publicación Online 4 de abril de 2011
 
 
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Edición No. 265 , ABRIL 2011
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Vivimos más, pero enfermos

Eloy Dewey Castilla.
De 1930 al 2010 la expectativa de vida de la mujer al nacer ha pasado de los 34.7 a 77.8 años en México.

Gracias a que el estándar de vida a aumentado para alimentarse mejor, el acceso a las instituciones de salud, el avance en la medicina y su tecnología, así como a la educación de la población.

Sin embargo, el incremento en el número de años de vida no ha estado acompañado con la calidad de la salud para disfrutar la longevidad.

Han aparecido nuevas enfermedades producto del deterioro de nuestro medio ambiente y por la transformación de los usos y costumbres de la vida moderna.

Así mismo, la mayor conciencia en el tema de la salud, ha hecho crecer esta “industria” para darle “mantenimiento a los cuerpos” como no se había visto antes. La industria del bienestar crece a tasas que sorprenden.

Dos puntos veinticuatro veces más de años de vida en 80 años son significativos, pero se está pagando un alto costo para disfrutarla.

Me pregunto si en esos 80 años, ¿la vida animal también ha duplicado su expectativa de vida?
Si es no, quiere decir que en ese lapso de tiempo hemos sobre estimulado al cuerpo humano para que viva más años artificialmente. Sí vive más, pero con mayor predisposición a enfermarse.

Mucho tiene que ver en esto lo que comemos, lo que respiramos y la exposición de la piel al entorno exterior.
Dejo de lado la estridencia y la velocidad del mundo actual y el creciente consumo de drogas legales e ilegales que impactan la salud mental de la población.

Desde finales de la Segunda Guerra Mundial con las dos explosiones nucleares, las pruebas que se llevaron a cabo en desiertos y bajo el agua, los accidentes en las plantas nucleares y los deshechos de las mismas, sin lugar a duda han tenido repercusiones serias en el funcionamiento de los organismos por la contaminación recibida.

El uso de los rayos X, la radiofrecuencia, microondas y la luz solar que está llegando por la menor protección de la capa de ozono, también nos está afectando.

Es creciente la co-dependencia de la población para con la medicina. Simplemente analicemos el auge de la industria farmacéutica y de la salud y preguntemos a los mayores de 50 años si están o no tomando algún fármaco.

Existen muy pocos estudios para llegar a determinar este enrarecido ambiente de enfermedades y sus causas.

Es difícil aislar aquello que es conocido para evitar las enfermedades: comer sano, proteger la piel, salirse de ambientes contaminados por químicos y sus residuos, purificar el cuerpo y dejar de hacer todo aquello que razonablemente sabemos que es perjudicial para la salud.

Aún así el medio ambiente es absorbente como para permanecer inmunes.

Como humanidad, algo estamos haciendo mal dentro de nuestro planeta que está haciendo sufrir a sus pobladores más allá de lo que el perfecto cuerpo humano soporta.

Hay límites de tolerancia antes de que sea ya muy tarde para revertir los daños si es que eso sea posible.

Ojalá que nuestro nivel de necesidad nos haga reaccionar a tiempo.

 
jeloydewey@gmail.com
@eloydeweyc

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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