Candidatos y propuestas

El pasado 16 de mayo, de acuerdo a la ley, comenzaron formalmente las campañas electorales, aunque a decir verdad el candidato panista Guillermo Anaya Llamas la viene realizando desde hace meses cuando “compitió” en su partido como precandidato. Aún así, el compadre del Presidente Calderón no ha podido remontar la enorme diferencia que lo separa del candidato priista Rubén Moreira en las preferencias electorales de los coahuilenses.

Desde que Guillermo Anaya comenzó su desbocada e ilegal campaña fuera de los tiempos electorales le apostó a la guerra sucia que ha realizado acusando a su adversario del PRI sin proporcionar datos concretos que respalden sus señalamientos, haciendo correr en el Internet correos que tienen la intención de confundir al electorado y dividir a la población.

La estrategia electoral de Anaya tiene la intención de conseguir una respuesta legal del Instituto electoral o que el candidato priista responda a sus denuncias, para continuar sus acciones haciéndose la víctima y dándole vuelo a sus señalamientos.

Iniciando el periodo de campañas entrevistamos a Rubén Moreira sobre algunos temas que han cobrado interés con el proceso electoral. Principalmente queríamos conocer los puntos más relevantes de su propuesta, que se había mantenido en la discreción durante las semanas que siguieron a la candidatura oficial de su partido.

Rubén habló de su propuesta, abordó los temas de su proyecto: la competitividad del estado, la educación coahuilense y sus programas de desarrollo económico de la entidad, pasando por la búsqueda del empleo, la seguridad pública y las necesidades de mayor importancia que tiene Coahuila.

Mientras tanto, su adversario panista, nada ha dicho de la propuesta que ofertará a los coahuilenses para atraerse el voto ciudadano. Anaya se ha dedicado a señalar que tiene experiencia, que ha ganado todas las elecciones que lo han llevado a ocupar los puestos públicos desempeñados, y obviamente a lanzar graves acusaciones en contra de su adversario, enlodando no sólo a su rival priista, sino ensuciando el proceso electoral que culminará el próximo 3 de julio con la elección de gobernador.

Pese a lo anterior, Rubén Moreira afirma que no contestará a la campaña en su contra, que participará en debates públicos con sus adversarios, y que dejará que los coahuilenses se formen su opinión acerca de los señalamientos que le hacen en la guerra sucia, que dicho sea de paso se realiza en forma anónima, pero en donde están involucrados algunas instancias conocidas como: la pastoral de comunicación de la diócesis de Saltillo, en donde manda el obispo Raúl Vera López, los sectores antipriistas y la derecha empresarial.

La guerra sucia anayista pretende integrar a su favor a estos sectores, haciendo creer que con esa unidad podrán vencer al priista, cosa que los conocedores desmienten, debido a que con esos votos Anaya no podrá remontar los más de 30 puntos que lo mantiene abajo de Rubén Moreira. Anaya obviamente le miente a sus ingenuos simpatizantes.

De los otros candidatos ni qué hablar. Su participación se antoja anodina, su único objetivo es participar, para disfrutar de las prerrogativas económicas que les entregan los ciudadanos a través de las instituciones electorales...