Participación ciudadana


Eloy Dewey Castilla.

Los relevos sexenales son una magnífica oportunidad para hacer un alto en el camino y dar oportunidad a toda la ciudadanía para que expresen sus opiniones respecto de los logros y los fracasos, de los aciertos y de los errores, de las nuevas realidades, y sobre todo ver en el horizonte, un futuro mejor para todos los habitantes.

En otras palabras, ocasión para descubrir los problemas que están presentes, analizar las alternativas que se tienen en función de los recursos disponibles, y verdaderamente elaborar planes por sectores y por regiones.

No perder de vista lo bueno que tenemos y lo que ha funcionado para no cambiarlo.

Que se escuche la voz de los ciudadanos, que presenten su problemática y se intercambien puntos de vista sobre lo que hay que hacer en un nuevo sexenio.

No es suponer lo que se necesita y presentarlo como una propuesta. Primero hay que escuchar a todos, hay que analizar, hay que diagnosticar antes de presentar un proyecto de gobierno.

Secuencia correcta: sin prejuicios y con apertura al diálogo.

Hemos llegado a pensar que cualquier candidato tiene la varita mágica que resolverá nuestros problemas. Que ya sabe y está enterado de todo lo que hay que saber.

Cuando se aprobaron los nuevos tiempos de campaña, se pensó precisamente en eso: sólo campaña política sin incluir un tiempo de reflexión y análisis para que concienzudamente se vea la parte medular de las mismas: valorar las necesidades y las más sentidas demandas ciudadanas.

Se sustituyó con actos políticos, visitas y el empleo de muchos medios de comunicación.
Sólo propaganda política partidaria.

¿Con qué elementos fundamentados se elaborará un Plan Estatal de Desarrollo si no se hizo una evaluación y diagnóstico previo?

Por supuesto que hay muchas personas capaces de hacerlo en el escritorio, pero no se trata de sólo cumplir con la ley. Tiene que basarse en el conocimiento de la problemática real.

Ojalá no se eliminen los debates entre aspirantes.

Ojalá cancelen la publicación maliciosa de encuestas.

Ojalá no haya compra de votos y voluntades.

Ojalá prive el espíritu y la realidad democrática con respeto al voto y a los votantes.

Queremos campañas de a de veras, no sólo show y oropel.

Los nuevos tiempos exigen consideración y deferencia a la pluralidad ideológica