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Septiembre 2011
Edición No. 271
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San Vicente II

Rufino Rodríguez Garza.

Llegar a la cueva, llevó su tiempo, se cruza por 5 veces el enorme arroyo de la Zorra, que en algunas partes se observa agua, donde abrevan, tanto las vacas como los hermosos venados cola blanca, del cual pudimos retratar cuando menos uno. En los alrededores de San Vicente nace este importante arroyo.

En las inmediaciones de éste rancho se encuentra otra cueva que en su momento visitaremos, pues sabemos que también esconde el mensaje de los antiguos habitantes del desierto coahuilense. Los cazadores-recolectores nos dejaron muchas manifestaciones de su quehacer, pues eran sumamente supersticiosos, y para todo tenían amuletos y guardaban espacio para sus mitotes y sus ritos de cacería, fertilidad, peticiones de lluvia, salud para los miembros de la tribu, etc. Con las cámaras de Luis García Moreno, la Nikon del fotógrafo profesional Miguel Ángel Reyna y la modesta cámara de un servidor, procedimos a registrar cuanto motivo guardan estas antiguas paredes, que constituyen los cuadernos de la prehistoria. Además de las fotografías se realizaron dibujos, medidas de los motivos y lectura de ubicación con el GPS, en el cuaderno de apuntes fui anotando detalles tales como los distintos colores y tonos de los mismos, las posiciones de los "chamanes", tanto en forma vertical y no pocos "flotando", horizontalmente. Apuntamos que no se observa ningún motivo relacionado con la fauna, pero si una gran cantidad de dibujos representando el complemento de las lanzas, el temible ATLATL. Esto nos indica que la cacería y la guerra fue una actividad cotidiana.

Los dibujos o motivos abstractos como puntos y figuras geométricas son abundantes, Las líneas onduladas y quebradas son frecuentes. Algunos compañeros relacionan estas líneas con corrientes de agua como ríos o arroyos.

En el cuaderno escribí que muchas de estas figuras chamánicas están radiadas, es decir, que de el cuerpo salen rallas que recuerdan algunos santos del cristianismo y de otras religiones del mundo.

Mis compañeros creen interpretar los círculos concéntricos con tinajas o depósitos del vital líquido. Otra figuras abstractas nos recuerdan a las nubes y las cuentas a base de puntos con eventos astronómicos cuentas calendáricas.

En párrafos anteriores decía que no se observa fauna pintada, solo hay algo que nos daba referencias de algunas huellas al parecer de venado cola blanca. En los alrededores del abrigo rocoso que resguarda las interesantes pinturas, se observan heces fecales de osos y coyotes y huellas de pavos (guajolotes) silvestres; el agua fue siempre un imán tanto para el hombre como para la fauna de esa región. La única arma que se observa es el ATLATL, pues varios de los chamanes tienen uno o dos en sus manos, sin embargo la azagaya o lanza no está representada.

En este santuario se celebraron, con toda seguridad, ritos de cacería. Ya en anteriores colaboraciones, mencionábamos que en el sureste del estado el ATLATL solo se grabó, y en el Cañón de los Borregos vimos un ATLATL grabado junto a la representación del animal cazado. Pero aquí en San Vicente la fauna no se pintó. Las figuras humanas o chamánicas aquí representadas, todas tienen los brazos extendidos, pero también levantados hacia el cielo en posición orante; cuerpos muy alargados y piernas muy cortas en relación con las extremidades superiores. Algunas cabezas de las figuras antropomórficas o chamánicas, tienen tocados que seguramente eran a base de plumas de pavo o de águila, pero otros dibujos de chamanes no cuentan con tocado. Un detalle que llamó poderosamente nuestra atención es la gran cantidad de pequeñas figuras humanas las cuales unas veces solas o en cantidades importantes, en posición vertical o volando en derredor de las figuras grandes. Estas figuras de "chamancitos" están prácticamente en todo el abrigo rocoso, unas veces esquematizados y en otros lugares de la misma cueva con mayor detalle, pero siempre de un tamaño estandarizado de no mas de 10 centímetros.

En la parte media del abrigo se observa algo que se puede relacionar con un bisonte pero también puede tratarse de un mancha en negro y nada que ver con este enorme mamífero de las praderas. Al revisar las fotos en la tranquilidad de mi casa descubrí que en el caso de las figuras pequeñas algunas están perfiladas en con otro color, amarillo o naranja, este motivo o adorno se repite en los chamanes grandes, los cuales no solo tienen "rayos", sino un perfil de otro color. Un detalle observado por el fotógrafo Miguel Ángel Reyna es en el sentido de que: “la pintura en ningún caso se encontraba corrida, ni chorreada, las cuales fueron dibujadas con mucha seguridad”.

En los cuerpos alargados de los chamanes hay unos recuadros en el interior generalmente de otros colores. En el chaman en blanco se ve un cuadro que se pintó en negro y con unos motivos en rojo. Este motivo es el único pintado de ese color exótico de mas de un metro de altura y sin tocado en la cabeza ni dedos en las extremidades superiores.

En una foto de alto contraste que tomé al amigo Luis García Moreno desde dentro de la cueva, teniendo el mismo los brazos extendidos horizontalmente nos da la idea de muchos de los chamanes de esta cueva.

Por último en la mayoría de los chamanes las piernas están muy cortas en proporción con las extremidades superiores y en conjunto nos da la impresión de que portan una “bata” o ropa sacerdotal.

                 
                             
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