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Enero 2011
Edición No. 275
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Del descaro al cinismo

Manuel Padilla Muñoz.

El caso de la “diputada Juanita” de la UDC, Norma Alicia Delgado, representa un duro golpe a la democracia y una bofetada a los coahuilenses asestada por Evaristo Lenin Pérez, propietario y usufructuario único de esa patente simulacro de partido político en Coahuila.

Ávido de poder, el ex alcalde de Ciudad Acuña, pasó del descaro al cinismo al aceptar que planeó, desde la campaña política, que Norma Alicia Delgado renunciara al cargo de diputada desde antes del inicio de la nueva legislatura.

Y así sucedió, la “diputada Juanita” solicitó permiso para dejar el cargo horas antes de tomar posesión y en la sesión de instalación del Congreso, Evaristo Lenin Pérez tuvo el cinismo de ocupar la curul. Caso no para anécdota de la política coahuilense sino para vergüenza de la clase política gobernante quien demuestra una vez más que poco les importa el pueblo sino que tienen prioridad sus intereses personales Ávido e insaciable de poder y riqueza fácil, Evaristo Lenin fue primero diputado local; luego, alcalde de Ciudad Acuña y ahora nuevamente “diputado”. Ha sostenido una orgía con dinero público y una falta de vergüenza en la cara que usa los recursos públicos de manera indebida.

Y no escapa la “diputada Juanita” quien estos días ha lucido flamante automóvil por las calles de Saltillo, producto de la venta de su dignidad como persona y como mujer.

Lo más grave del caso es la impunidad con que hacen estas trácalas. Saben que no pasará absolutamente nada porque somos un pueblo sumiso.

Para que se llevara a cabo todo este enjuague, debió tener conocimiento y consentimiento el gobernador Rubén Moreira Valdez. Y, si no lo tuvo, peor.

La degradación de la política
Y si esto fuera poco, en Torreón, una ex edecán asciende al cargo de primera regidora. En efecto, Alma Elena Reynoso Zambrano fue nombrada Primera Regidora de Torreón, Coahuila, luego que Alejandro Martínez Garza pidiera licencia al cargo para hacerse de la titularidad del Instituto Coahuilense de la Juventud (Icojuve).

La nueva funcionaria es gente del contralor municipal Lauro Villarreal, quien la ha llevado a varios cargos administrativos donde él ha estado. Si bien es cierto que la ex edecán tiene una carrera profesional, también lo es que los cargos que ha tenido han sido, repetimos, administrativos, de escritorio -si es que se presentaba a trabajar y no sólo a cobrar, como algunos dicen-, porque para ser primer regidor se requiere de experiencia y sensibilidad política que no se aprende en las aulas sino en las colonias, con le gente del pueblo. Y esto es lo que le falta A decir verdad, el único mérito que tiene Alma Elena Reynoso es haber sido “coordinadora” de llevar jovencitas a las fiestas de la cúpula gobernante. Y un cuerpazo de envidia.

Desde esta óptica, la actividad política en Torreón, nos lleva a proponer, para alcalde de esta segunda ciudad en importancia, a Olga Ramos, dirigente de sexoservidoras, quien, igual, está en el medio pero con mucha mayor experiencia y capacidad. Olguita, en sus tiempos, también tuvo un cuerpo escultural. Conste que es propuesta seria.

Pero aparte, para llegar a ser designada primera regidora debió estar dentro de la planilla priista por la que votamos pues la elección, dice la ley, es directa. Si no estuvo en la lista de los suplentes, Alma Elena Reynoso, no puede ser primera regidora. Bueno, si es que en Torreón a los políticos les importa la ley.

A este nivel llegamos en Torreón. A la improvisación y a la ineficiencia pues a cualquier ser humano con dos neuronas en funcionamiento le parece imposible dejar el cargo de primer regidor, que sería suplente temporal del alcalde durante sus ausencias, en una improvisada.

De esto también debió haber estado notificado el gobernador Rubén Moreira pues no se puede entender de otra manera.
La corrupción parece ser el signo principal de la administración municipal. Fue denunciada en Plazas y Mercados donde se dio de baja a varios inspectores. Lo mismo en parquímetros, donde también se destituyeron empleados. En Simas, no se ha podido erradicar ni castigar la “ley del diezmo”. En Vialidad es espantosa. También sucede en los Tribunales de Justicia Municipal. Hace días, un juez nos “mochó” con 300 pesos al haber sido participantes no culpables de un accidente. Pero esto es motivo de otra entrega.

Lo dicho, en Torreón, nuestros funcionarios públicos pasaron del descaro al cinismo. Y no pasará absolutamente nada.

 
correspondencialag@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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