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Septiembre 2012
Edición No. 283
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felipe calderonPara eso están


Fidencio Treviño Maldonado.


Ante un escenario hollywoodesco, con una pantalla gigante repitiendo, con más flores que un velorio del peor líder nacional, y con un ramillete de micrófonos tapándole el adusto y serio rostro que el informante pone al dar números y costos, el edil, gobernador o Presidente de la república repite: “Se invirtieron 20 millones de pesos en el tramo de la carretera entre Salitrillo y Los Aguajes del Sur; se han construido 157 aulas y dos ampliaciones en los hospitales “San Juan”, con un costo de 34 millones de pesos; se están construyendo dos puentes vehiculares con un costo de 7 millones de pesos cada uno; etc., etc.”

Esta es y ha sido la cantaleta de los diferentes órganos de gobierno que van desde el federal hasta los municipales, pasando por los gobernadores cuando rinden sus informes o al inaugurar alguna obra.

En cada sexenio es normal y hasta costumbrista que el Presidente saliente diga que superó al que le antecedió: “En este sexenio se hizo en educación y salud lo triple de lo que en los tres sexenios anteriores; se han costruido más kilómetros de carreteras que en los cuatro últimos sexenios juntos, etc., etc.”

Es también el ruido y cantaleta de los Presidentes ya para abandonar su puesto, mientras el pueblo no sabe en dónde están las aulas, los nuevos hospitales, las carreteras y otras megaobras a las que hacen alusión los gobernantes.

Los ciudadanos debemos entender que no es ningún favor de la clase gobernante hacer obras o traer beneficios para el pueblo, sino que es una obligación hacer éstas y más obras y acciones, ya que es dinero del pueblo y para eso se les paga. Sólo por citar ejemplos: un regidor de Torreón gana 50 mil pesos y el Presidente Municipal gana 90 mil al mes, y algunos tienen la torpeza y sinverguenza de saludar con sombrero ajeno, al decir “hice tanto”. El pueblo con su lana lo hizo el señor sólo administró, y por cierto muy mal .

El salir en portadas y pagar páginas enteras con el retrato de un funcionario en “x” obra es sólo la vanidad y la soberbia que campea en la clase gobernante. Por ejemplo si el gobierno construye aulas, el pueblo, los padres de familia, los profesores y los escolapios son los primeros que se dan cuenta de que su dinero está trabajando, y sin andar cacaraqueando el huevo. Lo mismo sucede en un hospital o clinica pública, o qué decir de los automovilistas y choferes al transitar por una carretera construida con dinero del pueblo.

El ciudadano debe aprender a protestar y hacer llegar sus demandas a la clase gobernante, y los funcionarios no deben de esconder la cuenta pública y no por lo que dice la ley, sino por el derecho que le otorga ésta al ciudadano, siempre y cuando el ciudadano cumpla con sus obligaciones.

Nuestro aun lindo y vasto territorio, a pesar del saqueo tan bárbaro que se ha llevado a cabo desde hace más de 500 años cuando la conquista, y que sigue siendo constante y permanente, conserva miles de recursos y la verdad sea dicha, no la aprovechamos y sólo la clase pudiente y la Casta Divina ha sabido sacarles provecho, rapiñando a manos llenas y sin que su plumaje sufra una salpicadura de mugre.

De los miles de funcionarios y ex funcionarios que han robado en su función, sólo unos cuantos contados con los de dedos están en el bote, acusados de delitos menores cuando su crimen fue por “deleites mayores “...

Por eso cuando usted escuche dar un informe no crea mucho de lo que costaron las obras, ya que el valor que tienen es diferente y acuérdese que esa obra sea cual fuere, fue con su dinero.. Y los gobernantes para eso están, para servir al pueblo. ¿Entonces que caso tiene tanto informe? y el gasto que conlleva informar...

 
kinotre@hotmail.com
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino