Inicio de otro sexenio: el rubenista

Rubén Moreira Valdez comienza su sexenio gubernamental en condiciones difíciles. Por un lado, el inicio de su periodo constitucional transitará enmedio de una nueva crisis económica globalizada en el mundo occidental, originada por el sobre endeudamiento de países europeos como Grecia, Portugal, España, y obviamente Estados Unidos, lo que afectará a México por su dependencia con el imperio del norte, y cuya crisis amenaza en convertirse en una recesión mundial de grandes proporciones.

Por otro lado, la gran deuda que le heredó el gobierno de su hermano Humberto Moreira, que dejará hipotecado a Coahuila por los próximos 20 años, parte de la cual fue contratada con documentos oficiales falsos, por lo que existe una percepción ciudadana de que dichos recursos prestados fueron mal manejados, al grado tal que se asegura que hubo una gran corrupción, desorden financiero y despilfarro de los más de 38 mil millones de pesos que nuestro estado tendrá que pagar a los bancos acreedores.

Sin embargo, todavía los coahuilenses no saben cuál es el total de la deuda, pues desde que se dio a conocer ha ido creciendo, incluso se especula que se deben miles de millones de pesos a proveedores del gobierno, y hasta ahora se ha ocultado por cuánto fue el monto total de la renegociación de la deuda que se hizo con los bancos. Entre los enterados se dice que tal renegociación, con capital e intereses, asciende a más de 60 mil millones de pesos. Y si a todo esto le sumamos el enorme endeudamiento que tiene la mayor parte de los municipios coahuilenses, la cosa se torna aún más difícil.

Y si esto no fuera suficiente, la opacidad, las cifras maquilladas, la protección estatal a los involucrados, el enriquecimiento de muchos funcionarios humbertistas y el montón de mentiras con que ha aderezado Humberto Moreira el caso del endeudamiento, ha dividido a los coahuilenses que desde ahora se encuentran enfrentados al gobierno de Rubén Moreira.
Tal vez por esta situación, Rubén volvió a replantear en su toma de protesta que su gobierno girará en torno a cuatro ejes fundamentales: un nuevo gobierno, una nueva ruta al desarrollo económico, una nueva propuesta para el desarrollo social y un nuevo pacto social, lo cual indica un claro deslinde con las políticas y acciones del gobierno anterior.

Por otra parte, Rubén prometió desde su campaña que la transparencia y el orden serán parte esencial de su gobierno, aún cuando en los últimos meses del gobierno interino de Jorge Torres, los funcionarios humbertistas no se hicieron eco a las intenciones renovadoras del gobernador electo, hoy gobernador en funciones.

Al gobierno de Rubén le corresponderá juzgar a los involucrados visibles del fraude, también tendrá que darle transparencia al endeudamiento. Pero lo más importante, es que Rubén deberá utilizar todos sus conocimientos, habilidades y talentos para evitar que los cortesanos lo convenzan de minimizar la situación, pues de Rubén depende la unidad de los coahuilenses a través de privilegiar el diálogo, la transparencia, la honestidad, la conciliación social y el trabajo, además disciplinar a su heterogéneo equipo de gobierno...