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Agosto 2011
Edición No. 270
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Nuestras crónicas...
Nuestras historias


Augusto Hugo Peña Delgadillo.

La historia de México contada desde la visión de los conquistadores pinta lo que ellos vieron, lo que sus cronistas e historiadores nos dejan de herencia y lo que ellos por las circunstancias que fueren, a pincelada tras pincelada, la escribieron para narrar pero también para cubrir sus crímenes, su voracidad y codicia. De tal manera que sabemos que Moctezuma II fue un entreguista y no un hombre valeroso, siendo un diamante de su tiempo y un hombre creyente en sus tradiciones y leyendas. El conquistador oculta en sus historias, que su ambición primordial era el oro y acrecentar las tierras del monarca español y su capital pecuniario por medio del Quinto correspondiente a sus leyes. De ahí viene la historia, enaltecida para el conquistador, sobajando al pueblo conquistado.

Eso pasa ahora y aquí en Torreón, en La Laguna, con escritos de nuestro cronista Dr. Sergio Antonio Corona Páez, quien desde su madriguera y doctorado en historia como bagaje y, de hispano 95%, presume su ascendencia. Corona Páez dice: “Me basé en investigaciones mías”. Espetó: “Quien no tome en cuenta a la etnia tlaxcalteca como fundamento y raíz de la historia de Torreón, es un racista” Así, en una revista de recién aparición, se inventó para sí, el derecho de decir que en Torreón existe un racismo de Estado y que el festival Torreón y sus Grupos Étnicos que se presentó a la ciudadanía de 1988 hasta 1992 por un grupo de entusiastas laguneros de diferentes ascendencias, nacionales y extranjeras, que cofundaron nuestra ciudad, fue El Festival del Racismo.

Independientemente del entusiasmo de quienes lo presentaron, incluidos el gobierno municipal, el del Estado y de su éxito ante la ciudadanía en tres lustros, a 19 años de su desaparición, Corona Páez tuvo la infeliz y cobarde puntada de tildar a sus organizadores de racistas sin verse primero en el espejo, ya que ni en Torreón existe un Racismo de Estado ni los organizadores de dicho festival son racistas… el racismo viene de su falta de luces y su acotada visión. Esto, lo dicho en renglones anteriores, no tuviera gran importancia si no fuese porque nuestras historias “oficiales” están desgraciadamente en sus manos, en su pluma procaz. La historia de Torreón y de todo pueblo, villa, ciudad o país que se precie de honorabilidad y principios, debe y tiene que ser escrita y narrada por un Consejo de la Crónica y no por un megalómano hispano al 95% de ascendencia según el cronista presume. La historia, nuestra historia, reitero, y de toda ciudad que se precie de entidad honorable y de principios -tiene por norma- que ser revisada por un Consejo de la Crónica y jamás por una persona como él, que ha dado muestras de acotada visión y mezquinos intereses. La responsabilidad no es de él porque en principio es un irresponsable… es de la autoridad municipal que no revisa “oficialmente” el trabajo que en este rubro debe y tiene que hacerse.

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