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MAYO 2011
Edición No. 267
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Los problemas de Coahuila

Jorge Arturo Estada García.

Inseguridad, desempleo y pérdida de competitividad, son los grandes problemas de Coahuila. Rubén Moreira y Guillermo Anaya lo han reconocido. El sexenio de Humberto no fue bueno para el desarrollo de nuestra entidad. Tampoco para la educación. Es tiempo de construir las bases para el futuro, e insertarnos de una vez en el siglo 21. No podemos perder más tiempo.

Arrancaron las campañas y los candidatos se comportan conforme a lo previsto. Guillermo Anaya va por el voto de rechazo al PRI y a los Moreira. Rubén busca atraer electores con propuestas y compromisos ante notario.

Mientras Anaya debe preocuparse porque lo conozcan en toda la entidad y lo perciban como un contrincante fuerte para los Moreira, Rubén ya presenta sus soluciones a las problemáticas de Coahuila. Los dos aspirantes recorren rutas diferentes, en la búsqueda de los votos de la franja de indecisos y abstencionistas. El priista se percibe más adelantado.

Lo más interesante, hasta el momento, es que ambos contendientes coinciden en que Coahuila perdió competitividad, y que presenta graves problemas de desempleo. Además, los dos reconocen la enorme inseguridad, que deja a los coahuilenses indefensos ante los delincuentes.

Todas las encuestas señalan esos problemas como las principales preocupaciones de los ciudadanos, desde hace años. Finalmente, entraron a la agenda de la clase política local. Ya no pueden ser ignorados. Y las excusas oficiales y las cifras maquilladas ya nadie las cree.

Lo cierto es que perdimos tiempo y nos rezagamos. Perdimos competitividad y el trabajo realizado por el gobierno estatal siguió inercias del siglo pasado, atrayendo empleos industriales, ofertando mano de obra barata y construyendo una sociedad de obreros y mineros. Y además en cantidades insuficientes.

Los candidatos del PRI, se han presentado como cumplidores, a últimas fechas. Desde sus campañas se dedican a firmar ante notario sus promesas de campaña. Promesas que surgen de peculiares diagnósticos y que son cumplidas parcialmente. Más en forma que en fondo.

El candidato panista sólo ha esbozado sus opiniones, respecto a algunos temas, pero no ha difundido proyectos ni diagnósticos. Esperemos que sean acertados, si alguna vez los presenta.

Cuando los candidatos, y luego gobernantes, hablan de más y mejor educación, nos han dado más aulas, mejores sueldos y prestaciones para los maestros, libros, cuadernos, uniformes y hasta zapatos gratis para los escolares. Lo que no han resuelto es la falta de calidad y los malos resultados de la educación pública en Coahuila.

También en educación fracasamos. Con un gobernador profesor, Coahuila ocupa los últimos lugares del país, 28 y 30, en comprensión de lectura y matemáticas entre los jóvenes. Con un proyecto que inició hace 12 años, con Humberto como secretario de Educación Pública. Desde 1999 hasta la fecha han pasado 6 secretarios, todos profesores y todos con malos resultados y escasa presencia en las aulas. Hablamos de casi una y media generaciones que no tuvieron acceso a una educación de calidad en Coahuila. Ahí estarían muchas respuestas respecto al deterioro del tejido social, la penetración de las drogas y el delito, además de tener que aceptar trabajos de mineros y obreros mal pagados.

Es tiempo de un golpe de timón. La pobreza se abate generando riqueza. Riqueza que un estado debe redistribuir inteligentemente. Que no sólo la deje en manos del mercado. Ni que la regale en proyectos electorales. Prosperidad que genere un Estado de Bienestar que cubra las necesidades de salud, educación, empleos de calidad y valor agregado, y una pensión digna al momento de retirarse.

Para ello, los jóvenes requieren herramien- tas del siglo 21, para empleos del siglo 21. Requie- ren educación que se mida con los estándares de OCDE, a través de las pruebas PISA, para poder competir por las inversiones extranjeras de trabajos bien pagados.

Somos el último lugar en la OCDE, de los países evaluados. Y Coahuila está en la cola del país. Las metas de los gobernantes deben ser cla- ras a la hora de firmar los compromisos: Educación entre los primeros 20 lugares del mundo. Competi- tividad, igual. México es el lugar 43, en ese rubro. Desarrollo Humano, equivalente al de España. No sólo mejor que San Luis, Tamaulipas, etc.

Las comparaciones con otras entidades del país ya son ociosas. Vivimos en una economía globalizada y los empleos se pelean contra otros países. Los indicadores deben ser de clase mundial. Las metas también. Ya no valen las cifras maquilladas y los engaños.

La innovación, la ciencia y la tecnología son los motores del siglo 21. La innovación es una palabra que no aparece en los discursos de ninguna campaña.

Las universidades que demanda Coahuila, no pueden ser sólo sucursales de la UNAM y el Politécnico. La UNAM es la universidad en el lugar 120 del ranking mundial. Y sus egresados no impresionan a nadie. El Poli, ni figura.

Se requiere fortalecer las ingenierías, los posgrados en ciencias exactas y las tecnologías de la información. Los parques tecnológicos deben surgir como hongos en todas las regiones. La conectividad en nuestras ciudades debe ser equiparable a la de la Unión Europea. Las Ciudades Digitales destacan en el mundo. La única red pública de Coahuila, entre el Palacio Rosa y la Alameda en Saltillo, es cosa de risa.

Para qué servirán 400 mil Lap Tops regaladas a estudiantes, sin conectividad para soportarlas y sin desarrollo en Tecnologías de la Información para desarrollar, pues para chatear. Y eso, ya lo hacen los teléfonos.

Qué bueno que ya las Ciudades del Conocimiento entraron a la agenda de los políticos coahuilenses. Ojalá las erijan con la seriedad que el futuro económico y social de Coahuila demanda. Ya perdimos seis años, por lo menos.

Algunas de las sombras y las dudas respecto al proyecto de Rubén, provienen de los funcionarios que le fallaron a Humberto y que ahora lo siguen a él. Algunos de ellos o son inamovibles o son candidatos. Qué cosas.

La inseguridad es un problema que vino de afuera y que Torres Charles y Fausto Destenave no pudieron contener, ni combatir. Las drogas y la delincuencia se arraigaron entre los jóvenes que recibieron una educación deficiente.

Los malos empleos nos quedaron cuando Jorge Alanís y Marcos Durán, no promovieron nuevos clústers de base tecnológica. O por lo menos hacer crecer el aeroespacial. El Detroit de México es obsoleto en la era del Silicon Valley y Bangalore. También perdimos competitividad cuando Humberto decidió no construir la terminal multimodal con recinto fiscal en Ramos.

La impunidad nos afecta, cuando a Pérez Mata no le corre prisa por mejorar al Poder Judicial. La deuda se fue a las nubes cuando Javier Villarreal, quebró a Coahuila en medio de un desorden financiero.

El Sexenio de la Gente, termina sin gran lucimiento. Termina entre balaceras, deudas, pasivos y desempleo. Hereda problemas enormes. La arrogancia y el descuido terminaron pesando. La impresionante actividad y obra pública realizadas por Humberto, se ven opacadas. Disminuidas.

Coahuila requiere un buen gobernador y recuperar la senda del desarrollo. Rubén va por el refrendo. Anaya va por el voto de castigo.

jjjeee_04@yahoo.com
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino