publicación Online Marzo 11, 2011
 
 
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Edicion No. 264 , MARZO 2011
 
   

La informalidad en el país


Fidencio Treviño Maldonado.

La principal informalidad viaja en un tren llamado constitucional e institucional en el que viene acompañada de toda la clase política incapaz de hacer y crear un modelo estructural que saque al pais del atolladero, una cúpula informal que entre usufructos ha motivado y orillado a la sociedad a entrar en la informalidad.

El trabajo informal, en lo que sea, en lo que salga, saber de nada y hacer de todo para ganar algo, ha sido el lema de millones de mexicanos que tienen que llevar el pan y la sal a su mesa, al menos en los hogares que tienen mesas entre los millones de miserables, y otros candidatos que van que vuelan para esa clasificación.

Por ahí alguien dijo que hay varios millones de jóvenes y no tan jóvenes que ni hacen nada, ni producen nada y hasta les indilgaron un nombre, sin embargo la pregunta es aquella que Gandhi hizo a los ingleses: Nadie puede hacer un vasija de barro con la tierra sola, sino hay agua.

El empleo, la seguridad, los servicios sociales y otros rublos están ausentes desde hace tiempo en todo el territorio nacional, nadie se atreve a sacar ninguna reforma de peso, una reforma que tenga validez en la sociedad, y para desgracia del jodido, los que pueden, en este caso la casta divina, está más ocupada en los asuntos de partidos y en sus intereses particulares que en resolver los problemas.

De pronto la informailidad en todos los aspectos se volvió cotidiana, desde la aplicación de la justicia muy informal, hasta el vender todo tipos de productos piratas o tener el oficio de recoger basura para reciclarla, o en su defecto robar metales para vender y sacar el pan. Según cifras reveladas por el INEGI, que también está dando cifras informales, son más de 17 millones de mexicanos, hombres, mujeres y niños, los que se dedican al comercio informal.

Esta informalidad a llegado al grado de que niños de 10 o menos años trabajan en jornadas del campo por largas horas, otros en cruceros de franeleros, los más en venta de comida y también hay entre estos trabajos informales señoras, inclusive amas de casa y estudiantes que se prostituyen para que el gasto les alcance. No debe la justicia o los celosos y honrados guardianes de la ley ser tan duros con los que practican la informalidad, ya que mientras los gobernantes no generen empleos, con que cara se pueden quitar a un vendedor o a alguien que ofrece sus servicios aunque estén fuera de la formalidad, pues a toda clase de trabajos informales no se le ve pies ni cabeza y tampoco quien la pueda parar, ahí se las dejo de tarea.

El IFE y su cochinero

Pero mientras la informalidad está a todo lo que da, la corrupción también anda volando alto, y ahora y siempre el IFE, los maestros de la democracia en el país, salieron más largos que la calle nueve de Nueva Rosita, Coahuila, que principia en el poblado de Múzquiz y termina en Piedras Negras. Resulta que a los angelitos del mentado Instituto les sobraron 356 millones de pesos y haciendo su cochinito se les convirtió en una cochinada, y si así están los jefes del IFE a nivel nacional ¿Cómo estarán los otros Institutos del territorio nacional?

Otra más. Resulta que cada uno de los siete integrantes del mentado IFE gana 350 mil pesos mensuales, es decir 11,666.66 pesos diarios, y aún así no completan. No te acabes México...

kinotre@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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