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JUNIO 2011
Edición No. 268
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De todo como en botica


Manuel Padilla Muñoz.

Reprobados.- Indudable: los más graves problemas de Coahuila son la inseguridad y el desempleo galopante. Hasta ahora, cuando menos, los aspirantes al gobierno del Estado de Coahuila, Rubén Moreira, Guillermo Anaya y demás de los partidos satélites, están reprobados. No tienen verdaderas propuestas para tratar de resolver ambos problemas, lo que es indicativo, que seguiremos igual; o peor.

Rubén Moreira, del PRI, es el único que ha “diseñado una ruta para mejorar la seguridad (pública)”. Pero, es muy deficiente pues se concreta a 10 compromisos, entre los que destaca “nuevos mecanismos de designación de mandos superiores policiales, mando único temporal entre las corporaciones de seguridad, vigilancia en planteles educativos, políticos de prevención del delito y respeto de los derechos humanos bajo estándares internacionales”.

No establece exactamente cuáles serán esos mecanismos de designación de mandos policiales ni a quienes se otorgarán. Porque, si se sigue con la militarización de la policía es en apoyo a Felipe Calderón para crear un estado militar-policíaco, luego decretar el estado de excepción, suspender las elecciones del 2012 y luego entregar el poder a los militares. Porque a López Obrador no se lo entregará; prefiere “incendiar” el país.

El mando único temporal podría ser una transición pero no a los militares pues se ha demostrado en México hasta la saciedad, que los militares no son buenos policías. Su mente está hecha para la guerra, para las armas, para la violencia, para acatar y ejecutar ordenes sin chistar. Poli-militares es un grave y serio peligro para los coahuilenses.

Vigilancia en las escuelas y respeto de los derechos humanos. Eso es lo que deben hacer todas las policías, especialmente las preventivas municipales, cuya función principal es preveer; es decir, actuar antes de que sucedan las conductas antisociales. Así lo establece nuestra Constitución respecto a los derechos humanos y los reglamentos de las policías preventivas de todos los municipios del país.

Se nota que, cuando menos, Rubén Moreira tiene interés en este tema. Lo malo es que, al parecer, no tiene asesores en materia de seguridad pública profesional. Porque existen métodos para combatir al crimen organizado y al narcotráfico, que provocan la ola de inseguridad que padecemos, y la cuota de muertos -más de 40 mil hasta ahora- la pone la sociedad civil. Solamente que para ello se requiere de profesionales de la seguridad pública pero, sobre todo, intención política de resolver el problema; si falla, como hasta ahora, estamos fritos. ¡Estamos hasta la madre!

JLCyA, al servicio del poderoso.- Estábamos mejor cuando estábamos peor. Si con el licenciado Benjamín Noyola, como presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje de Torreón, estábamos mal, por haber entregado la justicia laboral al mejor postor, ahora, con el nuevo presidente, Rafael Delgado Hernández, estamos peor. No solamente la justicia se vende al mejor postor en la JLCyA sino que el presidente tiene a su servicio a una caterva de pillos que “coyotean” los juicios y ponen a la venta la justicia laboral, donde, generalmente gana el patrón.

¿Cómo llegó Rafael Delgado Hernández a la presidencia de la Junta de Conciliación? ¿Qué méritos tiene? Hace meses, intentó establecer en Torreón una “escuela de periodismo”. Nada sabe de periodismo pero se asoció con unos periodistas de Chihuahua, a quienes presentó como maestros. Las oficinas le fueron financiadas por varios políticos regionales, entre ellos el magistrado, Germán Froto Madariaga, al que considera su protector.

Ante el fracaso, se hizo el “carga-maletas” del entonces diputado federal Rubén Moreira -único mérito- hasta que lo convenció para que le diera la presidencia de la JLCyA de Torreón, y así fue. En el ámbito de los abogados, muchos consideran que es mal abogado y, por tanto, no idóneo para el cargo que ostenta actualmente.

Para justificar, ante su patrón Rubén Moreira el “regalo” -porque eso fue-, armó un teatro que le podría ayudar al incipiente candidato a la gubernatura de Coahuila y, de paso, justificar su “premio”.

El pasado sábado 9 de abril, “Rafita” -como le nombran algunos de sus malquerientes por su pequeñez intelectual- Delgado se encontraba en el estacionamiento de Hipermart Independencia, cuando llegaron unos jóvenes a tratar de poner calcomanías en su auto a favor del candidato del PAN, Guillermo Anaya. El presidente de la JLCyA se opuso y los jóvenes, entre 8 y diez, lo agredieron y le causaron lesiones que lo llevaron al hospital. Esa es la versión de “Rafita”.

La realidad es que el mismo “Rafita” montó todo el teatro a fin de que su patrón pudiera utilizar ese argumento contra su candidato opositor ante los tribunales, que tanta falta le hacía en esos momentos, y tratar de demostrar una “guerra sucia” inexistente.

Y pensar que si Rubén gana la gubernatura -como así será- “Rafita” Delgado seguirá como funcionario público, inhibe el voto al PRI y se puede trasladar a la oposición. O sea, el mejor promotor del voto para Guillermo Anaya es Rafael Delgado Hernández.

Y todo esto no lo decimos de oídas. Somos víctimas de este mal funcionario en el expediente 1850/2008 SAPI. ¿O no es así, “Rafita”?

El valor del dinero.- Hace días, el regidor de Torreón Pepe Ganem, acompañado de su novia, llegó en su lujosa y blindada camioneta al restaurante Los Pinabetes. Al bajar la pareja, fueron encañonados por unos asaltantes que se llevaron el vehículo. Pocos días después, el padre del regidor, le compró otra camioneta más lujosa y ahora blindada con calibre 7, que resiste todo tipo de balas y hasta granadazos. Muy caro el vehículo y ahora sus seis escoltas tendrán que viajar en otro vehículo. Lo que es el poder del dinero.

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