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Septiembre 2011
Edición No. 271
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Asesores y asesorías

Adolfo Olmedo Muñoz.

Hablar de seguridad nacional o de ingerencia extranjera en asuntos vitales de nuestro país, tanto en suministro de pertrechos militares, tácticas de seguridad, alianzas, así como de algunos de los fenómenos económicos más trascendentes, y desde luego del espionaje interno y externo, del que ninguno de los “hechisos” (SIC) políticos panistas, tiene la más mínima idea, todo ello ha sido y sigue siendo tabú, al menos en el lenguaje politiquero que se ventila en los medios de comunicación masiva, en la última década.

La antaño honrosamente intelectualizada ciencia política, arrastra hoy la cobija y zanganea borracha en brazos de precandidato en precandidato albiazul, que sin brújula y sin bozal, arguyen cada foxada, que el mismo “Chente” ya les advirtió de los peligros por venir y les llamó la atención para que no se “hagan bolas”.

Cierto es que hay una carencia casi absoluta de confiables asesores políticos, en todos los niveles del ejercicio público: municipal, estatal o federal. Sobre todo en este último, donde a pesar de que se han gastado millonadas de dólares a cambio de “sabihondas” recomendaciones de parte de extranjeros cuyas “nacionalidades” deben saber los suspirantes panistas que andan desatados tras el hueso presidencial del 2012.

El malogrado mandatario del sexenio anterior… (“¿y yo por qué?”)… les advirtió que el PAN perdería las elecciones en el Estado de México y que ello será el preludio del triunfo del PRI en la contienda federal del 2012, nadie lo pela pues luego de tanta “foxada” en su mandato (y cada que abre la boca), ha disminuido a menos cinco su credibilidad.

Sin embargo, al igual que muchos asesores de bolsillo, técnicamente se han convertido en “asesores” de los sectores más reaccionarios. Fox, algo sabe de manipulación de medios, pues él si hizo uso de asesores extranjeros de renombre. Aunque le costara una millonada al sistema mexicano, y a pesar también de la falta de ética, moral o principios; el objetivo era ganar, y lo logró.

De lo cual quedó constancia en un comentario hecho por Mauricio González Leyva, el 12 de noviembre de 1999, en un artículo que cabeceó con el título: “Dick Morris, el Maquia- velo de Fox” y en donde advirtió la posibilidad de que la contienda electoral del 2000, no se diera entre candidatos, sino entre asesores de campaña.

Por un lado Morris en la esquina del “¡hoy!” expresidente, mientras que en la esquina contraria, asesorando a Francisco Labastida estaría James Carville, con quien Morris había peleado en varios escenarios políticos de nuestro continente, no sólo en los Estados Unidos de donde son oriundos.

“El historial de Dick Morris habla por sí solo. Inescrupuloso y carente de ética, la filiación partidista de sus clientes no parece importarle: demócratas o republicanos recalcitrantes como Jesse Helms y Trent Lott, han aprovechado con éxito la asesoría del nuevo Maquiavelo”, señala uno de los párrafos del mencionado artículo.

Mismo que narra también, la influencia del asesor Morris no sólo en momentos de campaña, sino en la función pública, hasta ser considerado “el ciudadano más influyente de EU” como lo calificó la afamada revista Times.

Y es que hay asesores, sobre todo en cuestiones militares, que no conformes con vender armamento y fungir (además de fingir) como instructores y capacitadores, se cuelan luego como asesores permanentes, desde donde parasitan al sistema anfitrión, pero además actúan de quintaco- lumnistas de un sistema tan horadado como el mexicano, que enseña sus impudicias con tanta facilidad que nos ha hecho ser escarnio, hasta de los gringos, que ya nos tienen bien visto el trasero. Por aquello de que somos su trasero patio.

Los mencionados Morris y Carville, se han visto las caras en otras “arenas” como Honduras y Argentina, y sin importar si es el giro o el colorado, cualquiera utiliza por lo general los mismos métodos, “desde la triangulación, hasta la “radiografía del pasado”.

“La primera consiste en no hablar sobre los puntos polémicos en contra del candidato, sondear a la población sobre los asuntos que realmente le preocupan, definir con el candidato de lo que se quiere hablar, para que los temas del candidato y los de la ciudadanía, coincidan, y olvidarse del resto de la agenda”.

