publicación Online
 
 
  ir a pagina principal regresar     
Octubre 2012
Edición No. 284
ir a ediciones anteriores  

reforma laboralReforma Electoral o Paraíso
Patronal



Pericles Dávila Cázares.


En todo el mundo occidental las clases políticas siempre se han prestado a actuar como cómplices de los dueños de los grandes capitales, pero no cabe duda que los políticos mexicanos han llevado esta práctica a extremos de abyección. Aún con nuestro deficiente sistema electoral, los ciudadanos entregaron su voto pensando que sus intereses como sociedad serían defendidos por los “representantes populares”. Pero los hechos nos demuestran que los políticos mexicanos no tienen redención. La mayoría de los diputados federales y senadores han vuelto a traicionar la confianza de la sociedad, en particular la de la clase trabajadora.

Lo anterior queda de manifiesto una vez más por el pobre desempeño de nuestros legisladores ante la controversial reforma laboral, en donde sin duda alguna los directamente beneficiados -una vez más- son los empresarios nacionales e internacionales que son quienes mueven los hilos de México a su merced.

El proyecto legislativo de la nueva Reforma Laboral, debe buscar medidas que permitan promover más trabajo formal, bien remunerado, productivo y un trabajo que otorgue oportunidades a todos y no sólo a ciertos segmentos de la sociedad.

Era absolutamente necesario reglamentar la subcontratación que realizan las empresas llamadas “proveedoras de servicios” -cuya existencia es lo que hace posible el llamado “outsourcing”-, a fin de que las personas reclutadas por estos patrones terceros, tengan mejores condiciones de trabajo, así como analizar los fondos de alcances de la contratación y pago por hora.

Aunque los dóciles legisladores no se hayan percatado de ello, el sistema o modo de trabajo que se pretende imponer en México es una copia casi exacta del modelo alemán y estadounidense del pago por horas de trabajo y contratos de trabajo de corto plazo, y con eso las empresas evaden lo que por derecho le corresponde a los trabajadores como lo es un retiro digno, cotizar para la adquisición de una vivienda y el pago justo por horas de trabajo; ¿por qué una copia casi exacta? Porque en Estados Unidos es bien pagado el trabajo por horas (en promedio en la Unión Americana los trabajadores reciben alrededor de 17 dólares por hora de trabajo), y en México los empresarios van a querer pagar a los trabajadores salarios bajos (en promedio, de aprobarse en definitiva la actual reforma, el trabajador mexicano recibirá nueve pesos por hora de trabajo, es decir 72 pesos por jornada de 8 horas).

La mayor parte de los estudiosos de la economía, incluso los de tendencias de derecha, han estimado que el Congreso aprobó una Reforma Laboral con avances en justicia laboral, pero limitada; todo lo contrario a lo que expresan con creciente satisfacción los Presidentes (actual y electo), Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quienes han visto con evidente agrado como los dizque “representantes populares” han dejado intactos los privilegios sindicales; ojo, no de los trabajadores sindicalizados, sino de las auténticas mafias que controlan a la mayor parte de los grandes sindicatos en México, como el petrolero y el de profesores.

La reforma laboral tiene dos componentes importantes, el primero, flexibilizar el mercado laboral, y el segundo, con las demandas generalizadas, en términos de exigir democracia, transparencia y rendición de cuentas a los sindicatos, este último ha sido prácticamente eliminado de la discusión, quedando como tema importante y susceptible de discusión, la reforma económica.

Por lo que respecta a nuestro saqueado y paupérrimo Coahuila, lo único verdaderamente importante que contenía esta reforma laboral, sin duda alguna era la eliminación del trabajo de cualquier tipo en los llamados “pocitos” de carbón, que tantas tragedias ha traído al estado de Coahuila, a la región carbonífera y a tantas familias sedientas de justicia y de un trabajo digno y bien remunerado para el sustento de los suyos. Bueno, pues para colmo de desgracias y para vergüenza de los diputados y senadores coahuilenses a quienes que seguramente les ha pasado de noche, “alguien” omitió en el documento aprobado en la Cámara de Diputados lo relativo a esta disposición, lo que por sí sólo hubiera bastado para justificar el salario de tanto zángano que medra con el presupuesto en el poder legislativo federal.

Y, mientras tanto, con la invaluable ayuda de los grandes medios de comunicación masiva se nos seguirá haciendo creer que a los mexicanos no nos queda más que confiar -una vez más- en “nuestras autoridades” esperando que las cosas que se hagan pensando en el bien de la clase trabajadora, para bien de los pobres que en este país son mayoría, y en el desarrollo de todo un país que tiene necesidad de que sus gobernantes no lo vean como una oportunidad de enriquecimiento para unos cuantos y se le vea como oportunidad de crecimiento para todos. Claro, se vale soñar con eso o con un campeonato mundial de Fútbol. Aunque también cabe la posibilidad de mandar a toda la clase política, por fin, a la chingada.

 
contacto@elperiodicodesaltillo.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino