El enigma de Matamoros


José María Mena Rentería.

Cincuenta y tres millones de pesos, que en préstamo, recibieron las autoridades municipales del período 2006-2009 han conformado un enigma, pues desde entonces y hasta hoy día, nadie, en Matamoros ha sabido que hicieron los miembros de aquella administración con el dinero.

Banobras fue la institución otorgante del empréstito tras gestionarlo el Cabildo encabezado por el entonces alcalde Raúl Onofre Contreras. Transcurría el período 2006-2009.

Las autoridades recibieron el dinero el 18 de diciembre de 2009, trece días antes de terminar su gestión. Los integrantes del cuerpo edilicio, nada informaron a la comunidad acerca de la aplicación del préstamo, generador de intereses por más de treinta millones de pesos.

Así, a largo plazo -en Matamoros hay quienes afirman que durante dos décadas- el municipio, o sea, los contribuyentes, deberán pagar a Banobras más de ochenta y tres millones de pesos mientras obra pública no se visualiza en los ámbitos urbano y rural.

Silencio
Desde el comienzo de su gestión, el alcalde Guillermo del Real Castañeda con silencio ha evadido, ante los representantes de los medios, tocar el tema del adeudo a Banobras.

Desde febrero de 2011, cuatrocientos mil pesos mensuales abonan las autoridades municipales en turno, de acuerdo a lo que el Cabildo 2006-2009 pactó con Banobras.

Para nadie, en Matamoros es secreto que el compromiso mantiene atadas las manos del gobierno municipal, impedido por falta de recursos hasta para lo más indispensable si de emprender obra social se trata en los rubros más demandados por los habitantes del municipio, como es instalación de servicios básicos primarios, en lo urbano y lo rural.

Enigma añejo
El enigma conformado por el desconocimiento ciudadano referente al uso que se haya dado el empréstito de Banobras es añejo. Así permiten establecerlo las declaraciones en torno que a los medios hiciera el 4 de septiembre de 2011 la síndica de minoría Patricia Candelaria Valenzuela, al informar:

-El préstamo se recibió el 18 de diciembre de 2009 y para el 31 del mismo mes, el municipio sólo contaba con seis millones de pesos, mismos que estaban etiquetados para el pago a proveedores de obras pendientes.

No sabemos, dijo en aquél entonces, “que hicieron con los 47 millones restantes, ni a qué fueron aplicados porque los documentos de las obras que supuestamente hicieron no tienen ficha técnica, únicamente dicen obra de pavimento en el sur de la ciudad- es todo”.

Una posibilidad no desestimó la síndica de minoría; que el dinero haya sido empleado en las liquidaciones, pues dijo estar en posesión “de una lista en la que figuran nombres de ex funcionarios con cantidades de hasta cuatrocientos mil pesos”.
“¿Cómo le hicieron para dar esas liquidaciones si no había dinero, y la prueba está en que pidieron el préstamo para terminar obras”, se preguntaba Patricia Candelaria Valenzuela en aquella ocasión.

En el ínterin, el alcalde Guillermo del Real Castañeda ha mantenido hermético silencio. No ha trascendido el menor viso de por qué sus labios permanecen sellados.

Así, persiste el enigma acerca del uso dado al préstamo de 53 millones de pesos que, desconocido del todo para la comunidad, punza la vulnerada economía del municipio de Matamoros.