La misma historia o más de lo mismo


Mario H. Arizpe García.
Gobiernos vienen y gobiernos van, cambian nombres, logotipos, algunas frases, amigos y compadres encumbrados que sobran y después de algunos años, nuevos ricos, algunos negocios encubiertos de esos nuevos ricos y menos amigos y compadres que al principio, menos dinero en las arcas y la complicidad del que por” lealtad” tiene que cubrirlo.

La misma historia.- Parecería que la historia se repite sin cesar, la misma soberbia, la misma visión aldeana de la mayoría de ellos, las mismas simulaciones y encubrimientos, los mismos reproches y culpas a los que se van pensando que le hicieron un favor a su comunidad, pero que en fin tenían que pagar el precio de sus excesos; la misma actitud perdona vidas, triunfalista, prepotente y poseedora del gran dedo empleador que comienza un ciclo.

Décadas corren en un siglo que aparentemente ya murió, y los primeros 10 años del siguiente que no acaba todavía de ser parido y que sin embargo celebra con bombo su Bicentenario y que se estrena en México con un nuevo o viejo problema, pero que ahora está teñido en sangre y la que todavía circula por las venas de los vivos, está saturada de miedo e incertidumbre.

Mas de lo mismo.- Dirigentes y lideres estatales, regionales y nacionales, pintan su raya, realizan su teatro, amagan con poner orden, simulan discursos y se acicalan todos los días con la falta de congruencia entre este discurso y su actuación diaria, entre su decir y su actuar, como queriendo engañar nuevamente, ateniéndose al olvido popular. Sin haber aprendido todavia que la palabra puede convencer, pero que sólo el ejemplo arrastra. O quizás lo que más ofende: el que se subestime y desprecie la inteligencia de un creciente sector de la población, que por supuesto “ya no se las come todas”.

Una Novela Parecida.- Uno de los valores del libro Cien años de soledad de Gabriel Garcia Márquez, entre otras cosas tiene la virtud de la anticipacion, el don de la visión adelantada o la mezcla de ésto y el profundo conocimiento de las sociedades latinoamericanas. Sólo serán necesarios algunos párrafos para descubrir las razones de lo que se afirma, pues todo indica que la estructura de la novela Cien años de soledad plantea un tiempo cíclico, por medio del cual las historias privadas y personales se repiten una y otra vez para finalmente terminar como se empezó. Los temas sociales y políticos no se escapan y es así que en otro párrafo el afamado escritor plasma otro episodio que se repite como una constante en toda la novela: la guerra civil, la misma con la cual nos hemos topado en la historia del continente americano, en el cual la política, los crímenes y las armas, están íntimamente ligadas.

Con las venas abiertas.- Por todo lo anterior, Romulo Cosse, en su ensayo Cien años de soledad: ideología y plasmación narrativa plasma una de sus muchas conclusiones: “El autor de la novela muestra con que facilidad la gente de América Latina olvida su historia y sufrimiento, y simultáneamente hace una crítica social hacia la indecisión y aguante de los latinos, que incluso llegan a soportar todo tipo de actos ilegales e indignos, y en donde además hasta ofrecen un indulto no correspondido. Se puede decir, entonces, que los ataques autoritarios atentan contra la idiosincrasia de un pueblo y contra su esencia, y que justamente esto es lo que García Márquez quiere mostrar. Además, la repetición constante de los mismos le quita aspiraciones al pueblo, y lleva a los gobernantes a hacer coincidir sus estrategias de gobierno con sus intereses personales y no con los intereses de la gente”.

Cualquier parecido es... De todo lo dicho antes: cualquier parecido con nuestra realidad actual es una mera coincidencia, y cualquier país de latinoamerica con sus pueblos y ciudades puede ser Macondo, pero con más acción y realismo estrujante, a toda su intensidad y crueldad extrema, en la región norte de México.

Gobiernos van, gobiernos vienen, como esponjas de un cinismo sofisticado que se mezcla con la “visión aldeana y macondesca” de los líderes en turno, apuntalamiento de estructuras que ya no dan para más, inseguridad, injusticia, iniquidad, fraudes, robos y saqueos sin huellas, grotescos endeudamientos e impunidad y simulación que cabalga sin monturas, son sólo algunos signos de nuestro acontecer. ¿No le tendrán miedo estas criaturas a las lecciones de la historia o acaso es más grande el botín que el miedo? ¿Acaso no se han percatado que fueron convertidos en dioses por un instante para después ser comidos por los caníbales?

La esposa del rey no sólo debe ser... Para que nuestros líderes dejen de ser: “gobernadores, presidentes o funcionarios Macondos” requieren de inicio que sean congruentes y con autoridad moral demostrable, por ejemplo: no se puede hablar de seguridad a la población, cuando por un lado se tienen reducidos y sospechosos agentes del orden, y por el otro se acaparan un tercio o más de los existentes, como escoltas para la seguridad de ellos y su séquito cercano; o hablar de respeto a las leyes incluido el pago de impuestos: cuando se bloquean la calles o se actúa arbitrariamente en su traslado por pueblos y ciudades; o cuando se habla de honestidad y salen con las alforjas llenas; o cuando se promueve el combate a las drogas (estimulantes y depresoras) y las consumen como parte de su alimentación; o cuando emprenden programas de integracion familiar y al interior de su propia familia es un desorden, o cuando... perdón el catálogo es muy amplio y sólo se está mencionando lo básico.

Ante el escenario y percepción personal de lo anterior, no seria mejor que Cien anos de soledad, la historia para estos tiempos se llamara: ¿un Bicentanario de soledad?