabajan sin cesar para asegurar su efímera existencia, para mantener desde sus inicios la cadencia de la cadena de la vida, haciendo posible la existencia de otros seres vivos más grandes y complejos como nosotros los humanos.

ver imagen 1 ampliada ver imagen 2 ampliada
 
paleoaventuras@hotmail.com
http:www.flickr.com/photos/26673777@N04/