“Plaza mayor”
y transparencia


Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Los políticos no pierden ocasión de sacarle raja al mes de la patria. Viene a cuento porque el día 15 de septiembre, Rubén Moreira declara inaugurada la Plaza Mayor como obra que detonará la economía del centro de Torreón. La proclama de “Magna obra que los torreonenses merecíamos”. La Plaza no detonará, para nada, la economía en el centro y me parece que lo que menos le hacía falta a Torreón es una explanada poco amable y fea, igual que todo su entorno. ¿Por qué tenemos que conformarnos con migajas y discursos demagógicos de la clase política?... nos quieren impresionar colocando una bandera monumental en dicha plaza cuando lo que hace falta no son banderas, sino acciones patrióticas, honestas, transparentes, sobre todo, impulsos políticos de quienes nos gobiernan para detonar el bienestar social que es uno de los cuatro puntos cruciales sine qua non junto a la educación, la salud y la buena alimentación de todos los mexicanos.

El 16 de septiembre, la “Plaza Mayor” tuvo como máximo atractivo una tanqueta con soldados que sirvieron para que algunos niños fueran fotografiados con los militares y darle a la ciudadanía la falsa impresión de seguridad, cuando la militarización del país, sobre todo en Torreón, es un signo de lo contrario y la causa de un baño de sangre inconmensurable que ha enlutado a decenas de miles de familias. El desfile fue de vergüenza. La avenida Juárez se vio inusual, los grupos que desfilaron lo hicieron en la mitad de la calle, por la que al mismo tiempo circularon camiones urbanos y automóviles por la otra mitad, pero eso sí, 800 policías y centenas de militares cuidaron de la seguridad de los que por inercia y costumbre, fueron a festejar a la patria, o lo que queda de ella.

Rubén Moreira, luego del día 16 nos dice: “Hacemos un máximo esfuerzo para que el gobierno sea el más transparente de la república”. ¿Se burla de nosotros? Cómo hablar de transparencia cuando se hace lo indecible para tapar los agujeros financieros que dejó su hermano Humberto. ¿Creerle si mantiene a Eliseo Mendoza Berrueto en el Congreso como presidente y a Rogelio Montemayor Seguy en la UAC, cuando por sus acciones, ambos, bien pudiesen estar en la cárcel? ¿De qué transparencia hablará? Creo estar en lo justo, que nos considera unos tontos.

Lo mismo sucede en el municipio torreonense. Echan mano de gente menor como Carlos Castañón Cuadros para coordinar un instituto de transparencia que verifique acciones de gobierno y, ¿Quién califica a Castañón Cuadros? No se ha aclarado el fraude por la compra de terrenos y fincas para construir la Plaza Mayor, presidencia y estacionamiento, hecho harto en opacidad, en el que “alguien” robó 30 o 40 millones de pesos que fueron a dar a haciendas particulares de funcionarios públicos y de empresarios poco honestos. Esto no es transparente. O, ¿usted qué opina apreciable lector?