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Febrero 2011
Edición No. 276
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La simulación capitalista
de China

Eloy Dewey Castilla.

China es un país que ha logrado el mayor crecimiento mundial, alcanzado reservas internacionales sobradas, abrir su economía al establecimiento de maquiladoras y de franquicias multinacionales, organizador de la pasada Olimpiada, país con status de observador de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), participar con sus empresas en el mercado de valores de New York y es la segunda potencia mundial con un régimen que dista mucho de ser democrático, sin lugar a dudas nos muestra que su capitalismo de estado está funcionando y muy bien.

Unida la política y la economía financiera están desafiando al mundo e incursionando en todos los ámbitos globalizados, mostrando que su sistema es parte de un plan muy organizado con el acuerdo de Washington.

Dos consideraciones: Lejana quedó la protesta en 1989 en la plaza Tiananmen y la protesta tibetana no alcanza a desafiar su autoritario gobierno. El caso de Taiwán o República de China que ha mantenido la distención con China desde 1949, y diplomáticamente representa un problema para todo el mundo.

China no eligió tener un enfrentamiento con los Estados Unidos como lo tuvo Rusia en la guerra fría. La China “socialista” optó por otro camino, el de la simulación capitalista.

Brasil, Rusia y Venezuela -por mencionar algunos países-, han experimentado con empresas estatales abriéndolas a la inversión privada o al mercado de capitales.

El gobierno Chino ha aceptado ir paulatinamente revaluando su moneda -el yuan- para que su tipo de cambio no sea una de sus ventajas competitivas.

Su gobierno autoritario se renueva, pero la democracia y los derechos humanos siguen ausentes.

¿Será que es un gobierno en transición hacia la vida democrática una vez que mejoren sus condiciones de vida como lo decía Porfirio Díaz?

Saber utilizar las mejores herramientas capitalistas para crecer ha sido un acierto hasta hoy en día. Saber coaligarse en función de sus intereses político-económicos con las potencias mundiales sin pronunciarse y utilizar su poderío económico, también es parte de su éxito.

La intrincada economía globalizada donde todos dependemos de todos ya ha rebasado a los organismos internacionales y sus acuerdos. En su interior se gestan ideas para evolucionar con la nueva realidad mundial.

En el fondo de todo, está la libertad individual que no puede ser arrebatada en aras de mantener un sistema económico autoritario.

Algo de lo que poco se habla por existir conveniencias temporales, aunque se simule el capitalismo de estado.

 
@eloydeweyc
Eloy.dewey@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
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