La gran oportunidad histórica
de Rubén Moreira Valdez

Según los resultados de las elecciones del pasado 3 de julio, Rubén Moreira Valdez obtuvo una contudente victoria, con 30 puntos arriba de su adversario panista, quien no consiguió revertir la enorme ventaja que le llevaba su contrincante priista, a pesar de la guerra sucia y de los muchos millones de pesos que gastó el compadre panista.

Además de que los coahuilenses mantuvieron su lealtad moreirista, es incuestionable que Rubén era el mejor candidato de cuantos compitieron por la gubernatura de Coahuila, incluyendo a los políticos priistas, que como Jericó Abramo Masso, esperaron hasta el final para convertirse en el plan B.

Rubén Moreira es un hombre inteligente, culto, conocedor de la problemática de Coahuila, sensible, trabajador, ordenado y nada populista. Estas fueron las razones por las que sus estrategias y tácticas de campaña dieron resultado ante el cúmulo de lodo que transitó durante mes y medio en las redes de Internet y en la propaganda política con que los panistas inundaron Coahuila.

Las propuestas de Rubén salieron de un acucioso análisis de la situación que guarda nuestro Estado, fueron el resultado del diagnóstico acertado que Rubén logró construir para ganarse el voto de los coahuilenses. Esas propuestas integrarán el Plan de Desarrollo de Coahuila para los próximos seis años, periodo que gobernará Moreira Valdez.

Rubén está conciente de la situación de Coahuila, incluso de los excesos que cometieron algunos malos colaboradores que traicionaron a su hermano Humberto, de ahí su énfasis en que su gobierno será de orden, transparencia, eficiencia y eficacia. Rubén sabe qué hacer para evitar que se repitan esas deleznables prácticas desde el poder, porque está decidido a hacer de Coahuila un estado competitivo, justiciero, seguro y de bienestar para todos.

Ya lo ha dicho Rubén Moreira: Gobernaré para todos, privilegiando a los pobres, a los más débiles y a los que requieren del apoyo gubernamental. Rubén le dará un rumbo planeado a su gestión, pues tiene claro que de lo que se haga ahora, resultará el nuevo Coahuila que quiere construir. Por eso ha externado que su gobierno “será la oportunidad de ocuparnos de lo realmente importante”, es decir de ocuparse en edificar el futuro de bienestar que disfrutarán nuestros hijos y nietos.

Rubén tiene la gran oportunidad histórica de ser un gran gobernador que implemente medidas de estadista, pues sabe que lo que hoy haga fortalecerá el futuro de Coahuila y a los coahuilenses. Por eso el día que le entregaron su constancia de gobernador electo, en el discurso que dio en su partido, solicitó a sus correligionarios el apoyo para sus decisiones y acciones de gobierno, en donde se contempla la austeridad, el orden y la transparencia.

Aunque por fobia algunos no estén de acuerdo, es indudable que en Coahuila salió triunfante el mejor candidato, ganó el que debía ganar por su trabajo y dedicación, por sus propuestas y proyecto, por sus conocimiento e ideología, por su liderazgo y sensibilidad.

A partir del próximo Primero de diciembre Rubén tomará las riendas del gobierno de Coahuila, y seguramente comenzará a realizar lo que anunció en el discurso que dio en el PRI: “Hagamos posible lo imposible”...