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Enero 2011
Edición No. 275
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Muerte sobre ruedas

Fidencio Treviño Maldonado

El título suena a uno de tantos churros del cine nacional, sin embargo es una escalofriante historia de pobreza, desesperación y dolor de nuestros connacionales, tan cierta que mientras usted está leyendo estas líneas, algunos paisanos están tratando de pasar al lado americano.

Como paradoja, el 10 de mayo de 2003, cuando millones de hogares estaban celebrando el día de las madres, muchas madres mexicanas elevaban sus plegarias por sus hijos que estaban al garete en la frontera del norte.

Esa noche como delincuentes, fueron pasados 35 mexicanos por el Rio Bravo en neumáticos inflados, para esto ya tenían los “coyotes” algunos centroamericanos y más paisanos en Reynosa y Matamoros, Tamaulipas. Mientras se completaba el viaje eran hospedados en casas de seguridad y hoteles de la localidad. Unas horas antes de partir se hace el cobro inicial.

Mayo 13. Por la noche cruzan 73 personas, el resto del contingente, de 74 sólo Alexis, una nenita de dos años es pasada por la traficante Emma Sapata por el puente, después se une al grupo en la orilla del río, ya en Brownsville, Texas. Esa noche son llevados las 74 personas a Harlingen, en donde abordan el tráiler.

Antes el “coyote” Víctor Rodríguez pide dinero adelantado a las familias de Houston, son dos mil dólares en camión y mil quinientos si el viaje se hace a pie. Los coyotes negocian con el conductor del tráiler, Tyrone Williams, hombre de color que aceptó por siete mil dólares hacer el traslado.

La carga de los condenados comienza, escoltados por dos coches, en uno va la jefa de esa banda Karla Chávez, la acompaña Abelardo Flores, en el otro coche van Chris y Frank. Al llegar a la garita de Sarita, Texas algunos de los indocumentados ya golpeaban las paredes de la caja, la sofocación era insoportable, y según expertos el calor interno podía estar a más de 50 grados.

Llegan a Robstown, Texas, el plan era bajarlos en esa localidad, sin embargo Karla y Abelardo deciden que el tráiler siga hasta Houston, entre Sarita y Victoria hicieron la segunda parada en un lugar no identificado, la ingrata carga continua por la carretera 77, las llantas consumen millas, el calor en el vagón también consume y apaga miserables vidas, la falta de agua, la ausencia de ventilación, la hipertermia, la sofocación y por lógica la asfixia, los únicos respiraderos eran dos pequeños orificios que ellos mismos hicieron en donde estaban las luces traseras del pesado vehículo.

Última parada, en la madrugada del 14 de mayo el tráiler se detiene en una gasolinera, cerca de Victoria, Texas. Tyrone el chofer compra agua en la tienda y pasa algunas botellas por los orificios a los indocumentados, el chofer de color se asusta por los gritos de los sofocados, y desengancha el tractocamión del remolque no sin antes abrir la caja de éste, algunos tratan de correr y abren la boca como peces fuera del agua, tratando de tomar aire.

El chofer huye hacia Houston llevando en la cabina a Fátima Holloway. Fueron 17 mexicanos de los 29 que perdieron la vida, otros son hospitalizados, los más atendidos por los mismas autoridades.

Los muertos quedaron apilados en el centro de la caja, debajo estaba un niño de 5 años en abrazo mortal con su padre. También ahí se fueron los sueños de José Pérez de León. Según el sheriff del condado Oswald Sitwell, el cuadro dantesco que vio dentro lo dejó perplejo a pesar de haber vistos muchos horrores, cuando fue combatiente en Vietnam.

Los coyotes, Emma Sapata, Víctor Rodríguez, Rosa Serrato, madre de Antonio y Ramiro de los mismos apellidos, son arrestados en San Luis Potosí, México. En Honduras son detenidos la jefa de la pandilla Karla Chávez y Freddy García. El chofer del camión es arrestado en Houston unas horas después de abandonar el camión. Todos están en la cárcel con diferentes sentencias.

Lo que paso en Victoria, Texas, en mayo de 2003, en vez de ser tomado como un acto reprobable y, parte de unas gráficas de cualquier Instituto fantasma mexicano, debe ser sin duda, una vergüenza perversa para nuestro país tan lleno de recursos y tan falto de hombres con pensamientos liberales y nacionalistas.

En ese tiempo (2003) el jefe de Relaciones Exteriores de México, era un mediocre ex canciller, miope él, de nombre Luis Ernesto Derbez y recuas que en su tiempo le acompañaban, que sólo dijo tres renglones en una tibia protesta contra estos actos.

Y… los derechos humanos nacionales e internacionales durmiendo el sueño de los justos, cual si fueran bebés sanitos de 8 meses de edad, después de mamar su teta…¡No te acabes México !

 
kinotre@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino