Políticos, doble discurso y moral

Mario H. Arizpe García.
De Tamaulipas a Baja california ambos de México por la ruta del sol, y desde Canadá hasta la Patagonia por el norte-sur, para hablar sólo del Continente Americano, desde hace ya muchos años, en mayor o menor grado, se encuentran instaladas en la gran mayoría de las estructuras políticas, económicas, militares, sociales y religiosas, la doble moral y el doble discurso y sus muy cercanos socios: la simulación, la corrupción y la ineficacia, salvo honrosas excepciones, éstas confirman la regla.

Todo el mundo.- Pareciera que los ciudadanos de México, América y el mundo, se han acostumbrado al doble discurso, a las mentiras o verdades a medias, o a medias mentiras y verdades, las promesas y cínicas declaraciones se han convertido en el alimento diario y continuo que termina por envilecer, las legítimas aspiraciones de los auténticos y genuinos sueños que terminan en el catálogo despectivo: “de idealistas y soñadores”.

Interés y dinero.- El poder del dinero, los grandes intereses que premian o destruyen, las ambiciones sin límites, la manipulación y el cinismo de quienes controlan, agarrados de la mano con la ignorancia, la necesidad, el deseo de salir de los entrampados esquemas, la obtención de lejanos paraísos, los estilos de vida prometidos y en ocasiones el más elemental acto de supervivencia, robustecen y fortalecen más, esta cultura de semi aceptación de todo lo que es doble y simulador, engañoso y perverso.

Congruencia divino tesoro.- La congruencia y los valores se debaten ante disyuntivas de conciencia o beneficios manifiestos, de ideología o intereses, y es así que las grandes mayorías terminan por claudicar, aceptar, o ignorar, aceptando una realidad que permite clonar con machacosa insistencia el mismo escenario que en principio no se acepta o se rechaza. Poderoso caballero don dinero, vuelve a salir triunfante, sonriente y con la certeza de sus resultados, el engaño se encuentra tan bien camuflajeado, que don poderoso caballero se da el lujo de tomar mil formas y rostros que le permiten clonar y perpetuar sus objetivos.

Ensayos sobre lo mismo.- En los ensayos de José Ramos Mejía se mencionan algunos conceptos que ayudan a visualizar lo antes dicho, su obra matiza oraciones como las siguientes: “el simulador es un mentiroso emotivo por excelencia que presenta una incoercible verborragia, una oralidad verbosa cargada de colores chillones y una pose sugeridora”. Después de dicho lo anterior, suaviza sus palabras, diciendo “el hombre guarda un paralelismo con algunos animales que en forma natural tiene la habilidad del camuflaje, la simulación física y la coraza que le permite defenderse del medio”.

El pan de cada día.- Más adelante prosigue con su ensayo, diciendo: “una forma más de engaño y simulación es la de la silenciosa solemnidad propia del imbécil afortunado, se trata de aquel a quien la suerte lo llevó al poder, pero al no tener talento, se protege de su idiotez en el silencio” o, como propone Ramos Mejía, “son caudillos silenciosos por anemia cerebral”. Las agudas afirmaciones del autor de este ensayo, nos trae a la memoria inmediata una larga fila de líderes, gobernantes y supuestos guías morales, que sin tener una pizca de talento e inteligencia, sensibilidad social y menos autoridad moral, y que por razones que todos conocen y desconocen a la vez, han pisado la alfombra del poder.

Palabras y Hechos.- El discurso y la imagen simuladora no tendría mayores efectos, si sólo se quedara en esto, el problema es que las palabras y actitudes permean a las acciones y así se ve que los multicitados líderes y dirigentes son la encarnación viva de la prolongación de los mismos problemas o como decimos acá en México, “Más de lo mismo”. La contraparte de esto sería, programas o intentos serios por aportar (acercamientos cuando menos) soluciones terminales de problemas añejos y no una administración más de recursos etiquetados, donde en el mejor de los casos lo que hacen es: administrarlos honestamente, asunto por demás raro en nuestro país.

Etiquetas: peligro y advertencia.- Como el ensayo de J. Ramos es bastante extenso, sólo agregaré un remate de conceptos que todos y en cada lugar de la tierra podrán identificar: “En toda la sociedad también, está el peligro de inversión de valores y que el simulador en su posibilidad de ascenso, accese el poder con el peligro que esto representa para todos, caso altamente probable, por la imposibilidad de detectar a tiempo, la calidad y autenticidad de quienes pujan por incorporarse a los círculos prestigiosos”.

Importancia de la educación.- Lo extraño del caso es que los conceptos vertidos por J. Ramos M. tienen alrededor de 100 años y la vigencia y aplicación tienen en definitiva un uso actual y en cualquier lugar de la tierra, como vigencia tienen también tres frases del pasado: “Razonar tu voto a la hora de elegir, es hacer patria”, autor anónimo; “Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”, Albert Einstein; “Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”, John Ruskin.
Con lo anterior deseo expresar que la educación integral es y seguirá siendo el mejor antídoto, contra toda esta clase de males, que resultan en México un pesado lastre.