El candidato del partido azul
ha resultado muy “verde”
Adolfo Olmedo Muñoz.
Se acerca el momento de tomar la decisión más adecuada para continuar construyendo el futuro de las nuevas generaciones, que desde el estado de Coahuila, contribuyan al engrandecimiento de nuestro país. Se acerca el momento de hacer el juicio más objetivo, racional y adecuado para elegir a un nuevo gobernador de la entidad que permita el avance de un gobierno que indudablemente, en el período que está por concluir, hizo un magnífico esfuerzo material, creando nueva infraestructura que le da hoy a Coahuila, la fisonomía de un territorio de vanguardia modernista.
Se acerca la hora y el amago de aquella bravucona retórica con la que pretendieron “petatear” los juniors de la derecha, se ha ido desdibujando a un ritmo muy similar al deterioro de la confianza del pueblo en sus autoridades federales. Esto es, del presidentito Calderón, que ya incluso fue a decirles a los gringos que no sirven para nada, pues mientras él, Calderón: “combato a modestos campesinos mexicanos que siembran de marihuana en un cuarto de hectárea en nuestro país, en Estados Unidos, se produce la droga a ritmo industrial”.
Antes de continuar este comentario, debo explicar por qué voy a hablar de la elección en Coahuila, por qué saco a colación una de las pifias del Presidente panista, pues precisamente por el tono de desesperación de quien ante la impotencia, es capaz de morder la mano hasta de quien le dio de comer. Esto último en sentido figurado, para exponer la metáfora del apoyo yanqui a los panistas buscando la “alternancia democrática” en México (como si fueran los dueños de nuestro destino).
Ha sido bien claro que los panistas tienen muy poca… memoria, así como mucha “candidez” como para suponer que el pueblo no tiene nada de memoria.
Lo cual no está tan errado, pero no a tal grado como para olvidar que el 99. 99 por ciento de sus quejas sobre el actuar de los otros partidos (PRI, PRD, Convergencia, PVE y los que se acumulen), fue el proceder de los PANiaguados cuando eran la llamada “primera oposición”. Lo que pasa es que son, como siempre, llorones.
Ya no servirán los ladridos de cancerberos que desde programas radiofónicos de difusión nacional (con la complicidad de un “destacado” ex priísta) pretendieron enlodar a personas y lastimaron indiscriminadamente el orgullo y la dignidad de todos los coahuilenses, sean o no del PRI, pues los trataron como poco menos que idiotas, epíteto que le lanzaron incluso directamente al ex gobernador Humberto Moreira.
No vale la pena mencionar el nombre de ese resentido, habiendo en el ámbito estatal otros aprendices de cancerberos, que pretendiendo fingir demencia, no tienen empacho en morder la mano de quien les dio y les sigue dando de comer.
Pero no hay más que hacer, es el síndrome del panismo obtuso que no cuenta más que con un lenguaje sofista, farisaico de merolicos placeros.
Sus intrigas ya no son tan efectivas como en el pasado, y lo peor de todo -para ellos- es que se les empieza a revertir el veneno que pretendieron enclocar, como por ejemplo en la opinión pública norteamericana, como el caso del mentís con que el gobernador Enrique Peña Nieto exhibió en Washington, hace unos días, las perfidias de que “el PRI es partidario de un ‘convenio’ con la delincuencia organizada”.
El congresista gringo que lo atendió, no sólo le reconoció su discurso, sino que le deseó suerte en “la nueva tarea que habrá de desempeñar”, le dijo, en obvia alusión del futuro político mexicano, a nivel presidencial.
Los panistas de rancho o de la ciudad, no se cansan en “denunciar” que los gobiernos del PRI propiciaron la injusticia y la inseguridad en nuestro país, y se olvidan que desde aquel mediocre que se le conoció y seguirá conociendo como “La Neta”, nombró a un tipo que no estaba tan “lozano” y mucho menos tenia “gracia”, como Procurador de la Justicia en el país, los cotos de poder -en todas las esferas- se desarrollaron silenciosamente y se fortalecieron súbitamente con la participación -ya en pleno sexenio foxista- de la llamada iniciativa privada, vía, principalmente, por el lavado de dinero y operaciones bursátiles.
Hoy uno de esos “herederos” de los “New Rich”, apoyado en la hojarasca ditirámbica de… no sé si gratuitos, pero igual de lambiscones, se lanza al vacío y sin red, alguien a quien se le podría parodiar como “canalla” por pretender burlarse de los valores más caros de las familias del pueblo mexicano. El… “cándido” aprendiz de político no estudió la tarea de historia. No todos los casos pueden, ni deben ser calificados de nepotismo. En todo Coahuila, no hay político-político, que no conozca la trayectoria de trabajo de Rubén Moreira Valdez, aun antes incluso que la de Humberto.
Careció el candido político azul, (que más bien parece verde), de un buen consejero que le advirtiera aquel dicho popular que reza: “con cuidado aparcero, que eso es querer tiznar al carbonero”, y por tanto, le salió el tiro por la culata.
Por ello, ya ni vale la pena recordar aquella advertencia que hiciera, en los primeros días de este año, el ex panista, Jesús González Schmal, entonces precandidato a la gobernatura de Coahuila por el Partido del Trabajo y Convergencia, donde señalaba el peligro de la ingerencia del presidente Calderón en la elección para gobernador en Coahuila, a favor de “su compadre” Guillermo Anaya.
Hoy, ni el susodicho -estamos seguros- quisiera que lo coludieran con Calderón, la infamia pública del Presidente no sólo no es garante de respaldo en ninguna elección en los gobiernos de los estados, y menos en Coahuila, que además de todo, cuenta con una gran prosapia revolucionaria.
Así es que, don Jesús (alguna vez mancuerna en la
lucha política al lado de un destacado ex priísta, Porfirio Muñoz
Ledo) guarde usted recato, porque en Coahuila no se operará
ninguna canallada. Un último consejo -gratuito-: En política,
es muy costoso no sostener, con hechos, una bravata… Nos
veremos en las urnas, porque en los medios radiofónicos, tu
lengua es tan veloz, como procaz
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