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Julio 20, 2010
Junio 2010, No. 255

Pensando en voz alta....

La justicia mexicana y el circo político

Ernesto Lenin Robledo Romero.

Reza un adagio popular: “No hay nada nuevo bajo el sol”, sin embargo quién escribió esto, nunca pensó en la política a la mexicana. Esto lo traigo a colación por los acontecimientos de los que ningún mexicano puede estar orgulloso: el primero, el caso de la niña Paulette, quien según la versión oficial, falleció de asfixia, víctima de un accidente en su cama.

Aun cuando la Procuraduría General de Justicia del Estado de México ha dado versiones, avaladas por especialistas, de cómo pereció la menor, y después de haber cesado al Procurador Alberto Bazbaz, nadie ha podido responder con coherencia, a casi 90 días del suceso, lo que todos nos preguntamos: ¿Cómo es posible que un cadáver pueda permanecer nueve días sin presentar olores fétidos? ¿Cómo es posible que en el lugar donde encontraron el cuerpo de la menor hayan dormido y convivido varias personas sin darse cuenta? ¿Cómo es posible que la niña de cuatro años pudo autoasfixiarse en su propia cama, en un espacio de no más de 15 centímetros?

Pero lo más patético e inverosímil es que sin haber respondido estas dudas se haya cerrado el caso, aún cuando hubo otras cuestiones que tampoco aclararon, como la versión del préstamo que iban a solicitar los padres de Paulette a la comunidad judío-libanesa, o el posible carpetazo al caso debido a las relaciones íntimas que la madre de la niña tiene con el exgobernador Montiel.

Sin embargo, debemos estar “satisfechos” con las autoridades de Edomex, porque cuando menos utilizaron el término muerte por asfixia y no salieron con que se había suicidado como aquel funcionario del registro de vehículos que se “suicidó” de varias puñaladas en la espalda.

Otro suceso que llamó mi atención fue el circo que armó la cúpula perredista y el gobierno federal respecto al caso de Gregorio Sánchez Martínez, otrora candidato del PRD a la gubernatura de Quintana Roo.

Son muy difíciles de creer los acontecimien-tos, si no lo hubiera leido en los medios de comunicación y escuchado las declaraciones de los involucrados, habría pensado que el guión lo habían copiado de cualquier serie de acción estadounidense.

Si Gregorio Sánchez es culpable o no, eso no nos toca juzgarlo, pero lo que si podemos juzgar es el entorno en el que se dieron las cosas. No logro entender cómo el PRD postula como candidato a la gubernatura de un estado a un ciudadano que tiene la pesadísima losa de saber que 5 de sus 14 hermanos han estado en prisión, y que uno tiene un proceso penal por el supuesto liderazgo, desde prisión, de una banda de extorsionadores telefónicos.

Aún cuando la familia no se escoge, cualquier asesor de imagen y analista político sin experiencia sabría el alto grado de riesgo de una candidatura en esos términos. Aunado a ello, el mismo Greg Sánchez se encontraba en la mira de la justicia por los supuestos delitos de vínculos con la delincuencia organizada, lavado de dinero y tráfico de indocumentados.

Como es costumbre, el PRD ha estado defendiendo lo indefendible, culpando al PRI de un complot y de persecución política debido a la negativa del candidato del sol azteca a la supuesta petición de renunciar a sus aspiraciones. Incluso, como parte de la teoría de la conspiración, la cúpula perredista argumenta que esta acción del gobierno federal es parte de las negociaciones que se hicieron en lo oscurito el año pasado previo a la firma del paquete fiscal 2010, donde el PRI apoyó a la federación. También hay que decir que en las encuestas del pasado mayo, el candidato priista superaba por más del doble a Greg en las simpatías ciudadanas.

Por su parte, la esposa de Greg Sánchez, de nacionalidad cubana, ha hecho bien su trabajo, tomando el rol de la abnegada pero decidida esposa modelo, que luchará en contra de quién sea necesario para demostrar la inocencia de su pareja. Y eso lo ha hecho desde el escaparate más exitoso de los últimos tiempos: los medios de comunica- ción. Una y otra vez ha sostenido la teoría del complot, narrando como su esposo recibió llama- das intimidatorias para que dejara la candidatura a través de mensajeros a los que nunca les ha puesto nombre y cara. Para la sociedad mexicana es cada vez más común que la izquierda denuncie teorías conspiratorias sin aportar pruebas fehacientes.

Lo lamentable de estos acontecimientos para el PRD es que cada vez se empantana más en el ánimo de la sociedad mexicana. Y si no que le pregunten a los candidatos perredistas en las otras entidades en disputa: cuánto han bajado las preferencias electorales para su partido a raíz de este escándalo.

Me pregunto qué hubiera pasado si el gobierno federal aprehende a Greg Sánchez una vez que saliera derrotado en los comicios del 4 de julio, tal y como indican las encuestas. Se hubiera desarticulado la teoría del complot y nos habríamos evitado toda esta campaña de desprestigio hacia la ya muy demacrada justicia mexicana.

¿Por qué no se le aprehendió después de las elecciones? La única respuesta que me imagino, es que las encuestas estuvieran maquilladas y que efectivamente Gregorio Sánchez era el candidato con más aceptación entre la sociedad quintanarroense. Y si esa fuera la respuesta, entonces por esa misma situación tampoco le permitieron a López Obrador que se contara voto por voto como lo exigía en el 2006.

A veces es incomprensible la política mexicana porque parece que en lugar de querer apagar los incendios lo que pretenden es que se hagan mayores para seguir fomentando el circo político, la distracción, para que no nos demos cuenta de lo que está pasando en México.

Hay cuestiones que debe responder la autoridad, deben explicar por qué si un juez federal en Toluca les negó la orden de aprehensión en contra de Gregorio Sánchez, insistieron en recurrir a otro juez de Tepic para que les diera la orden de aprehensión. El mensaje que dan es claro y es el mismo que critican de la izquierda, “Creo en la justicia siempre y cuando me beneficie a mí”.

Quien sea que tenga la razón, el objetivo de este escándalo sólo apunta hacia una meta: las elecciones gubernamentales de Quintana Roo. Y esto ha sido lo mismo desde hace décadas en México. Y lo será hasta el día en que los gobernantes de los tres niveles de gobierno se conviertan en estadistas y no en máquinas electoreras, ese día el rumbo de este país va a cambiar.

Preguntas de un neófito

¿Podrá Jericó con su flamante programa de inglés a taxistas, enfocado a personas que no leen un libro ni asisten a una aula desde hace años, hacer lo que no ha logrado la educación pública en nuestro país: que los educandos hablen fluidamente la lengua de Abraham Lincoln?

¿El terrorismo laboral implementado por Leonardo Ramón, Director de Administración del Ayuntamiento de Saltillo estará encaminado a elevar los estándares de eficiencia de sus subordinados o será que su incapacidad de liderazgo la quiere suplir con el organigrama?

Sibi Coeptum

“Hay dos maneras de difundir la luz:
ser la lámpara que la emite o el espejo que la refleja”.
Lin Yutang (1895-1976)
Escritor y filólogo chino.


erobledor@prodigy.net.mx