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Agosto 2011
Edición No. 270
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El Estado de La Laguna

José María Mena Rentería.

La creación del estado de La Laguna es realizable si se empeñan los laguneros de uno y otro lado del río Nazas, a quienes compete decidirlo mediante plebiscito. No se trata de que los gobernantes o políticos lo determinen porque según lo visto hasta la náusea, suelen optar invariablemente por defender sus intereses, personales y de grupo.

Los gobernantes son mandatarios. La ciudadanía es la mandante; el núcleo cuya voz deben acatar los ubicados en los puestos de gobierno. Es a la ciudadanía a la que toca plantear y decidir.

Gastados escenarios del acontecer de la política ejercida “a la mexicana” son -todos los mexicanos lo han visto y padecido- las cámaras alta y baja donde para su conveniencia pululan senadores y diputados invariablemente agavillados con gobernantes interesados más en lo suyo que en el bienestar de la comunidad nacional.

Tan es así, que un gran salto se ha generado en México; país donde las huestes de los desprotegidos, de los franciscanamente pobres ya no son 40, sino 60 millones de desvalidos que un día sí y otro también “amanecen” tronándose los dedos de las manos mientras elucubran cómo van a lograr el cotidiano y ya casi imposible afán de poner pan en las mesas de sus hogares.

En lo social, errados han sido los caminos recorridos por una clase política exacerbada y opulenta en base a desatinos y excesos insultantes para las mayorías de este país.

Nada raro pues que la sola mención del propósito de crear el Estado de La Laguna genere encontrados puntos de vista, sobre todo, los que al paso de los años han sido vertidos desde Saltillo y Durango para dejar en calidad de inconveniente o irrealizable su cristalización.

“Llevarla a cabo dejaría dos cascarones vacíos”, afirman oficiosos refiriéndose a Coahuila y Durango. Otros aluden “al entorpecimiento del proceso globalizador”, sin recordar que como “cascarón hueco” ha sido tratada La Laguna, dueña de una pujanza económica cuya aplicación total salta a la vista en ciudades que de Torreón distan 260 kilómetros.
Si de la creación del Estado de La Laguna se trata, son los laguneros los que pueden y deben determinarlo y las autoridades actuar en consecuencia.

mena_josemaria@hotmail.com.mx
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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