La actual crisis griega

Augusto Hugo Peña Delgadillo

Grecia, otrora nación madre de la cultura, la guerra y las conquistas, hoy se debate en la servidumbre financiera anglosajona y de la judería sionista. Desde hace unos siete años, los años de las vacas flacas para los helenos, las cosas para el pueblo -no para la clase política sinvergüenza ni para los empresarios y oligarcas apátridas y ladrones- está que arde.

El desempleo, el robo a los ahorros para el retiro de los trabajadores por parte de los banqueros y políticos, la pérdidas de libertades civiles impuestas por EEUU y la Unión Europea, y las medidas tomadas por el gobierno de Atenas de forma draconiana contra las clases más pobres y la clase media para solucionar el endeudamiento, producto de desfalcos gubernamentales y de abusos de la oligarquía que ha usado los fondos nacionales, incluyendo parte del erario que se destinaría a salud, alimentación y educación a su provecho y conveniencia y en detrimento, reitero, de las clases económicamente menos favorecidas de la sociedad griega.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, conocidos como El Consenso de Bretton Woods, inventado por los Estados Unidos y solapado por los europeos, luego de la II Guerra Mundial, para someter a países “emergentes”, jodidos -diría yo- como México, Grecia y 144 más, a sus designios e intereses hegemónicos y pecuniarios, tiene de rodillas a Grecia y ha ordenado que se tomen medidas como reducción de sueldos y prestaciones, recortes a la inversión en los rubros de salud, alimentación y educación, reformas laborales retrógradas como las que Felipe Calderón impulsa en México contra los mexicanos por medio de Javier Lozano, un belitre músico de segunda -pero amigo de Calderón- convertido en Secretario de Estado en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y, también -a cambio de préstamos para sacar de la crisis al gobierno griego-, le han exigido alinearse contra el pueblo palestino para servir inevitable como inútilmente a Israel y a su gobierno criminal, racista y genocida.

Quién pensaría que países como Grecia y México, como Egipto y Marruecos, Colombia y Guatemala por mencionar a seis de las satrapías más nefastas contra sus propios pueblos, se han sometido a Washington no sólo en cuestiones de expoliación a sus propias naciones en lo inherente a su economía, mercado industrial y financiero, materias primas, empréstitos, industria maquiladora mal pagada, terminarían embarrando de lodo y miasmas sus soberanías y seguridades nacionales y públicas para servir al amo anglosajón y a sus sicarios, los sionistas de Israel.

Así las cosas, Grecia está bloqueando los barcos de ayuda humanitaria a Gaza, una porción de Palestina convertida en la mayor cárcel del mundo y en el peor de los campos de concentración y no por nazis sino por judíos sionistas que son lo peor de la humanidad. Todo ello con el plan de exterminar a un pueblo y robarle su cultura y su historia.

Los palestinos hoy son dos entidades humanas. Una, la que vive refugiada en otras naciones y que es la masa de refugiados más grande del mundo, y la otra que sobrevive a la canalla sionista estadounidense en Cisjordania y Gaza y… ¡Créanlo apreciables lectores!... este genocidio es provocado por EEUU, ejecutado por la judería internacional por medio de sus sicarios israelíes y bajo el silencio, la cobardía y el disimulo de países como México, cosa que a mi en lo personal me avergüenza y encoleriza y que a la mayoría de los mexicanos les vale gorro porque ni siquiera están enterados ya que los medios, su inmensa mayoría, trabaja al servicio de la canalla que domina el mundo.