Otro perfil del asesoramiento, lo señala el mismo artículo, “se le conoce como las ‘radiografías del pasado’ que son más escabrosas. Se trata de realizar una investigación del pasado del oponente, con la intención de buscar aspectos oscuros que puedan neutralizar la campaña del adversario: aventuras extramaritales, malos manejos, hijos ilegítimos”, además de otras infamias que sobre la marcha se les ocurra.

Hoy eso esta bien sabido por los estrategas priístas, por lo que, no sólo se han creado “vacunas”, sino que se tiene un buen historial de los mediocres suspirantes de otros partidos, que no tendrán que ser atacados, pues “con su misma reata se atoran”, dirían en mi rancho.

Sin pretender ser asesor, creo que lo que le urge al PAN es definir lo más pronto posible a un solo candidato, no sólo para contener a los pretendientes a la silla presidencial, sino para ayudar un poco a mostrar un boceto de ideario político, basado en estudios sociológicos y no sólo en informes del Banco Interamericano o del FMI, y lo que más lacera al mexicano, sin demérito de la inseguridad, como es la economía familiar depauperada hasta el límite de tolerancia.

Cabe señalar la ausencia de buenos asesores, pues nadie le ha advertido al chaparrito lengua suelta de Los Pinos, que es evidente que en su sexenio, cada quien ha trabajado “para su santo”. Hemos mantenido una bola de zánganos, para que hagan política a su favor en lugar de atender los asuntos de la cuestión pública “Las cartas no mienten, dicen la verdad” corearía la pregonera, y luego de echar las cartas ha comenzado a leer el futuro, y hasta el “gitanillo” con botas (de Guanajuato), ya les recomendó que “pongan sus barbas a remojar”.

Por lo que toca al asesoramiento para el PRI, serían muy ingenuos si sus más destacados dirigentes (no sólo Moreira) continuaran creyendo en la honorabilidad, discrecionalidad e imparcialidad de asesores externos. Además, con el historial desde su génesis, desarrollo y consolidación del tricolor; sus vivencias sociales, políticas, económica y culturales, es evidente que no requieren de “vejigas para nadar”.

Por último, deberíamos hacer un buen ejercicio de opinión pública, para demandar el esclarecimiento de, en manos de quién está el diseño de las estrategias aplicables a las tareas que demandaría el progreso nacional, más allá de parasitar al sistema. De lo cual, también son corresponsables los dueños y administradores de los medios de comunicación, que hoy están al servicio “del mejor postor”: el dinero.

El escaso de estatura intelectual y física ha intentado con desesperación sacar un sólo candidato (que le dice “candidata”), pero a pesar de que algunos se “desmarcaron”, siguen en el juego desestabilizador de la “grilla”, en “favor o en contra” de los “sobrevivientes”, que no son sólo melón y sandía, anda por ahí “la vieja del otro día” negociando su espaldarazo, en caso de que el de Hacienda, no “se ponga a mano con la del Puebla”.

Mientras el desgobierno está llegando a su límite. La entúpida respuesta de la burocracia calderonista, se preocupa más por justificar su mediocridad, buscando chivos expiatorios en autoridades municipales, oficinas de licencias, Direcciones de protección civil, etc., en lugar de buscar las causas profundas de los salvajes atentados que como el del Casino Royale en Monterrey, dejó más de cincuenta muertos.

Populacheramente el Presidente Calderón decretó un luto “nacional” de tres días. Seguramente no sabía que ese tipo de negocios tienen que pagar “derecho de piso” a la mafia que opera, dentro y fuera del aparato burocrático. Cuestión que debieron haber previsto desde antes de promover e impulsar la liberación del giro.

Todo esto nos obliga a una reflexión. ¿En verdad Gobernación desconoce la estructura real del Estado mexicano, sus grupos de presión; sus grupos de poder, los resortes que impulsan el obrar de los partidos, la penetración de fuerzas extranjeras, las inversiones y sus verdaderos dueños; quienes se apoderan de fronteras y costas, quienes habitan las pequeñas islas de nuestra soberanía; las labores de espionaje, que aun cuando difieren de las que se daban en los años cincuenta, existen hoy día en el ámbito tecnológico, bursátil, financiero, y de los mercados?

Si Gobernación desconoce por lo menos dos de estas cuestiones, su ineficiencia está traicionando al país al mismo tiempo que exhibe la ineficiencia del responsable de todo el sistema de gobierno: Felipe Calderón Hinojosa.

Señor Presidente, quítese de ramplonerías, promueva la Pena de muerte a delincuentes calificados.

 
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